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La situación era... por decirlo de alguna manera, peculiar.

Los ojos rojos como los atardeceres del hombre de escasa barba (la cual sólo crecía en algunas líneas sutiles en la barbilla) estaban fijamente clavados en la figura infantil que servia como un invasor en su hogar. Ahí estaba, sentado incomodanente en la cocina, observando como un cabrito con la cara totalmente manchada, sujetaba torpe pero firmemente una cuchara plateada y comía con ánimos su plato de avena con frutos secos. Technoblade podía escuchar como la colita del niño se sacudía, raspando levemente con la madera de la que se conformaba la silla y podía observar como sus orejas se movían suavemente de atrás hacia adelante de vez en cuando en su tremenda concentración tal como lo harían las de una cabra cualquiera mientras pasta en verano.

Realmente no sabia como sentirse al respecto con aquella imagen, en general, como sentirse con el hecho de tener a un niño comiendo de su comida, y a la "madre" de este en su sofá descansando de lo que pudo haber sido un golpe mortal. Quackity aún no había despertado desde que habían llegado lo cual no había sido más de una hora, Technoblade se había limitado a quitar de en medio el gorro arruinado por el carmesí y vendar firmemente su cabeza en busca de frenar el sangrado.

Por supuesto, también había retirado (con ayuda de tubbo, pues no quería sentirse un total pervertido o una especie de acosador) la ropa mojada por la nieve envolviendo al hombre de lunares variados en lo más cálido que encontró en toda la casa.... su propia capa.

Y un par de mantas más encima en busca de hacerlo recuperar el calor y por tanto, el color en las mejillas que aún seguían algo paliduchas.

- Mi mamá va a estar bien? - finalmente Toby, nombre el cual le había revelado después de un pequeño interrogatorio, preguntó separando su concentración de la comida entre sus manitas.

- Oh... eh... no lo sé - realmente no iba a mentirle, nisiquiera sabía hacerlo correctamente si era honesto, tal vez no era la mejor respuesta para darle a un niño, y eso fue más claro cuando los ojitos de por sí inchados del niño se humedecieron nuevamente. Una mueca nació en la cara del pelirrosado, estaba listo para escuchar al niño llorar y estallar en un berrinche pero eso no pasó.

Tubbo asintió a esas palabras bajando la mirada hasta encontrar nuevamente su comida, reanudado el movimiento de tomar la cuchara y comenzando nuevamente a comer, pequeñas lágrimas silenciosas nacieron de sus ojos bajando por sus mejillas redondas, gotas saladas que venían de un niño entrenado para no hacer ruido cuando llorase... era jodido.

El hombre no podía más que sentirse profundamente incómodo y profundamente confuso, que se supone que haría? Que se supone que en general estaba haciendo? Seguía sin procesar correctamente el por qué había seguido aquel llanto desde un principio y por que les había permitido la entrada a su hogar. Desde ese espacio de la cocina podia vera la sala, más específicamente al pato en el sofá acurrucado entre mantas y el mismo peluche que adornaba gloriosamente la parte superior de la capa roja, de SU propia capa cabe destacar, recordaba que había sido complicado sacarle al niño de entre los brazos incluso estando inconsciente, no imaginaba como se había sentido antes de caer fulminado, cuanta desesperación, cuando anhelo... tal vez por eso ahora estaba ahí...

Techno se convencio por un momento que los dioses habían escuchado alguna oración hecha por Quackity, y el había sido la única aunque tal vez no la mejor opción de respuesta que pudieron encontrar.

- N-no.. no llores.. - aun así, el no estaba hecho para ser suave, no sabía serlo, estaba tratando, su mente lo transportaba a recordar palabras dulces, Philza fue quien apareció en su mente, el rostro de piel clara de su padre mientras lo abrazaba contra su pecho - Es normal sentir.. miedo.. pero no es bueno dejar que te consuma

Cada palabra venía de un recuerdo, y el rostro de tubbo al fin se iluminó, incluso atraves de las lágrimas, sus ojos tuvieron una pizca de paz.

....

El frío se sentía tan.. doloroso... y a la vez tan pacifico consumiendo sus huesos machacados por años de aventuras exoticas en compañía de sus amigos y de golpizas intensas de mano de su amado marido.

Su cuerpo se sentía hundido en la más profunda oscuridad, era como flotar en un mar helado que te ahoga sin realmente hacerlo, vivir la sensación desesperante del agua invadiendo dolorosamente tus pulmones y aun así, jamás llegar a ahogarte de verdad, repitiendo y manteniendo la sensación sin poder tener un tope, un límite o una pausa.

Se sentía indefenso bajo el manto pesado de la incertidumbre, apenas podía recordar su propio nombre dentro de aquella ensoñación tortuosa, apenas y podía saber si estaba vivo o muerto para empezar.

Solo sabía que tenua frío, que su cuerpo se sentía entumido y que algo muy importante le estaba faltando en esos momentos. ¿Que estaba olvidando?

Su nombre.... Alexis... Alex... Alex Quackity. Se llamaba Quackity...

Donde estaba.. lo último que sabía era que había estado en un lugar frío... muy frío.. pero.. ahora se sentía cálido, no supo en que momento el calor comenzó a invadir sus entrañas hasta penetrar en su piel

Por que estaba ahí? Por... Tubbo... espera .. quien es tubbo?...

Piel clara y tenuemente tostada...
Lunares dulces salpicados en su piel tersa
Ojos grandes, verdes como la esmeralda.. tristes como la soledad

Tubbo... Toby..

  Es su hijo

Espera...

- ¿Toby?

...

- Donde esta Toby?

...

- Toby estaba en mis brazos

  Frío, frío, frío

- YO TENIA A TUBBO EN MIS BRAZOS

   Ardor, sus pulmones se sentías llenos de agua helada y asfixiante que hacia su tráquea arder violentamente

- YO LLEVABA A MI HIJO EN MIS BRAZOS

    Dolor, miedo, tanto tanto miedo

....

- TUBBO!

Technoblade no espero ver despertar a su invitado en un grito estrangulado.

Pero ahí estaba, un sujeto bañado en sudor, con los ojos desorbitados, respirando con una aceleración poco saludable, y apestando a un profundo terror, las hormonas de pato desvelaban una desesperación que hizo al cerdo taparse la nariz.

Las cosas no mejoraron cuando el chico comenzó a moverse desesperadamente, abrazando su pecho con fuerza, pues ahí es donde se suponía debía estar su niño, su hijo, su bebé, donde demonios estaba su bebé.

Oh no no no no no no

- Hey tu, relájate quieres? - Esa no habia sido realmente una buena elección de palabras, pero no entendía realmente de qué otra manera podría reaccionar.

Quackity lo miró como si fuese un animal salvaje... technoblade jamás había sentido miedo de una mirada...

Esa era la mirada de una madre angustiada y ahora... furiosa. Un omega protegiendo a una cría, y de un tipo que estaba a punto de saltarle a la yugular si no le decía en tres segundos donde demonios estaba su hijo.

El piglin tragó seco




Ya tengo un dibujo de referencia de mi diseño de techno jajsjs se los subo luego

- Abejas en la nieve -  <Quacknoblade>  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora