𝔓𝔬𝔨𝔢𝔯 ℭ𝔞𝔯𝔡 ✦𝙼𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐✦

𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔

ᴍɪɴʜᴏ

Continue con mi trabajo, había dejado unos papeles pendientes por revisar el día de ayer, pero en estos momentos mi mente solo podía pensar en que han jisung vendría a mi oficina.

Por alguna extraña razón mi mente y cuerpo podían verlo a cada segundo y eso era un tanto extraño para mí, nunca creí que el enamorarse se sentiría así.

Mire la hora en mi reloj, segun lo que encontré en mi sistema de datos, Jisung debería de estar llegando en unos minutos y eso implicaría que lo vería de nuevo.

Comencé a contar los minutos y tal vez no fue buena idea, ya que el tiempo se me hizo aún más largo de lo que en realidad era y solo pude estar relativamente más calmado cuando la puerta de mi oficina fue tocada. Me prepare mentalmente y le pedí que entrara.

Ahí estaba el, traía unos pantalones sueltos así como la camisa igual, denotaba que está última era una talla más grande de lo que el es.

—vine cómo me lo pidió—comenzo s hablar y pude notar que estaba nervioso, deje de hacerle el mini escáner que inconscientemente comencé a hacerle y hable.

—si, toma asiento—le indique y el así lo hizo. Vi que estaba nervioso así qué continue hablando—no tienes por qué estar nervioso, no te rebajare de tu sueldo ni mucho menos te reprendere. Ahora... ¿Hace cuánto trabajas aquí?

—bueno pues tengo más de seis meses aquí—eso me respondió y no me sorprendió.

—bien, ¿Por qué entraste a trabajar aquí? Digo eres muy joven aún—le mencioné y el solo asintió ante mis palabras.

—lo sé, bueno pues principalmente para comenzar a ganar dinero. Tengo un hijo y mi madre es quien trabaja, no quería depender de ella y creí qué sería una buena opción el trabajar.—hizo una pausa, le ví pensativo así que decidí hablar.

—¿Cuántos años tiene tu hijo?

—mm bueno, hace no mucho cumplió su primer año.

—es increíble lo que hacer por él, ¿Que hay de su padre?—lo ví dudar así que seguí, creí que tal vez no me había entendido—digo, supongo que el te ayuda en algo, ¿No?

—en realidad no, y es por eso que estoy trabajando. Cuando le conté sobre que estaba embarazado el solo negó ser suyo y yo no quise volver a hablar con él, pero sus abuelos sí ellos si me ayudan con algunos gastos y también envían algo de ropa.

—lo importante aquí es que tú te estás esforzando a salir adelante con él— y eso es justo lo que pienso. Digo, es muy joven aún, y ve a futuro, el como quiere que el y su hijo estén y no solo se está quedando estancado ahí.

—gracias, yo amm no es que me incomode ni nada pero ¿Tardará mucho? Tengo que seguir con mi trabajo...

—de hecho no, o eso depende de tí, digo ¿Qué pensarias si te ofrezco un aumento de sueldo? Ajustamos tu horario para que no tengas que irte tan tarde de aquí y puedo ofrecerte un mejor puesto.

—yo..

—no tienes por qué responder ahora, piénsalo y antes de irte puedes decirme. Es una gran oportunidad, pero no te presionaré a nada.

ᴊɪsᴜɴɢ

Revise la hora en mi teléfono era la 12:30 de la mañana y eso implicaba que muy pronto tendría que ir a hablar con Minho. Aún no tenía idea de que respuesta le daría lo había pensado demasiado sin embargo aún no encontraba algo que me dijera que eso era una buena opción.

Digo ¿quién te propondría eso solamente porque tienes un hijo? Y sé que era una muy buena opción pero la verdad no estaba seguro de nada digo no sabía si aceptar, una parte de mí pensaba que solamente me lo ofrecía por lástima pero otra me decía que era porque en realidad me quería ayudar.

Era como tener esos dibujos animados: El diablito y el angelito, y no sabía en realidad por cuál elegirme tenía esas dos opciones y mi mente daba tantas vueltas que incluso no me puede concentrar al 100% en mi trabajo.

Sin embargo no tenía tanto tiempo para pensar lo tenía que dar mi respuesta muy pronto y eso me ponía aún más de nervios porque mi mente era un lío total.

—¿Está todo bien Jisung?— pregunto uno de mis compañeros de trabajo y yo solamente asentí queriéndole restar importancia a mis problemas, no quería que nadie más se interesara en problemas que solamente eran míos y no de ellos.

Él solo me dio una mirada compasiva y yo solamente me fui de ahí, tenía que continuar con mi trabajo y terminar con los últimos 30 minutos que restaban de mi jornada.

Una vez que sos 30 minutos pasaron yo me dirigí hacia los vestuarios, tenía que cambiarme por mi ropa habitual para no quedarme con el uniforme de trabajo, así que una vez terminé me decidí por ir a la oficina de mi jefe.

Subí las escaleras hasta el piso de arriba y una vez llegue a la puerta me decidí por tocar estaba tan nervioso que sentía que mis manos sudaban incluso mis piernas temblaban. Un suave "pase" escucho del otro lado de la puerta por lo que yo me arme de valor y la abrí.

—supongo que ya me tienes una respuesta— mi jefe hablo y yo solamente asentí él me indicó que me sentara y eso fue lo que hice —¿Y bien?

—acepto su propuesta de trabajo— dije y supe que era la mejor decisión que había tomado en toda mi vida.