VIII - La Visita

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La desesperación de ambos se notaba, mi cara estaba pálida y no quería pararme, mi corazón latía rápido por lo que vi, Nathan se encontraba alterado por lo sucedido, Lizz confundida por lo qué pasó, lo que vi se sintió tan real que no podía creerlo, la imagen de esos chicos cruzaba por mi cabeza cada segundo, ver a esos chicos mirando a lizz también me hacía pensar en todo, nunca experimenté nada paranormal en mi vida, esta sería la primera vez pues yo sé que no podría ser una broma de los chicos..

—Heather, reacciona por favor —No me había dado cuenta que mi voz se había ido mis lagrimas caían pero mi llanto no se escuchaba, después de una hora me encontraba tranquila, sentada en la tierra, mis amigos estaban discutiendo de lo sucedido conmigo, todos pensaban que algo me fumé o no se, pero estoy segura de lo que vi pero nadie me cree.

Joseph en todo el rato que estuve sentada jamás soltó mi mano, él se permanecía conmigo sentado en la tierra, Nathan nos observaba por ratos al igual que lizz.

—Vamos chicos, de seguro son un par de infelices que intentaron hacerle una broma a Heather en lo que ustedes veían lo del auto —dijo Erick—

—¡No! —grite- se lo que vi Erick no era una puta broma, estamos en medio de la nada ¿a caso vez un auto aparte del de nosotros? ¡No! Puta madre ¡no hay, no hay! —todos se quedaron callados al verme tan alterada— No me miren así, ustedes me toman a loca pero no, no lo estoy se lo que vi chicos y ellos no son personas de carne y hueso..

Después de todo eso, todos nos fuimos a nuestras casas, Joseph se quedó conmigo en casa ya que mis padres y hermanos ya no estaban, se habían ido de visita con mi abuela y regresarían en 3 días aproximadamente y después de lo que me pasó, no me quería quedar sola, él dormía en mi cama inflable que le di, se acodó junto a mi cama....
Sentía que mi sudor se apoderaba de mi, me vi a mi misma otra vez en el bosque, a lo lejos pude ver a las tumbas que estaban en fila y atrás de ellas estaba aquella tumba sin nombre, escuché un crujir y volteé a ver, uña aquella sombra que vi correr hacia un lado, volví a ver a las tumbas y si un salto del susto al ver a 6 chicos con la cabeza hacia bajo mirando a ver a sus tumbas y atrás de ellos había alguien más pero no quise acercarme.

—Heather —dijo una voz femenina— Heather... Míranos, mírame...

La voz se escucha atrás de mí pero no quería hacerle caso, sentí como me tomaron de los hombros y me taparon la boca una mano larga con dedos largos y uñas negras y largas, mis lagrimas empezaron a salir y sentía la respiración de aquella cosa que me sostenía...

—Mírame —dijo esa cosa, cerré los ojos mientras lloraba, sentía mi corazón latir al mil como si me fuera a dar un paro cardíaco, mis piernas temblaban del miedo— ¡Mírame! —Intenté soltarme de sus agarre pero me sostenía más fuerte, no quise abrir mis ojos no iba hacerle caso— Heather —dijo la voz de victoria, abrí mis ojos y la vi ahí llorando— Ayúdame Heather... el peso que sentía desapareció fui corriendo hacia victoria pero más me acercaba más se alejaba de mi, gritaba sin parar su nombre y vi a uno de esos chicos parado atrás de ella tapándole la boca, me detuve en seco al verlo, su mirada de odio decía mucho en ese momento, tapó la boca de victoria y vi, frente a mi como aquel chico giro la cabeza de victoria hasta romperle la nariz, grite de miedo, de tristeza, victoria muerta, corrí hacia ella pero sentí nuevamente el peso que caí boca abajo frente a victoria, sentía la respiración otra vez de esa cosa en mi oreja, su saliva caía en mi oído me desespere del asco olía mal y más que me tiraba su saliva, cerré mis ojos al ver su cabello bajar más y más, no quería hacerle caso —Mírame, Heather... —mi llanto se hizo más fuerte de la desesperación, mi cabello era lavado por esa cosa y empezó a estrellar mi cabeza contra el suelo podía ver mi sangre salir -¡Mírame!

—¡No! —grite—

—Mírame —volvió a decir—

—¡Nooooo! —dije tomando fuerza y me levante corrí lo más lejos de esa cosa, nunca volteé a ver atrás, escuché un crujir y un grito de un animal, si se podría decir que un animal fue el que hizo eso, pude ver una sombra enorme cubrirme, me detuve y mire a arriba pude ver un animal, un animal con cuernos enormes y negros, con alas y cuerpo robusto, su gruñido hacía temblar el suelo, mire a verlo y él a mi, estaba frente a frente de él, con mis brazos intenté hacer una cruz pero sentía mis dedos doblarse como si alguien me lo doblara con mucha fuerza empecé a gritar del dolor y mire a ver al monstruo quien gruñía con fuerza y aleteaba sin parar al rededor de mi.

—Heather, Heather —dijo Joseph sacudiendome— despierta por favor

—Aléjate de mi —grite en mi sueño— ¡Aléjate!

—Míranos Heather, mírame a ver... míranos, míranos —decían al unísono, me tapé los oídos y cerré los ojos lo más fuerte posible, la voz de Joseph se escuchaba como un eco, mi miedo se ponderaba de mí y mis latidos se hacían más fuerte cada segundo hasta que desperté, estaba toda sudada, mi respiración agitada y mire a ver a Joseph al cual abrace rápido...

—No, no puede ser joseph —dije llorando, él no me soltaba me decía que todo estaba bien, podía ver la silueta desde la ventana de aquel animal que vi, me solté del abrazo de Joseph y camine hacia la ventana y a lo lejos de mi calle estaban las 6 personas paradas mirando a vernos pero su cara no se notaba, Joseph me tomo del hombro y me distraje al verlo para después al voltearme aquellas personas habían desaparecido, abracé a Joseph y caí al suelo con miedo

—Heather ¿que viste? ¿Que soñaste? —dijo—

—Cosas horrendas Joseph, cosas horrendas y no quiero volver a soñarlo, no quiero, no debimos irnos al bosque —dije llorando— No debimos, están molestos, están molestándome

La Tumba Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora