-Sabes lo que esto implica, ¿verdad joven príncipe?. - menciona otro de los alfas en la mesa dirigiéndose a Galvin, el cual solo asiente y se mantiene recto en su posición. - Nunca ha existido una Reina omega de ningún reino que haya sido hombre... -el hombre suelta de manera firme y algo molesta, a lo cual puedo empezar a sentirme rechazado.
-Pero no quiere decir que nunca existiría alguna, Alfa Samir. -alza la voz otro de los alfas de la mesa mientras dirige su mirada de reprobación hacia el otro. -siempre hemos sabido que lo de los destinados es algo impredecible e imposible de cambiar.
-Es cierto Alfa Rahim. - menciona de nuevo el primer alfa que los saludo al arrivar a la mesa. - Nunca se ha reglamentado que la Reina omega debe ser estrictamente hombre o mujer, siempre hemos sabido que en algún momento se iba a dar esto.
-Pero no podemos aceptar esto, Kalem, va en contra de todos nuestros ideales, de todo en lo que creemos . -Otro se une a la conversación mientras palma de su mano abierta y llevándola en mi dirección, mentiría si no dijera que me quiero fundir aquí mismo.
-Lo que crees tu, no todos lo hacemos. - menciona otro de los hombres. -Si bien no estamos acostumbrados a esto, no esta en contra de nada, el joven príncipe solo esta aceptando a su destinado como los Dioses lo han decidido. Ademas, no creo que esto sea algo que discutir justo ahora, si es que en realidad si quiera debería discutirse. -termina de hablar mientras me lanza una sonrisa sincera y se la devuelvo, se le quiere señor, se le quiere.
-Tienes razón, Marcos, esto no sera discutido aquí. En cuanto a usted Príncipe, lo felicito por encontrar a su destinado y le deseo toda le felicidad del mundo.
Galvin sonríe satisfecho mientras que algunos de los alfas no dudan en mostrar su desacuerdo lanzándome miradas asesinas, y algunos incluso no esperan en empezara a susurrarse cosas.
-Muchas gracias, Alfa Kalem, al igual que todos los demás señores del consejo. -menciona Galvin asintiendo en forma de reverencia. -Que pasen una gran velada. -se voltea y me extiende de nuevo su brazo para tomarlo.
-Ah y por cierto pequeño. - se dirige a mi antes de que nos demos vuelta.- lamento lo de haberte confundido con una mujer, digo, si es que puedes culparme. - ríe mientras yo lo sigo de mi parte aliviando asi mas el ambiente. -en mi opinión, si yo fuera el príncipe Galvin, ya te hubiese marcado, seria lo mejor notando como te observan todos en la sala. -vuelve a reír y en esta ocasión Galvin suelta una risilla pequeña acompañándolo. Eso no le gusto, para nada le gusto.
Luego de eso simplemente damos la vuelta y caminamos hacia otra mesa la cual el me conduce, sintiendo como su cuerpo esta tenso pero el sigue manteniendo su rostro muy sereno y normal e incluso llevando una sonrisa cada que alguien se acerca a saludarle. mientras tanto puedo observar como algunos alfas me observan mientra pasamos, reposando sus miradas en todos los lugares de mi cuerpo, estoy consciente de como estoy vestido, y me siento cómodo con eso, pero no puedo evitar incomodarme mientras en algunos de los abrazos de presentación a los que me somete Galvin para presentarme a sus conocidos dentro del lugar, me incomoden, puesto que algunos de estos alfas aprovechan para tocar mi cuerpo detenidamente y otros intentando llegar a mis glúteos, siendo detenidos por mi.
En cada ocasión busco a Galvin, buscando su mirada, buscando algo de acción frente a la situación, y el lo ha vito, todas y cada una de las ves que ocurrió, y aun asi nunca hizo nada, nunca se atrevió a defenderme. En mi interior eso me dolió mucho, el sentir que mi alfa me rechazaba tanto que no le importaba ni un poco el como me estuviesen tocando otros.
Pero sin embargo algo raro empezó a ocurrir. Después de abrazar a cada alfa, una y otra vez, empeze a sentir como un calor se situaba en mi vientre.
Era imposible, no podía ser...
