Dentro de una historia de villanos había uno que tenía la corona del rey de los superdotados, mejor conocidos como la generación de los milagros. Un grupo de 7 adolescentes capaces de jugar al mismo nivel de un profesional sin siquiera sudar, tambié...
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El balón cayó nuevamente en manos de Vincent, quien no tardó en avanzar junto a su equipo, al mismo tiempo que los de Rakuzan volvían para defender. Lanzó sin problemas el balón hacia Koba quien amagó con un lanzamiento, pero que al final lo lanzó hacia atrás entre sus piernas para dársela a Minrou y que este anote 3 puntos para el equipo de tiburones.
— ¡El primer tiro de 3! — exclama feliz uno de la multitud.
—Mis muchachos están que arden. — exclama Mikoshiba muy alegre, dando pena a sus alumnos que evitaron mirarlo por haber querido usar una frase "cool" para encajar con sus niños.
Samezuka 18 | 15 Rakuzan.
— ¡Qué bien! ¡Los superaron! — festeja Kagami, quien apoyaba por completo al equipo de tiburones. — Kuroko ¿Por qué tienes esa cara? ¡Les está ganando!
—Ciertamente es normal que Baskerville-kun le gane a Akashi-kun... Desde siempre fue así... — le comenta el de cabellos celestes, quien no pudo evitar recordar a sus amigos en el pasado. Su rostro mostraba una mueca triste. — Esto es malo...
— ¿Kuroko? — pregunta Hyuuga luego de que el menor se haya quedado en silencio.
Todos desviaron su atención al primer partido de las semifinales, dónde el rey se enfrentaba al emperador. En los últimos 2 minutos del primer tiempo, justo después de que Samezuka haya anotado los primeros 3 puntos de su equipo, Reo Mibuchi devolvió la jugada con otro tiro de 3 que puso en empate nuevamente a ambos equipos. El público enloqueció por eso, pero solo los milagros que observaban el partido se estaban dando cuenta de lo que pasaba entre ambos capitanes.
La enorme aura que emanaban ambos, Akashi una de color fucsia y Baskerville una naranja. Ambos pares de ojos se miraban fijamente, uno tratando de predecir el movimiento del otro y el contrario tratando de formular jugadas imposibles de predecir. Un tira y afloja al cual ninguno planeaba ceder.
—Oi oi ¿En serio esos niños son de primero? — pregunta nervioso Imayoshi, capitán del equipo de Tōō.
—Los capitanes de la Generación de los Milagros... — murmura el entrenador de aquel equipo. — Si pasamos a la final... Tendremos que jugar con uno de esos monstruos...
Aquel que puede predecir cualquier movimiento o aquel que es capaz de sacar el 100% de todos sus aliados.
Samezuka 23 | 23 Rakuzan.
El primer tiempo acabó con aquel marcador, en ambos equipos sus jugadores sudaban bastante, también bebían mucha agua y trataban de recuperar el aliento a toda costa mientras sus entrenadores les indicaban lo que debían hacer.
—Fue un primer tiempo demasiado movido... — señala Mikoshiba muy preocupado por el estado de sus jugadores, mucho más por el capitán. — Mis chicos, por favor despejen sus mentes, el juego apenas está comenzando.
