— Eileen —susurro mi nombre sin entender que hacía aquí.
Pero no nos dio tiempo a decir más por que entraron los matones que iban tras él y echamos a correr. Al abrir Bruce una puerta nos encontramos con uno de ellos, pero al darnos la vuelta nos encontramos con que estábamos rodeados.
Uno le tomó a el mientras que los otros dos intentaron mantenerme quieta mientras intentaba zafarme, pero note como me golpearon la cabeza y después todo se volvió negro...
Narrador:
Los matones al notar que Eileen no iba a molestar más se unieron a ir por Bruce mientras la dejaban en el suelo. Al intentar escaparse le quitaron la mochila a la vez que le permitieron ver a Eileen en el suelo inconsciente.
— Pero, ¿qué le habéis hecho? —dijo mientras comenzaba a perder totalmente el control.
El les aviso de que que se estaba cabreando, pero ninguno le hizo caso, pero lo que empeoró las cosas fue notar que allí también se hayaban otros militares. Entonces le pegaron un puñetazo en el estómago y perdió el control transformándose en una bestia.
Al ver a Eileen en el suelo se paró por un instante sopesando como actuar, para al final dejarla en el suelo e ir por los brasileños y por los soldados.
Los soldados le avisaron a el general Ross, acerca de una cosa enorme que se movía.
— Es el objetivo, empleen los tranquilizantes —les ordenó sin saber que estos no podrían atravesar su piel.
Por lo que ninguno de los disparos fue efectivo.
El general al ver lo que sucedía trato de contactar con su hija, pero notando que esta no contestaba trato de entrar el mismo a buscarla, tratando de mantenerse lejos de donde se encontraba el grandulón que pedía a sus adversarios que le dejasen en paz.
Pero Emil Blonski no se daba por vencido en sus intentos de reducir a aquel gigante, pero cuando este le cortó el paso y escapó, no pudo evitar sentir una gran frustración por no haber logrado su misión.
Mientras tanto mantenían al tanto al general, mientras este encontraba a su hija tumbada en el suelo con lo que parecía una contusión en la cabeza, de la que por suerte no parecía salir mucha sangre, corrió hasta ella y al ver que seguía teniendo pulso se relajo y mandó traer a un médico. Mientras el volvía a su misión.
Al volver al piso de Banner el general habló con algunos de los soldados, entre ellos Blonski.
— Vi algo raro antes de empezar a disparar, la llevaba en la huida —dijo refiriéndose a la mochila de la que sacaron un portátil, en el que al abrirlo, encontraron una fotografía en blanco y negro que parecía impresa en papel. En ella se veía a una joven a lo lejos, pero de la que seguro que podían sacar información si la escaneaban—. ¿Es una novia? ¿Quizá le ayude?
— Ella ya no es relevante —le dijo el general deseando que sus palabras fueran ciertas—. Le cerramos esa puerta hace mucho tiempo, esta solo. Quiere estar solo. Pero comprobemos si ha hablado con alguien.
— Discupe señor —le pidió permiso para hablar Blonski—, nadie quiere hablar de lo que ha pasado aquí. Nos tenía controlados y no actuaba solo, señor. Ya lo teníamos y de repente algo nos atacó, algo enorme nos atacó. Lanzo una carretilla elevadora como si fuera un balón. Era la cosa más forzuda que he visto.
— Pues se ha escapado —le respondió como si le recriminara por ello.
— Sí Banner sabe lo que es, lo encontré señor. Le pondré el pie en el cuello y entonces...
— Era Banner —le corto Ross a Blonski—. Esa cosa era Banner.
— Tendra que explicarme eso que ha dicho, señor —le pido Blonski atónito ante sus palabras.
— Pues no, ha hecho un buen trabajo. Recojan lo todo y suban lo a un avión —ordenó—. Volvemos a casa.
Narra Eileen:
Al despertar, noté que estaba en el hospital del cuartel y no recordaba cómo había llegado aquí.
Unos minutos después de despertar y que me viera una enfermera, entro mi padre.
— No vas a seguir en esta misión —y eso es lo primero que me dice mi padre tras despertar.
— ¿Y eso, general? —pregunté dirigiendome a mi superior y no a mi padre.
— Habras notado lo que te ha pasado, no pudiste distraerle, así que es mejor que no estés cerca de él. Además, no terminó de fiarme de que le hayas superado por completo.
Tuve que callar, por que note como en su tono de voz dejaba claro que no iba a cambiar de opinión. Por lo que relevada de la misión y ya recuperada casi por completo volví a casa donde Betty estaría más que encantada de saber que estaría un tiempo con ella hasta que me volvieran a llamar.
ESTÁS LEYENDO
² CONTROLANDO LA IRA → Bruce Banner
FanficSolo cuando estamos juntos podemos olvidar el dolor. Por qué solo nos aceptamos realmente el uno al otro, solo el uno al otro no podemos sentir que somos perfectos con nuestras imperfecciones. Por qué yo no solo amo a Bruce, si no también a tu otra...