Desperté tiempo más tarde, no se cuanto, en una cueva y a mi lado estaba el gigante.— Bruce...
Los rayos no parecían hacerle gracia y grito al cielo.
— Tranquilo, tranquilo, a mi tampoco me hacen gracia los truenos ni los rayos —conseguí tomar su mano sin molestarle y le guíe de vuelta a la cueva para que se resguardada de la lluvia conmigo. Hice que se sentara en una roca que sobresalía como si fuera un banco y yo me senté a su lado.
Parecía estar tranquilizando se conmigo a su lado.
— Estamos bien, estaré a tu lado.
Al despertar a la mañana siguiente note que había acabado durmiendome abrazada a Bruce, quien había vuelto a la normalidad. Me daba pena despertarlo, se veía tan relajado así, dormido, pero tenía que hacerlo. Pues debíamos pensar en que haríamos.
El estaba muy débil, por lo que me cargué uno de sus brazos sobre mi hombro y salimos del bosque, llegamos a un motel y allí nos conseguí una habitación, en donde dejé a Bruce descansando mientras yo le conseguía algo de ropa nueva y también para mi ya que la que llevaba estaba húmeda.
Al llegar escuché arcadas y con temor me dirigí al servicio tras cerrar la puerta y dejar las cosas.
— ¿Bruce? —pregunte preocupada.
Pero, él salió del baño con un cepillo de dientes en la boca lo cual me alivió.
— ¿Estas bien?
— Si, y ya me encuentro mucho mejor.
— Menos mal...
— Es que tenía que recuperar mis datos.
— Te tragaste el pendrive —le dije reconociendo su astucia.
— Sí, bueno, las circunstancias requerían improvisación.
— Ya lo creo —le dije devolviendole la sonrisa que traía.
Empeze a revolver entre las bolsas.
— Lo primero es lo primero —le dije lanzandole una pulsera que registraba el pulso.
Tras que se colocase el reloj, seguí mostrándole la ropa que había comprado. Para luego que me pidiera que le cortase el pelo.
— Por detrás no muy corto, ¿vale?
— No es la primera vez que te lo corto.
— Ya, pero la última vez no te quedó muy bien.
— Ah, ¿sí? —le pregunté haciéndome la ofendida. Le pegué un suave golpe en el brazo, pero luego le abraze por detrás. Le había extrañado tanto durante este tiempo. Le besé la sien sin romper el abrazo pegando mi mejilla a la suya para volver a besarle una y otra vez la cara.
Entonces el deshizo el abrazo poco a poco para levantarse y girarse para acabar quedando cara a cara. Entonces ambos conectamos nuestras miradas y noté que ambos nos estábamos muriendo por besarnos y eso hicimos. Este poco a poco se hacía más intenso, separándonos a penas para respirar.
Nos movimos lentamente hacia la cama y caímos en ella sin romper el beso. Cuando estábamos empezando a ir poco a poco más allá, el se frenó y se separó.
— Espera, no podemos hacerlo.
— Quiero hacerlo contigo de nuevo... —dije intentando volver a besarle, pero se separó impidiendolo.
— No puedo, no sabes lo que deseo hacerlo, pero no puedo, no puedo excitarme demasiado, mi pulso aumenta y el...
— Entiendo, ¿pero ni siquiera un poco?
— Eso desearía —dijo el mientras escondía su cabeza en mi cuello.
A pesar de lo que dejamos sin terminar, ni llegar casi a comenzar, no pude evitar sentirme bastante feliz al haber dormido entre sus brazos, aunque no ocurriera nada más. Tras levantarnos y terminar de vestirnos por completo, vacie mi mochila sobre la cama.
— No podemos utilizar nada de esto, pueden rastrearlo todo.
— No creo que puedan rastrear mi llavero —dije para luego tomarlo, no lo tomaba solo por tener las llaves de mi casa, si no por que me lo hizo Betty cuando éramos niñas y era realmente importante para mi.
— No, puedes llevartelo. No podemos usar las tarjetas de crédito ni el carné o el móvil.
— Ya sabía todo eso Bruce, puede que nunca haya huido, pero soy del ejército, se como nos rastreamos. Y mi pistola me la llevo, por si acaso, aunque no espero tener que utilizarla ya que no me gusta hacerlo y los casquillos también servirían de pista.
— Bueno, tomaremos evidentemente el dinero.
— Claro y no te preocupes, movil totalmente apagado y ya revisé si mi padre había colocado algún rastreador y lo quité antes de ir a la estación de bus. Pero no creo que con cuarenta doláres y sin tarjetas lleguemos muy lejos —entonces caí en mis collares, por ambos conseguiríamos bastante dinero, a pesar de lo mucho que me dolería vender ambas cosas—. Podríamos verder esto —dije sacando el collar más corto.
— No, es el único recuerdo de tu madre... no...
— Lo empeñamos y ya lo recuperaremos, igual que este otro —dije sacando el más largo.
— Aún lo llevas contigo —dijo tomando el anillo de mis dedos.
— Me lo regalaste tu, no podía deshacerme de él sin haber aclarado las cosas contigo.
No me esperaba que su siguiente acción fuera besarme, pero se lo respondí gustosa.
![](https://img.wattpad.com/cover/251078346-288-k940585.jpg)
ESTÁS LEYENDO
² CONTROLANDO LA IRA → Bruce Banner
FanficSolo cuando estamos juntos podemos olvidar el dolor. Por qué solo nos aceptamos realmente el uno al otro, solo el uno al otro no podemos sentir que somos perfectos con nuestras imperfecciones. Por qué yo no solo amo a Bruce, si no también a tu otra...