Ilusión del Pasado | Taiream

Aunque la verdad se oculte...

Tails y Cream estaban sentados frente a frente comiendo en silencio, mientras Chocola comía a un lado de su dueña dando ruiditos de alegría.

El zorro miraba a la chica con cautela, intentando decifrar el comportamiento de la chica.

Se despertó hace algunos minutos debido a los pasos de la chica. Avergonzado, se disculpó con ella por no tener la cena caliente cuando ella llegó pero Cream le dijo que ella y Chocola había llegado tarde de todos modos.

Tails, de forma juguetona, se dispuso a molestar a la chica preguntándole si había llegado tarde por comprarle un regalo para él. Cream solo lo negó sin decirle mucho más.

Fue en ese instánte que Tails fue consciente que Cream parecía incómoda o molesta por algo, por lo que decidió guardar silencio y contemplar bien la situación. No quería que la chica estuviera molesta con él.

— Y... —empezó él—, ¿cómo estuvo el trabajo hoy?

Cream se limitó a alzar los hombros.

—  Igual que siempre.

Tails hizo una mueca que pareció no ser notada por la coneja.

La cena pasó sin mayores conversaciones. Al terminar, Cream, agradeciéndo la comida se levantó de la mesa y se dirigió a su habitación.

Tails comenzó a sentirse algo apenado, culpable incluso.

— De seguro está enfadada por molestarla demasiado —dijo en voz alta, pensando en alguna forma de buscar perdón en la chica.

Mientras estaba lavando los platos, escuchó como la puerta trasera se abría y, posteriormente, cerraba, lo que llamó su curiosidad y se dirigió discretamente a buscar la razón de aquello.

Oculto, observó por la ventana como Cream caminaba entre la nieve por el patio trasero dirigiéndose hacia la colina.

— Y va sin bufanda —dijo el zorro mientras movía la cabeza en desaprobación.

Rápidamente, se dirigió en busca de la bufanda naranja de Cream y salió tras ella.    

Se sorprendió de lo lejos que ya estaba la coneja, casi llegando a la punta de la colina. No lo fue difícil asumir que la chica había volado hasta ese lugar con sus orejas, por lo que se propuso a hacer lo mismo con sus colas.

— ¡Cream! —exclamó haciendo que la chica se sobresaltara y volteara rápidamente hacia él.

— Me asustaste.

Tails rió.

— Lo lamento, pero no puedo permitir que te enfermes otra vez.

Tails se acercó a ella con la intención de ponerle la bufanda como tan comunmente lo hacía estos últimos días, pero al recordar el "enfado" de la chica se detuvo.

— ¿Puedo? —preguntó, tenía la teoría que a Cream no le gustaba las "confianzas" que él se estaba tomando y no quería incomodarla.

Cream frunció un poco el ceño, sus mejillas tornándose rojas de pronto.

— ¿Ahora preguntas? —dijo en voz bajas, para luego asentir.

Como siempre, con mucho cuidado y delicadeza, Tails envolvió el cuello de la chica con la bufanda.

— ¡Ahora sí! No te resfriarás.

Cream levantó la mirada, haciéndo que los orbes marrones se encuentren con los azules.

El lugar pareció más cálido en ese momento.

Cream podía notar que las mejillas de Tails también parecían un poco más rojas, dándole un aspecto algo adorable.