El principe azul

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Harto, eso estoy, harto.

Y es que solo he visto a dos personas en lo que he estado en este endemoniado lugar, al alfa Dios griego y a la señora que me trae el desayuno almuerzo y cena. Creo que ella incluso rompió alguna regla al decirme su nombre o si quiera hablarme, por que la pobre se veía tan asustada cuando al fin me dijo su nombre tras días de estar preguntando. Viv, asi dijo que se llamaba, era una beta ya anciana y canosa, pero se había convertido en mi única compañía, ya que incluso no había visto mas al otro príncipe ese desde aquel día.

Ya llevaba 4 días encerrado aquí desde que desperté, pero algo no me hacia mucha coherencia, y es que aun no había recordado nada de lo que paso el día en el que llegue aquí. Lo curioso, amigos míos, es que se supone que llegue aquí con un celo incontrolable, y los celos duran aproximadamente una semana, y yo no podía creer que haya pasado una semana entera aquí y no lo recuerde.

Así que me dio por preguntarle a mi nueva mejor amiga Viv, quien obviamente se negó a decirme cuanto tiempo llevaba aquí al principio, pero luego de una charla tranquila y de mencionar cuanto me gustaba el bingo ella y yo concentramos mucho mejor, yo solía preguntarme que era lo que a los ancianos les gustaba tanto del bingo, pero esa mierda es adictiva. En fin, me fui por otro camino, Viv termino revelándome que llevaba ya 10 días aquí antes de despertar...

Que...

¿Que?

¡¡¡¡¡¡¡¿QUEEEEEE?!!!!!!!

Llevo 2 semanas en este lugar, supuestamente gracias a que soy el destinado de un gran príncipe heredero, el cual no se ha molestado en asomar su horrible rostro ni una sola vez por la maldita puerta.

Que una boda decían, JAJA, denme una semana mas y una sola oportunidad de verlo, y lo que habrá sera un funeral.

¿Saben que es lo mas gracioso de todo esto?, que  actualmente estoy con el rostro mas serio posible mientras estoy pensando en todo esto. Que nunca sepan tu siguiente movimiento.

Estoy viendo el candelabro que cuelga del techo, mientras estoy solo en mi habitación, cuando escucho el pomo de la puerta girarse, y solo sigo viendo el candelabro desde mi cama con pereza, total, se que es solo Viv que viene a traerme mi cena

Viv espero que hayas traído mi gelatina. -digo mientras me levanto de la cama perezosamente. -recuerda que me lo prometis...- me quedo callado cuando veo a un alfa parado frente a mi con ambas manos cruzadas detrás de su espalda. -¿y tu eres...?, ¡oh ya se!, seguro la tramposa de Viv te envió hoy para no pagar su deuda d...-

-Mi nombre es Galvin Hall, príncipe heredero al trono de la casa Real Hall, y soy tu Alfa. Ahora, esta noche habrá un evento al cual me acompañaras como mi omega y prometida, usaras lo que yo te diga y...

-Espera un minuto Romeo. -lo interrumpo a lo cual el parece haberle molestado porque solo me mira fríamente y solo rueda los ojos aun con la misma molestia. -aceptare ir contigo porque asi podre salir al menos por un rato de este lugar, pero no soy tu "prometida", tu no tienes el mas mínimo interés por mi  y ¿esperas que acepte?. - le digo aun sentado en la cama, y es que usare ese evento para poder escaparme, debo aunque sea ir con Lexia y ... oh mi pobre Lex debe estar llorando justo ahora pensando que he muerto.

El solo respira profundo y cierra los ojos, parece que dentro de su mente esta contando hasta 10 pacientemente, jeje, si, la paciencia no es una virtud de este alfa aparentemente. Tomo un minuto para observarlo bien. Es muy atractivo sin dudas, y se parece a su hermano, si este no tuviese esa bad boy energy.

Su cabello es mas un castaño claro y esta largo hasta llegar a su cuello, y luce tan perfecto que no dudaría si me dijera que de esa manera es naturalmente, su nariz es muy delicada, sus ojos son verdes al igual que los de su hermano, aunque los de este príncipe en frente suyo son mas claros, sus pestañas son abundantes y sus labios son rosados y finos, y su altura es menor a la de su hermano, pero este debe estar fácilmente llegando a 1.90. A diferencia de su hermano este no lleva tatuajes , al menos no muy visiblemente, tal vez bajo esa camisa blanca acompañada de una corbata celeste y un saco del mismo color, sus hombros anchos y fuertes, junto con el pantalón y unos zapato blancos de gala.

El príncipe azul que cualquier omega desea. Y su omega interior se goza con la belleza de su alfa destinado, porque sí, lo siente, el es sin duda su destinado, y siente esas enormes ganas de querer lanzarse ante ese alfa, ser abrazado por el y ser poseí... ¡cálmate omega!, el tipo es un cretino, los instintos no tienen lugar justo ahora, ademas algo malo aun debe estar pasando, porque no reaccionaria asi a menos de estar en celo.

-Haras lo que yo te diga, cuando yo te diga, porque soy tu alfa y futuro Rey, ahora ve a ese baño y al salir te pondrás lo que haya tendido en la cama, ¿ok?. -su mandíbula de aprieta y sus ojos permanecen de una manera calmada pero la cual denota fastidio sin duda.

Pero no hay nadie mas fastidiado que yo con la elección del Universo o los Dioses de darme a este hombre como destinado, no nos vamos a llevar bien, y eso lo se por la manera en que sus ojos me han escaneado completamente y ni se inmuta a ocultar algo su desagrado, si hay algo que odio es ser menospreciado. Luna dame paciencia de sobra porque si me das fuerza lo mato.

-¿Puedes ver mi cuello?, querido destinado. -digo dulcemente muestro mi cuello sonriendo y acercándome a el para que pueda ver mas detalladamente.

-¿Que diablos se supone que debo ver allí?. -dice alzando una ceja molesto

-¡Exactamente!, porque no hay nada que ver, no hay marca, y mientras no haya marca dale ordenes a la yegua que tienes de corcel. - río mientras me doy la vuelta y me alejo de camino al baño

-¡soy el maldito príncipe de estas tierras omega inútil y mien...¡ - lo oigo gritar de enojo, furioso ya por la conversación, a este lo parieron de apuros parece ser, y de colmo discutiendo.

-¿De que tierras?, ¿de estas?, pues quedatelas y mándalas a tu antojo, porque la única que me puede mandar por vivir en sus tierras se llama Jane Tilly, mi arrendadora querido. -cierro la puerta del baño librándome de los gritos del príncipe Encantador, en su interior ya se debe haber reventado una vena del coraje de haberle bajado el ego.

Luego de mi baño, salgo de la ducha con una toalla en mi cabello y otra alrededor de mi cuerpo, al llegar a la cama veo un vestido de color azul oscuro el cual es demasiado feo para mi gusto y para mi cuerpo, tendido en la cama junto con una nota la cual decía: "Ponte esto, sin peros, tal vez seas un hombre pero seras Reina, y debes vestir como tal. Debemos dejar una gran impresión. Te espero en el lugar, Fausto te llevara directamente".

Ja, ni en mil años seré visto con algo tan feo en publico. Voy al armario que hay en la habitación, la cual debe haber sido antes de alguna princesa, y gracias a eso encuentro un vestido muy hermoso pero... una gran impresión dijiste, ¿verdad mi alfa?, porque sin duda te la daré.

Una Polilla Entre MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora