PARTE XVIII
Feliz cumpleaños, Lee.2016.
Le quité las esposas y se las coloqué rápidamente a ella, para así, comenzar a besar sus dulces labios tan suaves, mientras que llevaba mis manos a sus caderas, acariciándolas como se me daba la gana. Entonces, me alejé por un tiempo para sostener sus manos esposadas sobre su cabeza, entre que mis ojos se dirigían a la mesita de luz que se encontraba a la derecha, justamente mis ojos observaron el aparato que ella quería utilizar conmigo, sin embargo, mi sonrisa de perversidad le confirmó lo que sucedería en este momento.
—Min Ho, no se te ocur... ¡Ah, carajo!
Gimió, mordiendo sus labios. Cuando presioné el botón para que comience a vibrar pude notar que ella me estaba odiando por dentro, no obstante, no iba a negar que ver su rostro pidiendo piedad por que pare con este juego, me gustaba cada vez más.
—¿No te gusta, Sunnie?—le pregunté, cerca de su oreja. Mordiendo lentamente su lóbulo.—Creía que sí, mejor vamos a aumenta...
—¡N-no! Min Ho, por fav... No, claro que no.
Reí. Me parecía demasiado gracioso observar que ella no tenía pensado pedirme amablemente que dejara de hacer esto.
—Solo tienes que pedirlo bien... Nada más.
—Para de una vez.
—Sunnie,—la miré seriamente.—aquí ya no tienes el poder, tienes que obedecer mis reglas si quieres que pare de una vez. Vamos, nena, lo único que debes de hacer es pedirme, por favor, a que me detenga.
—Hij-hijo de puta...
Eché una risa con más gusto.
Mientras que movía el vibrador lentamente, opté por acostarme, cerca de sus piernas, dejando unos que otros besos por su piel. Hasta que mi cara llegó a su zona íntima, ahí fue en donde roce su clítoris, ocasionando que suelte un quejido leve. Pero la idea era que nada sea despacio en estas cuatro paredes. Únicamente, por eso es que empecé a mover el vibrador más rápido, mientras le hacía un oral. Jugando con mi lengua, saliva y la veía disfrutar de lo que le estaba haciendo.
Decidí alejarme un momento, dejando el vibrador en su vagina, mientras nuestros labios se unían otra vez. Solo que ella mordió. Me veía con odio.
—Sácalo ya.
—¿Qué sucede? ¿Tú sola puedes disfrutarlo?
—Era... para...
—¿En dónde tenías pensado ponérmelo?
Min Sun sonríe de lado.
—Adivínalo, genio.
—Mejor intentémoslo contigo.
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¡Bae, give me u boobs! (+18) ; l. know ✓
Hayran KurguLee Minho, un estudiante de secundaria, tiene una obsesión peculiar: dormir sobre los pechos de una compañera de su misma escuela. No obstante, olvida un detalle crucial: ella es miembro del club feminista de la escuela, un grupo de chicas que no to...