Recién había sido mi celo, asi que no era posible que estuviese pasando de nuevo, sin embargo, por cada abrazo de alfas que recibía, y por cada segundo que pasaba, sentía ese dolor subiendo mas y mas.
no lo dude dos segundos y sin decirle nada a Galvin, solo empeze a caminar fuera del lugar, debía alejarme de allí lo mas posible, y lo mas rápido posible, sino terminaría avergonzado otra vez como en la ocasión de la cafetería. tal vez este era mi momento y podría escaparme a mi casa o ir en busca de Lexia.
mientras caminaba choque con la espalda de alguien, e inmediatamente me empeze a disculpar avergonzado hasta que la persona volteo, era el hermano de Galvin, asi que luego de verlo, solo pase a su lado y seguí intentando caminar.
-Oye, a donde vas. -escuchaba su voz detrás de mi mientras aun seguía caminando. -sabes que si escapas de todas formas Galvin te encontrara cierto. -reía detrás de mi mientras me seguía.
-No me importa si lo hace ahora solo necesito alejarme de aquí. -llegue a la escaleras mientras sentía mi respiración hacerse cada vez mas pesada y el calor en mi cuerpo empezaba a llegar. debía ser mas rápido o terminaría en plena calle mientras mi olor se liberaba al aire libre.
-Que es esto, quieres ser como cenicienta o que. -llego hasta mi y me tomo del brazo deteniéndome, intente zafarme de sus manos pero el simplemente era mucho mas fuerte. Su olor de Alfa llego a mi haciéndome estremecer en ese preciso momento, al ver esto el solo hizo un gesto de confusión. -¿Que te sucede?, solo te toque y...
Mierda... libere un poco de olor. Gracias a los Dioses no fue completamente, pero fue lo suficiente como para que el lo notara.
El lo percibió e inmediatamente entendió toda la situación, su rostro se congelo por un momento, para luego inmediatamente ver alrededor de nosotros en busca de alguna salida. al no encontrarla solo me jalo de la muñeca por todo el lugar hasta llegar al estacionamiento, a la limusina en la que había llegado junto con el asistente de Galvin. En el trayecto que llegábamos, escuche a algunos de los periodista y paparazzis gritar el nombre del alfa esperando a que este se acercara a ellos o si quiera posara para tomarle alguna foto, Gladio. El ya me había lo había dicho aquel día, pero ya lo había olvidado, y ese día se me hizo un nombre normal, pero justo ahora su nombre se me hacia la palabra mas hermosa del mundo.
Me sube a la parte trasera y se va al lugar del conductor. arranca la limusina y sale del parqueadero, de camino lo veo muy nervioso mirando el retrovisor, lo observo por la pequeña ventana que conecta la cabina del conductor con la parte trasera. Hasta que siento que el dolor se intensifica y mi olor se libera completamente. EL lo ha notado, veo sus ojos abrirse por el retrovisor y lo veo empezar a sacudir la cabeza intentando ignorarlo. Abre su ventana en busca de aire, pero es casi que imposible.
-Gla...Gladio. -suelto su nombre pesadamente y sin querer sale de mi boca siendo un gemido.
Siento como mi entrada se empieza a sentir mojada y cada vez el calor me inunda mas, mis respiraciones cada vez son mas difíciles, y el dolor punzante en mi vientre es mas y mas fuerte, esta vez se siente incluso peor que la ultima, mientras se detiene a causa de la luz roja.
Noto como sus ojos se posan en mi por el retrovisor y su cicatriz es visible, mi omega se siente emocionado, pero desea mas. Deseo estar bajo el, deseo ser poseído por ese alfa. Gladio impone un aura dominante, y no hay nada que desee mas justo ahora que el ser totalmente dominado por el.
-Gladio...- suelto entre respiraciones cortas y viendo como voltea y sus ojos se conectan a los míos. -Haz... hazme tuyo, Por favor...
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Una Polilla Entre Mariposas
FantasíaBelion Gomez es un omega de clase social media, y lleva una vida muy normal para sus 20 años. siempre ha sido muy cerrado en cuanto a quienes deja entrar a su corazon luego de que gracias a un alfa su amistad con una de sus mejores amigas fuese des...