16 La realidad

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Abro los ojos sintiéndome mareado, todo está en movimiento y veo a un paramédico que me indica que me calme porque vamos en una ambulancia.

Al llegar al hospital me llevan deprisa a la sala de urgencias, mi lado izquierdo sufrió quemaduras y necesitan atenderme para ver la gravedad. Colocan la mascarilla y me pierdo una vez más.

- Freda – esta recostada a mi lado con su bella sonrisa y su cabello suelto -. Mi mundo es una locura, mi tienda ha...

El silencio del lugar me saca de mis pensamientos y me levanto a prisa.

- Tú estabas adentro, la muñeca.

Mi desesperación ha crecido considerablemente, ella está tan tranquila como si nada pasara.

- Will, no importa ya – se levanta y sus manos vuelven a posarse en mis mejillas -. Me has enseñado un amor sincero sin condiciones, sin importar nada a pesar de haber pasado poco tiempo.

- Pero tú...

Se pone de puntas y la tomo de la cintura, nuestras miradas dicen todo y a la vez nada. No quiero despertar, quiero quedarme por siempre con ella.

- Eres el sueño más inalcanzable que he tenido – su sonrisa se borra y mi mirada se desvía a sus carnosos y pequeños labios -. Eres todo cuanto quiero.

La atraigo a mí y nos fundimos en un beso lleno de amor y deseo que va despertando la pasión pero, si es un sueño, ¿por qué se siente tan real?

Me rodea por el cuello con sus brazos y la pego más a mí, tomándola por la nuca con una mano mientras la otra se aferra a su cintura. Mi boca quiere consumirla toda. No quiero dejar de sentir ese hormigueo que recorre mis labios.

Nos separamos por la falta de aire y me toma del brazo alejándose de mí, se sienta en el pasto, acto que imito. Sin darme tiempo de nada se sube a horcajadas sobre mí y me besa de un modo que jamás había sentido y no es porque haya sido hombre de muchas relaciones.

- William – su voz sale temblorosa -. Muéstrame cuánto me amas...

Sentí desaparecer su calor y se fue desvaneciendo poco a poco entre mis brazos, mientras me besaba; hasta quedar completamente solo en aquel lugar una vez más.

Me levanto y comienzo a llamarla, cuando comienza el viento helado a soplar con gran intensidad. Escucho como cae un árbol a lo lejos; corro a buscarla, el cielo se llena de nubes oscuras y comienza a retumbar.

- ¡Freda! – grito una y otra vez su nombre.

De pronto más árboles comienzan a caer entre las sombras y todo se vuelve negro.

Abro los ojos y comienzo a llorar, notando a María frente a mí, estoy en el hospital aún.

- Mi corazón está roto señora Jones – me permito romperme -, mi vida entera se ha acabado.

- Señor, lo lamento tanto – lloró conmigo sin acercarse tanto -. Acababa de irme, apenas llevábamos un tramos avanzado, íbamos lento con los niños cuando todo explotó y...

Tocaron a la puerta y entraron.

- Peter – digo molesto, es el mayordomo de mi tío – Acaso, ¿Jack te envió para que le digas como estoy sufriendo?

- Joven William – hizo una reverencia -. Vine después de que el señor Archer viera las noticias de lo sucedido con su tienda, él...

- No lo justifiques, se de lo que es capaz.

- No fue él – sale Joanne de detrás del sujeto -. Yo lo llamé, necesitaban saber que has perdido todo, tus clientes van a exigir sus cosas y...

- Vete de aquí – inquirí molesto –, no quiero verte más – giré la cabeza para no verla -. Te dije que no quería saber nada de ti.

- Ya escucho al joven.

- Tú cállate maldita criada.

El golpe que escuché después me hizo girar la cabeza, viendo a Joanne sobar su mejilla y a María furiosa. El hombre se hizo a un lado.

- Le dije que guarde más respeto, el joven no quiere nada de usted se lo ha dejado más que claro – la toma del cabello y empieza a decirle cosas en su perfecto español que no logro entender, sacándola de la habitación.

Después de unos minutos de silencio me atrevo a hablar.

- Y bien, ¿a qué has venido Peter?

- Su tío está enfermo, los doctores no le dan mucha esperanza y quiere verlo joven William.

- Ahórrale las cosas, dile que sé que fue él quien ocasionó el accidente en mi tienda – me sentía demasiado molesto -. Además no quiero nada de su parte.

- Joven, su tío vio las noticias cuando la señorita Joanne lo llamó – carraspeo -. Él estaba en una junta importante de negocios, se puso mal cuando ella le dijo que usted estaba en la tienda y...

- Joanne lo llamo – me quedé pensativo.

Todo fue una treta de esa mujer para que yo volviera con mi tío, tener la herencia y que ahora sí tendría lo suficiente para ella.

No cabe duda que puede más el interés que el amor.

- Peter, manda a un chofer por mí, iré a ver a mi tío cuando salga de aquí – se inclinó –. Y por favor, dile a María que entre.

En verdad eran miles de libras en cosas de mis clientes. Pero lo que más me preocupa y me está consumiendo, destruyendo lentamente es que he perdido a Freda. Y no por darle la cara al señor Andrei, sino porque ella era mi todo, ahora estoy vacío de nuevo.

María entró más tranquila de lo que salió, me dedicó una sonrisa y se sentó en la silla al lado de la cama.

- María, sus vacaciones están en pie, puede disponer de ellas de inmediato – sonrío -. El dinero está en su cuenta para que pueda disponer de él e irse.

- No señor – me miró seria -. Usted lo necesita más que yo ahora, sé lo difícil que va a ser empezar otra vez y lo que se tiene que reparar, estaré a su lado sin importar nada.

En verdad Dios me premio con esta gran mujer, es como una hermana mayor para mí, vela día y noche, preocupándose por mi bienestar.

- Sabe María, nunca voy a terminar de agradecerle todo lo que hace por mí – la miré limpiando las lágrimas que salían de nuevo -. Siempre pensé que me juzgaría por enamorarme de una mujer que no existe, que solo está en mis sueños, siempre ha estado para mí en los momentos más difíciles y no ha dejado que me rinda, en verdad le agradezco.

- Señor – se levanta y toma mi mano -. Jamás lo juzgaría, recuerde que estoy sola. Y quien mejor que yo para entender la soledad de alguien más.

La charla que tuvimos fue amena hasta que entró el médico para dar indicaciones, al parecer solo fue mi parte de mi antebrazo izquierdo, la rojez del rostro desaparecerá en unos días y quedaré bien.

Me dieron el alta dos días después. Ya estaba harto de policías e investigaciones por algo que fue provocado, aunque no sepa como haré para salir a flote de nuevo.

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