𝐒𝐏𝐀𝐂𝐄𝐅𝐈𝐑𝐄 | 𝐁𝐍𝐇𝐀
En donde Akiyama Shinya es inscrita en la UA para superar a todos y convertirse en la numero uno, sin contar el hecho de que tendrá que soportar los problemas paternales con su medio hermano.
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Donde Shin quiere tener...
━━El hecho de estes aqui no significa que tenga que ver con las decisiones de tu madre, si no de ti misma, Shinya.
Yaoyorozu Momo
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El sonido de la alarma que hizo eco por toda la habitación le hizo fruncir el ceño, soltó un sonoro bostezo mientras se incorporaba con la energías -100%, debido a anoche había tenido una pequeña discusión con su madre por algo insignificante y había provocado que terminara durmiendo a una hora bastante tardía.
Suspiro al ver que el reloj que se encontraba ubicado en una mesita de noche a su izquierda marcaba las 4:50, 'Desde cuando su alarma sonaba tan temprano' gruño sabiendo que seguramente fue su madre o alguna de las empleadas a petición de la mayor.
De forma cansada y sin ánimos camino hasta la ducha, luego hizo su aseo personal para luego ir hasta su tocador a arreglar su apariencia, al terminar miro su reflejo en el espejo al mismo instante que en su rostro aparecía una mueca de molestia, a pesar de negarlo en cada segundo de su diario vivir; era malditamente idéntica a los Todoroki.
Los periodistas tenían razón, sus fisionomías eran muy diferentes a los de su clan, ella a comparación de ellos quienes eran albinos, era albina pero poseía en todo su cabello muchas mechas rojas de naturaleza, en vez de los grises ojos de estos, ella portaba unos de un fastuoso color turquesa, sin contar que los Akiyama era de piel semi bronceada y ella era de una suave piel blanca.
Bostezó cuando terminó de odiar su apariencia, porque no había dormido y debía bajar a desayunar. Salió de su habitación y caminó hacia su armario para sacar su uniforme escolar: la mediana falda color verde oscuro, la camisa blanca de mangas cortas, la chaqueta grisácea con rayas del mismo color que la falda, las medias largas y la corbata roja, junto a los zapatos deportivos color rojo. Al finalizar se miró al espejo, adormilada. Terminó de vestirse y arreglar su apariencia para bajar con pereza y torpeza hacia el vacío comedor de su residencia. Su comida estaba recién servida.
—Buenos Días a ti también. —hablo su madre con cierto tono tosco cuando llego y se sentó sin saludar. —El auto espera afuera.
Apenas se había sentado y dado el primer mordisco a su desayuno y su día completo se había arruinado por la presencia de su madre. A quien miró de forma disimulada, quien estaba a su lado con su agenda bajo el brazo y una pluma en mano, frente a ella tenía una taza de café humeante.
—Puedo viajar en tren. —afirmo un poco molesta por la orden de su madre.
—No era pregunta. —hablo la mayor, para tomar un sorbo de su café, —Es inaudito que como una Akiyama monopolices el transporte público y te mescles con toda esa multitud.
