Capitulo XI - La feria

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Maratón 3/3

Mirtza.

después del partido de erick y justin decidimos ir a celebrar el logro de nuestros amigos con una visita a la feria de nuestra ciudad, harry styles sonaba en la radio, todos sus sencillos estaban sonando por el dia de su cumpleaños, yo soy la mas feliz de escuchar su música ahora, mientras se reproduce la música, me maquillaba para la noche de salida con los chicos, la puerta de mi cuarto sonó, Miriam se asomó mientras cantaba, ella ya estaba lista para ir a celebrar, solo faltaba yo.

—Miriam Maritza, te puedes callar un momento —dije después de que ella gritara una nota alta desafinada, ocasionando que se asuste nuestra mascota—

—Ay hermanita, relajate, es... Momento... De celebrar la victoria de los chicos —dijo mientras se retocaba el rimel— además, estoy feliz porque iremos a la feria, papa y mama no nos han dejado ir, después de lo que le sucedió a paulina, Te acuerdas?

—Si me acuerdo, estará bien? —Miriam also los hombros en señal de no saber, después de alistarme corrí a la sala en busca de mi bolsa, miriam ya se encontraba en el auto de victoria y ambas me gritaban desde el auto para que me apure

You can let it go, You can throw a party full of everyone you know.

—Amo esta canción —dijo victoria— Si harry llega a la ciudad soy capaz de irle a pedir matrimonio

—No acepta a toxicas vicky, olvídalo —todas nos reímos— chicas, ¿vendrá Heather?

—Si, solo que —victoria se empezó a reír— esta con Joseph ahora...

— ¡Al fin! Olvidó a Nathan, Joseph es muy guapo, que me disculpe mi novio pero todas estamos de acuerdo que Joseph está 10 de 10

—y si, es muy caballeroso con ella, muy atento...

—Nathan ni le llega a los talones a Joseph, él es todo lo que Heather merece y espero y le haga caso y no lo ignore.

—Amén —dijeron Victoria y Miriam—

En todo el camino seguíamos escuchando a Harry, la carretera cada vez se hacía más oscuro y más tenebroso, la luna no brillaba tanto como cuando hay luna llena, mientras Victoria manejaba mi hermana y yo mirábamos nuestros celulares, hasta que la radio empezó a fallar.

—Vicky, tú y tu radio todo culero —ella empezó a mover los controles de la radio, hasta que en la carretera se asomó un chico, parecía que salía del bosque victoria frenó de golpe haciendo que nos lastimemos el cuerpo.

—¡Oye imbecil! ¡¿Que miarda haces en la carretera?! ¡Te pudimos a ver matado! —grito mi hermana  mientras salía del auto desde la parte de atrás donde estaba, victoria se veía extrañada nunca le quito la vista al chico mientras, yo pensaba que hacía un chico tan joven en medio de la nada— ¡Te estoy hablando pendejo!

—Miriam —dije con miedo— entra al auto.

—No, está hijo de puta quiso ocasionar un accidente, todavía así se hace pendejo y esta ahí sólo mirándonos a ver.... ¡Imbecil!

—Miriam —se escuchó en susurro cálido de una mujer llamando a mi hermana—

Miarda, pensé, le gritaba a mi hermana que entre al auto lo antes posible porque aquel chico que estaba ahí parado se acercaba a nosotras, Miriam al verlo entró corriendo al auto, victoria intentó arrancar el auto pero no podía, el chico cada vez se acercaba mas y más a nosotras, con lágrimas en los ojos veíamos aquel chico escalofriante acercarse a nosotras, me sentía en una película de terror como si jason se acercara a nosotras.

Jason, Se le ha considerado como un personaje cuya motivación para matar ha sido impulsada por las acciones inmorales de sus víctimas y su propia rabia por haberse ahogado cuando era niño.

Este chico estaba completamente mojado, se le notaba en su cabello la rabia que tenía en los ojos mostraba mucho, vestía con ropa peregrina y parecía estar obedeciendo las órdenes de alguien, no sabemos de quién pero él por ratos se detenía como si escuchara algo y volvía a caminar

—Victoria ¡enciende el puto auto!

—Eso intentó —dijo al borde de las lágrimas— No arranca, arranca bebé por favor...

Después de varios intentos y de desesperación el auto por fin arrancó, victoria arrancó lo más rápido posible de ahí pasando de lado al chico en sus ojos se veía el odio que nos tenía, mi miedo se hizo más grande y mis ganas de vomitar se hacían cada vez más grandes

Todas estábamos calladas y el silencio, las lágrimas y los mocos se hicieron presentes en el auto, temblaba de miedo y mi hermana abrazaba sus piernas mirando hacia adelante no volvimos a mirar hacia atrás con miedo a de que se haya sostenido al auto, después de unas horas por fin llegamos a donde habían autos, nos sentíamos a salvo entre la multitud, al llegar a la feria habíamos quedado de acuerdo en no hablar de esto a los chicos pues no queríamos que nuestro miedo opaque la gloria de nuestros amigos después de su campeonato, todos estában felices en la feria, y así queríamos que estén los demás chicos.

Mientras caminamos vimos a Heather con Joseph, Nathan con su novia y los chicos con sus novias nosotras no quisimos traer a nuestros novios pues a los 3 no les gustaba mucho la feria pero nos habían dicho que tal vez nos alcanzarían, estamos muy felices en los juegos y comiendo con los chicos, observábamos a nuestra amiga quien se veía feliz con Joseph comiendo

decidimos que lo que pasó, las 3 nos mantendriamos calladas, hacer como que esto nunca paso y seguir con lo nuestro con la visita a la feria.

...

desde que victoria nos dejó en nuestra casa, mi hermana y yo nos mantuvimos calladas, no era normal en nosotras, nuestros padres nos cuestionaron al respecto y solo decíamos que no pasó nada, aunque era claro que si paso algo y no queríamos recordarlo, nuestros padres no siguieron insistiendo y nos dejaron tranquilas,  Miriam escuchaba su música con sus Earpods, mientras yo escribía mi proyecto para la preparatoria, mis ganas de ir al baño me ganaron y salí de mi cuarto. Después de hacer mis necesidades, observe mi ropa interior la cual estaba manchada de sangre, "Miarda" dije, al ponerme mi copa menstrual salí sin observar lo que había frente de mi, al alzar mi mirada, me encontraba nuevamente en la feria, extrañada, retrocedí para entrar nuevamente a mi baño pero mi puerta ya no estaba, solo un puesto de un vendedor de jugos, retrocedi nuevamente, camine a paso rápido intentando buscar una salida a esta pesadilla, hasta que me tope al mismo chico de la carretera, sentí unas manos heladas cubrirme la boca.

Miriam.

 —Despierta estúpida, no me hagas esto —dije entre lágrimas al ver a mi hermana convulsionar,  corrí al cuarto de mis padres con el celular en mano llamando al 911, al verme exaltada corrieron a nuestra habitación y al verla convulsionar intentaron hacer que reaccione, la ambulancia tardó entre 20, 30 minutos, mientras que por llamada me decían que tengo que hacer para controlar los ataques de mi hermana, mande mensaje al grupo que tenia con mis amigos avisandoles lo sucedido, mi hermana se habia desmallado y sus signos vitales eran altos. El miedo se apodero de mi sin saber que podria perderla o no.

...

Mirtza

aquel chico mantuvo su mano en mi boca, mientras susurraba en mi oído un tipo de lenguaje desconocido para mi.

—Se arrepentirán de hacernos daño, tu y tus amigos.

La Tumba Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora