Reina Consorte

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No se quien diablos esta detrás de mi vida, no se si sea un Dios o una Diosa, o una cabra, lo cual es mas probable, pero dejen de jalarme la bolas.

Desperté hace 1 hora, y estoy en una habitación blanca, con muebles mas finos de los que podría pagar, y un inodoro tan lujoso que literalmente si te sentaras en el podrías tomarlo fácilmente como un trono sin dudas y reinar desde allí cualquiera de los 4 reinos.

Estoy seguro de que lo ultimo que recuerdo es que tome un café con Lexia en esa nueva cafetería, pero desde allí todo es muy borroso para mi, no recuerdo como llegue a casa si es que llegue, aunque lo dudo porque mi casera la señora Tilly me hubiese pellizcado el brazo tan fuerte por llegar tarde que me lo dejaría tan rojo como el trasero de esos monos de cara rara, ¿como se llaman?... ah babuhinos, esos mismos, pero a juzgar por mi brazo en el cual no veo ninguna marca nunca llegue a casa.

¿Sera que bebí?, no recuerdo haberlo hecho, pero no seria la primera vez que hago una tontería gracias al alcohol y luego no recuerdo nada, debo definitivamente dejar de hacer eso si no quiero quedar como la tía Jeannette a mis 35, solo, con una marca de un alfa que ni su rostro recuerdo, y un par de mellizos.
En fin, intente buscar una ventana en esta habitación pero al parecer el dinero no les alcanzo para hacer una, y eso señores es por lo que no compras inodoros tan caros.

Un sonido se escucha desde el otro lado de la puerta, la perilla gira revelando a un hombre muy muy alto, de aproximadamente 1.95, su rostro es muy marcado, cejas pobladas, labios rosados, sus ojos de un verde muy oscuro, y una cicatriz que pasa desde sus pómulos hasta arriba de su ceja izquierda, su cabello es muy oscuro y esta un poco mojado con algunos mechones cayendo sobre su rostro, lleva una camisa blanca de mangas largas abierta por el pecho, desde el cual se aprecian algunos tatuajes, un pantalón negro y unos zapatos de gala con algo metálico dorado en su punta. Dos palabras: ¡Mierda que atractivo!, fueron tres pero en mi defensa asi de atractivo es que no me deja procesar lo que pienso.

Cierra la puerta detrás de si y se recuesta a ella mientras cruza ambos brazos observándome desde ahí, sonríe de lado mientras me observa desde arriba a abajo, demonios, si que es guapo, pero Belion Gomez no le sube el ego a ningún tonto alfa, aunque se vean como malditos Dioses griegos, si este fuese uno sin dudas seria Ares o Hades, ¿porque lo digo?, simple, bad boy aura baby.

-¿Soy o me parezco?. - suelto sin pensar luego de ver como el Dios griego me ha estado observando sin parar desde hace ya un tiempo. Es halagador, pero creepy. El solo se acerca a pasos lentos hasta mi sin soltar aun sus brazos y moviendo la cabeza de lado a lado como si estuviese examinándome- ¿puedes decirme donde estoy o es que te comió la lengua el gato?

Se sitúa enfrente de mi mirándome desde su abismal altura, lleva una de sus manos hasta la tela de lo que traigo puesto, lo cual no había notado hasta ahora, tengo puesto una pijama de seda muy suave, la cual consiste en una camisilla de tirantes y un short muy muy corto de color blanco. Sip, en definitiva me emborrache, yo nunca en un millón de años usaría algo asi para dormir.

-En definitiva no eres su tipo, eres todo lo contrario a lo que el desea, sin embargo, no opinaría lo mismo personalmente. -menciona mientras una de sus manos toma uno de los tirantes de la camisilla que tengo puesta y sonríe de lado.

-¿Y a mi que diablos me importa?, mira, no se de quien hablas y no quiero saberlo, lo único que quiero es irme a mi casa, ¿puedo irme?. -pregunto mientras con una de mis manos quito la suya del tirante de la camisilla.

-Ya estas en casa. -da la vuelta mientras camina en dirección a la puerta.

-¿Que?, esta no es mi casa, ¿estas loco?. -camino detrás de el intentando ver un momento en el que se distraiga y yo pueda salir escapado de allí, pero el lo sabe, asi que al llegar a la puerta solo se da vuelta y se queda allí viéndome con una ceja alzada. - mira, de verdad quiero ir a casa, por favor, si no puedes dejarme ir al menos dime que esta ocurriendo y porque estoy aquí.

Me observa dubitativo hasta que al parecer se deja convencer y sede a decirme la situación.

-Te lo resumiré, ok. Tuviste un celo algo raro en una cafetería en la que mi hermano y yo estuvimos, muchos omegas sacaron a todos los alfas del lugar entre ellos a mi, pero mi hermano al parecer te reconoció, reconoció tu olor, eres su omega destinado, asi que te trajimos aquí al palacio para mantenerte cuidado y poder casarte con el. -Soltó eso con un tono algo molesto al final, por alguna extraña razón.

Me doy vuelta mientras suspiro y llevo mis manos a mis sienes, si tuviese un dolar por cada vez que un alfa me ha asegurado que soy su destinado, seria la persona mas rica del mundo. No soy el omega mas bello de todos, pero esa es una táctica que muchos alfas usan para unir a omegas a ellos de por vida, y de casualidad este alfa me reconoce como su omega justo mientras estaba en celo, que conveniente.

-¿Que yo soy su destinado?, pues dile que eso no me va, no soy de esos omegas que se dejan encerrar en un pala... ¿palacio dijiste?.- me doy vuelta rápidamente preguntándome si lo que escuche es realmente lo que el dijo. Asiente como si lo que dijese no fuese algo muy improbable. -mientes. -le digo mientras el solo niega sin una palabra. -los únicos que viven en palacios son las 4 familias reales, asi que a menos que tu y tu hermano sean de la realeza, es imposible.

-Pues lo somos, mi Hermano es el Heredero de los Hall, el príncipe Galvin. -dice sonriente apoyando si cabeza a la puerta relajadamente y posando sus ojos esmeralda en mi. - y tu servidor, es el príncipe Gladio.

-Je, jejejeeeeeeee.- rió fuertemente a carcajadas, sip mi risa no es normal, superenlo. - ere-eres muy chistoso. -le digo mientras intento retomar mi respiración. Mientras el mantiene su expresión seria y divertida, como si se tratase de algo cierto. -Por favor amigo, los príncipes nunca tienen destinados omegas hombres, y si según tu yo soy el de tu hermano, entonces eso me convertiría, ¿en que?...

-En la siguiente reina consorte de la familia Hall, sip, en eso te convierte. - Dice seriamente, sus ojos encuentran los míos y me doy cuenta, lo que dice es cierto, sus ojos me lo dicen todo.

Mi sonrisa cae mientras siento mi corazón latir frenéticamente en mi pecho, esto es algo que no deseaba, y que aun no deseo.

-Esto no puede ser, literalmente el titulo es de Reina, osea mujer, !yo no soy una mujer!, no puedo ser Reina. -digo calmado, intentando no sonar tan alterado como lo estoy verdaderamente. - es imposible que un hombre se convierta en Reina.

-Oh, pero si lo es, tu ahora eres el ejemplo divino de eso. Y pequeño cuñado, lastimosamente sufrirás mucho por ello. - me dice mientras abre la puerta y sale de la habitación dejándome solo.

Reina consorte, un titulo nunca dado a un omega hombre, la historia solo conoce a las parejas ideales de los cuentos de hadas como principales constituyentes de las 4 familias reales, en las cuales habitan dichos reyes, reinas, príncipes y princesas. Con leyes retrogradas como el que una princesa, aun siendo la primogénita de la familia no puede convertirse en Reina. Solo los varones son los que llevan ese titulo, mientras las princesas son las que simplemente son limitadas a ser reinas consortes, porque si, nunca ha habido una pareja destinada de la familia real de dos hombres o dos mujeres, el destino pareciese haberlo tallado en piedra misma.

Solo existe un Rey Alfa, y su Reina omega consorte.

Pero eme aquí, un omega, varón, y próximo a ser la Reina consorte de la familia Hall. La cual según se ha dicho siempre, es la familia mas preparada belicamente, y también la mas poderosa en cuanto a bienes. Sin duda la mas peligrosa, irse a guerra con los Hall es declarar la muerte misma.

Nunca he sido muy atento en cuanto a las familias reales, solo se que existen 4, los Hall, los Wood, los Benson y los Amber. Conozco los rostros de algunos de los príncipes y reyes gracias a algunas revistas y artículos en los que aparecen, pero nunca han sido interesantes para mi los Hall, solo he escuchado que su heredero, el príncipe Galvin, mi supuesto alfa, es literalmente un príncipe azul de cuentos de hadas.

De ser asi, ¿entonces que ha querido decir su hermano con que voy a sufrir?.

Una Polilla Entre MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora