Vacaciones

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POV NORMAL:

Había pasado ya un mes y las cosas no podían estar peor. Ron, Fred y George estaban teniendo las mejores vacaciones que jamás habían tenido, podían jugar Quidditch, comer más que nunca y sobre todo eran felices.

En su casa normalmente tendrían que hacer todas las tareas, como lavar los platos, barrer, etc. No es que les molestara. lo que si lo hacia era que, Percy siempre se encerraba en su cuarto y a nadie le molestaba. Ginny también les saboteaba como rompiendo cosas y culpándolos haciendo que Molly y Arthur...

No, no debían pensar eso, ellos en esa casa estaban felices. Se repartían todas las tareas y había 1 elfo domestico. Los chicos aun no se acostumbraban con el trato que este les daba pero al igual no habían hecho nada malo.

Sus habitaciones eran de un blanco inmaculado, no había nada fuera de su lugar, y no es como si tuvieran muchas cosas, Bill cuando los iba a buscar se asombraba al ver como estaban las habitaciones. Esperaba al menos un poco de desorden, sobre todo con el ruido de las explosiones de Fred y George.

Ron pasaba la mayor parte del tiempo leyendo, pasaba leyendo historias de aventuras fantásticas y grandes descubrimiento. Odiaba las lecturas sobre historia, ciencia, filosofía, le aburrían y le ponían a dormir así que no podía estudiar mucho.

Sin embargo a pesar de eso los tres eran super inteligentes, Bill les había hecho preguntas ala zar obteniendo unas satisfactorias y grandes respuestas.

La mayoría eran dirigidas a la forma en la que estaban haciendo sus inventos o unas preguntas de opinión hacia Ron sobre distintas acciones que leía en sus libros de ficción.

Estos explicaban con una gran sonrisa y grandes y buenos argumentos que podrían haber hecho temblar al más experimentado abogado. Bill sonreía con orgullo al ver esas grandes sonrisas y ojos bien abiertos demostrando tanta felicidad que podría opacar mil soles.

Los tres Weasley menores se complementaban a la perfección, Ron también empezó a completar frases con los gemelos y ayudándolos con sus proyectos de bromas. Eran un trio de temer pues jamás dejarían que alguien tocara un solo pelo de sus hermanos.

El otro lado de la moneda eran Harry y Hermione, ellos no habían conocido otra cosa que desprecio y dolor. La primera semana fue lo bastante "tranquila" como para que pudieran sostener una pluma sin hacer una mueca de dolor.

Sin embargo las siguientes semanas fueron de mal en peor, empezaron el primer lunes, en ese momento tanto Hermione como Harry habían recibido listas tan largas y grandes sabotajes de sus familiares que se habían ganado más de un castigo.

Dudley Dursley

Emilia Granger

Eran el primo y hermana de el dúo de amigos, estos los odiaban y se esforzaban en romper cosas, ensuciar en donde ya habían lavado y culpándolos por todo. Los golpes que tenían su frágiles y pequeños cuerpos habían sido demasiado.

Hermione lloraba en silencio todas las noches, rogaba a todas las deidades existentes, rogaba por que Severus, su profesor llegara pronto, rogaba que su cumpleaños se adelantara. Quería irse, quería sentir el cálido amor que les daban los abrazos de sus amigos.

Lloró hasta quedarse dormida, en ese momento una figura apareció al rededor de su cuerpo, envió un cálido manto hacia ella calentando su roto corazón. La magia de Hermione tomo con todas su fuerzas aquella presencia calmante, mientras lo hacia unas pequeñas notas llegaron a sus oídos dormidos. Una cálida sonrisa invadió la cara de la chica la cual pudo dormir tranquilamente por primera vez en años.

Harry no estaba roto, mucho menos habia aguantado el trato de su familia. Sabia que Dumbledore ponía alarmas durante las primeras semanas en su casa para vigilar sus movimientos, pero a partir de la cuarta semana estas dejaban de funcionar debido a que Dumbledore no las venia a rehacer. 

Harry al sentir como las barreras desaparecían con una sonrisa siniestra se acercó hacia la sala en donde sacó otra varita que no era la suya. 

Esta era de espino, con 28 cm de largo y bastante flexible. Su nucleó estaba hecho con veneno y piel de basilisco que le habia dado al vendedor para que le pudiera hacer la varita, esta no tenia rastreador y tenia un pequeño hechizo que le serviría más tarde. La habia recogido la ultima vez que fue al callejón Diagon y por ende al callejón Knockturn.

Salió del armario de abajo de las escaleras llegó a la sala y allí alzó su mano y con un único hechizo cambio todo su verano.

- Imperio

Los ojos de la familia Dursley se sacando undesenfocaron luego de que el rayo amarillo los envolviera, se apararon con paso normal y cerraron las puertas cortinas, ventanas y al acabar se pusieron frente a Harry. 

Este los observaba con una mirada fría, paseaba al rededor de ellos y les dio dos simples ordenes.

- Ustedes van a actuar con normalidad en todo momento, no cambiarán nada. ¿Entendido?

Los tres asintieron con la mirada perdida, sacando una sonrisa en Harry.

- Seguirán igual que siempre pero cuando yo este presente sentirán un incontrolable miedo hacia mi y harán todo lo que yo diga. No importa que sea.

Volvieron a asentir y cuando Harry dijo.

- Finite

Los ojos de la familia Dursley se abrieron de par en par, observaron por toda la habitación hasta que su mirada se topo con la de su sobrino.

- ¡¿Qué haces aquí mocoso?!

La voz de tio Vernon, mostraba seguridad pero en su interior se moría de miedo. Harry le devolvió una mirada fría que helaba la sengre hasta a él más valiente de los leones.

- Hazme de comer.

La voz de Harry era igual o más fría que su mirada, a Vernon se le heló la sangre al verlo y sin pensarlo le dijo a su esposa.

- Petunia prepara el almuerzo.

Ella rápidamente se dirigió a la estufa para empezar a marinar el pollo y a hacer una salsa.

Harry seguía sin mostrar emociones pero estaba empezando a aburrirle el ambiente.

- No lo soporto, imperio.

Los ojos de Petunia perdieron un poco de su brillo pero seguía haciendo lo que se le había pedido.

- Cada vez que te equivoques en algo vas a venir conmigo a gatas. Tal como tu me hiciste hacerlo.

Antes de irse también dijo.

- Confundus

Libero a Petunia del imperio y con una seña se llevó a su tío y a su primo hacia el jardín. Allí puso un hechizo de silencio y de no me notes.

Dejó a su gordo primo con la orden de que ordenará el jardín por el momento eso fue lo único que le ordenó.

Después se dirigió hacia el ático de la casa, allí conjuro unas esposas y libero a su tío del imperio.

- ¡Que hago aquí! ¡Maldito fenómeno! ¡Cuando salga de aquí juro que...!

- Que cosa, tío - dijo arrastrando las palabras -, yo tengo el control aquí. Tu esposa e hijo ya pagarán sus abusos, es tu turno.

Harry sonrio malvadamente y alzó la varita asustando a su tío.

- Crucio

Vernon gritaba de dolor sin embargo unos hechizos de silencio nadie escuchaba nada.

*  *  *

Ya había llegado el día de ir a Gringotts, Harry esperaba a Severus muy tranquilo. Este llegó rápidamente y se llevó a Harry para ir a ver a Hermione.

Al llegar entraron sin hacer ruido pero oyeron gritos amortiguado que venían desde el sótano.

- Desendo

Dijo Severus abriendo una compuerta en el suelo, ambos pasaron  por allí pero al llegar abajo un golpe y un grito hicieron que ambos se voltearon.

Al hacerlo y ver que pasaba juraron hacer pagar a esa persona frente a ellos.

¿Nuestra... familia? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora