Tu identidad

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Cuando el asistente de Galvin me dijo que habíamos llegado al lugar, me dijo que tan solo siguiera las escaleras hasta dentro del edificio, el estaría a mi lado caminando a las orillas de las escaleras asegurándose que llegara a salvo a mi destino, e cual era el príncipe Encantador. Y si aun no lo notan, no lo llamo asi porque lo sea, sino por El príncipe Encantador de Shrek.

Al bajar del auto , vi un montón de personas tomándoles fotos a todos quienes iban entrando por el lugar, y algunos otros estaban siendo entrevistados; eran paparazzis y los noticieros. Nunca en mi vida he sido el foco de atención en situaciones así, aunque claro no es como que si en realidad yo siempre haya estado asistiendo a eventos o siquiera a lugares como este.

doy un vistazo al edificio desde afuera, luce como un edificio publicitario en todo su esplendor, al menos unos 10 pisos de altura, y su acabado con Gárgola con su vista hacia abajo, situadas en algunas paredes, y al menos hay 10 de ellas, el edificio en si no tiene nada de anormal o extravagante, solo la excepción de esas gárgolas que le dan un toque raro a su construcción.

Empiezo a caminar hacia las escaleras del edificio, sintiendo como mi corazón late con fuerza a causa de las sensación de las miradas puestas en mi, mi respiración empieza sentirse pesada y mis pasos son cada vez mas difíciles de dar. Fun fact sobre mi, tiendo a ser una persona bastante tímida en lugares públicos, ansiedad social. Es algo con lo que he luchado durante toda mi vida, en especial en la secundaria, cuando en momentos así, mi cuerpo involuntariamente me hacia caminar rápido y mirar al suelo, pero al llegar a la universidad empeze a intentar luchar contra eso, así que cada vez que mis ojos buscaban ver el suelo y mi cuello sentía la necesidad de ceder, mantenía mi mirada mas alta y me obligaba a no ceder ante mi miedo. Siempre me repetía que  estaba todo en mi mente y que en realidad nadie me estaba viendo, y volteaba a ver para asegurarme que era cierto, ayudándome a calmar un poco esos miedos y permitiéndome estar mas relajado.

Pero este no era ese caso, en realidad todos me estaban viendo, y algunos empezaron a tomarme fotos y otros a preguntarme por mi nombre, podia sentir las miradas de todos ellos en la parte trasera de mi cuello, me sentía demasiado incomodo, me sentía fuera de lugar, en definitiva yo no pertenecía en este lugar, ni a esta clase de vida.

Mientras iba subiendo las escaleras observe a mi lado en busca del asistente, pero no lo encontré, volví mi vista hacia las escaleras y lo observe entrar al edificio apurado mientras pasaba entre algunas personas hablando con alguien por su teléfono.

-Wow, eh, cuñado no sabia que traías todo eso bajo ese pijama el otro día. - escuche una voz que venia desde una esquina de la entrada del lugar, y lo vi, el hermano de mi destinado, no recuerdo su nombre la verdad, pero un rostro como ese nunca lo olvidaría en un millón de años, luce muy intimidante con el atuendo que trae puesto y muy atractivo he de añadir, pero indudablemente a mi omega, el destinado se le hacia mucho mas hermoso, asco contigo omega interior. soltó una sonrisa landina, no si era algo que le salia naturalmente asi o simplemente esta siendo coqueto, lo cual dudo, pues soy el omega de su hermano.

Me acerque un poco a el sintiéndome un poco mas liviano, porque aunque no eramos amigos ni nada por el estilo, ver un rostro conocido para mi era bastante aliviante. Quise traer a Viv conmigo, pero luego de que le conté que confundí a el Príncipe Galvin con ella esta tarde, y que se preocupara por el hecho de que decidí desafiarlo en cuanto a cual vestido usar, dudo que si quiera vuelva a hablarme por mantenerla con el corazón en la boca.

-Agradécele a tu hermano que puedes observarme, oh príncipe, de menos jamas en tu vida me hubieses conocido. -sonrió de vuelta, intentando no sonar tan estresado por toda la situación. Al ver el rostro del Alfa frente a mi literalmente congelado con esa sonrisa landina después de lo que dije decido simplemente entrar al edificio dejándolo allí solo de pie. 

Al entrar un hombre en la entrada me pide mi nombre, a lo cual me paralizo pues no creo que este en la lista si el tonto del alfa que es su destinado aun no ha preguntado por mi nombre si quiera. Me quedo pensando un momento mientras el hombre frente a mi solo me observa fijamente esperando mi respuesta.

-Viene conmigo, Dominick. -siento a una persona tomar mi brazo para luego notar que no es ni mas ni menos que su alfa, o supuesto alfa, el cual luce muy sonriente, ¿acaso me he perdido de algo?. 

El hombre nos deja pasar luego de buscar en la lista y luego bajar su cabeza diciendo "alteza", para luego ver como el príncipe dobla su brazo en señal de que lo enganche al de el, dudo un momento pero accedo luego de ver su rápida mirada de fastidio. Si no estuviese justo ahora en un lugar publico, y todos no tuviesen sus ojos puestos en nosotros ahora mismo, no seria tan cortés de darle el brazo. Pero no puedo evitar sentirme mucho mas tranquilo luego de tomar su brazo mientras el me conduce entre el medio de la gente del lugar.

-Claramente, este no es el vestido que te deje en tu habitación para usarlo. - me dice en voz baja mientras le sonríe a las personas que están en la sala y saludando a algunos dándoles la mano. a lo que solo ruedo los ojos y el lo nota. -si crees que podrás andar toda la vida haciendo lo que quieras aunque te diga que hacer, estas muy equivocado. - dice aun sonriendo mientras me lleva en dirección a una mesa, y antes de sentarnos voltea su cabeza en mi dirección y se inclina un poco hasta llegar a mi oído. - me haz desobedecido, asi que espero que al menos seas capaz de arreglarlo y hacerme feliz portándote bien frente a todos, si dices algo fuera de lugar... no sabes las consecuencias que tendrás. -se endereza y acomada su sonrisa

No puedo evitar sentir una corriente bajar por mi culpa, obviamente por el miedo que lo que acaba de decir, pero también porque en mi interior siento como mi instinto me obliga a sentirme mal por hacer enojar a mi alfa. Observo la mesa en la que estamos, la mas grande del lugar, en la cual hay 10 Hombres Alfas mayores sentados riendo, al enfocar su vista en nosotros, a lo que al sentirme intimidado inmediatamente pongo una sonrisa en mi rostro sin mostrar los dientes para parecer lo mas amable posible.

-Príncipe Galvin, un gusto verlo.- habla uno de los hombres mientra sonríe y los demás asienten. -supongo que esa bella dama a su lado es su destinada, muy hermosa debería decir. -me sonríe y luego lo hacen los demás en cadena.

no puedo evitar sentirme incomodo, pues si bien es muy lindo el cumplido del hombre, se que al saber que en realidad soy un omega habrá mucha confusión, pues como ya he dicho, nunca ha existido una Reina omega consorte hombre, o si quiera algún príncipe que no tuviese como destinado a una omega hembra.

Puedo sentir el cuerpo del Alfa a mi lado tensarse al escuchar lo que ha dicho el hombre, seguro también debe estar tan nervioso como yo. lo escucho respirar profundamente antes de dar un paso adelante y hablar.

-Alfa Kalem, Grandes alfas del consejo, seria un honor para mi presentarles a mi omega destinado, Belion Gomez, mi futuro Reina consorte. -suelta sonriente, obviamente falsamente, pues desde aquí puedo sentir el nerviosismo dentro de su cuerpo.

Los alfas en la mesa quedan congelados por unos segundos, y luego se miran los unos a los otros mientras parecen estar discutiendo algo sin palabra alguna haber salido de su boca. Posan sus ojos en mi y puedo sentir mi ansiedad volviendo a mi cuerpo inmediatamente y lucho fuertemente contra mi impulso de llevar mi vista al suelo, y en lugar de eso solo respiro y alzo mi cabeza mas en alto manteniendo mi rostro serio. 

Una Polilla Entre MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora