Dentro de una historia de villanos había uno que tenía la corona del rey de los superdotados, mejor conocidos como la generación de los milagros. Un grupo de 7 adolescentes capaces de jugar al mismo nivel de un profesional sin siquiera sudar, tambié...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Samezuka celebraba en los vestidores, entre bailes, gritos y empujones, los más reservados como Minrou, Koba, Kentaro, Rei y Vincent se mantenían al margen. Realmente, el rey estaba decepcionado de ese partido, tal vez porque ya no confía más en Akashi, pero cree que se contuvo con él, sin darse cuenta que fue un juego parejo y justo.
— ¡Ahora! — Yamazaki apuntó con una gran sonrisa a su capitán que en ningún momento volteó a verlo. — ¡¡Dilo!!
—... ¿Uh? — despertó de sus pensamientos cuando hubo mucho silencio. Lentamente volteó la cabeza para ver a todo el equipo mirarlo. — ¿Qué sucede?
—Di la palabra mágica. — exige con el pecho inflado y un gran rubor en sus mejillas. — "Sen~Pa~i~"
El menor analizó unos segundos el pedido de su superior, respiró hondo, suspiró tranquilo y cuando estuvo listo se plantó frente a su superior con una mirada decidida.
—Yamazaki-senpai.
—KYAAAAAA, SE SIENTE TAN BIEN~ —chilla exageradamente, trayendo las risas y la alegría de todo el equipo. — ¡Otra vez!
—Entrenador, Yamazaki-senpai está molestando. — acusa con las mejillas infladas.
— ¡Ah~! ¡Se siente aún mejor cuando viene acompañado de una gran frase! — fue corriendo a abrazar a su capitán quien a toda costa trataba de alejarlo. — Te puedo comer a besos ahora mismo~ Es más, voy a morder esas mejillas gorditas~
— ¡No tengo mejillas gordas!
—Estas si. — y le pellizcó el culo.
Un golpe cayó sobre su cabeza, luego otro más fuerte que le formó un chichón. Lentamente giró la cabeza con dolor solo para ver a sus senpais con un aura muy oscura y una mirada que le advertía no volver a siquiera pensar en hacer eso.
—... Lo siento.
—Díselo a él. — exige Koba molesto.
—Cielos, en verdad eres un desastre. — niega Aomine con decepción.
Gray acabó en ropa interior, de rodillas en el suelo y con la frente tocando el suelo mientras murmuraba muchos "lamento haber nacido" como un mantra. Los demás fueron saliendo, ignorando a Yamazaki que como siempre hacía el ridículo para mejorar el humor de todos. Los de primero y segundo iban comentando con gracia lo ocurrido, los de tercero avanzaban serios y en silencio, mientras que rey y escolta iban atrás sumidos en sus pensamientos.
—Sigo sin creerlo... Estamos en la final... — murmura con un aura demasiado brillante.
—...
—Felicidades por la final. — otros de primero comentan aquello muy felices. — Ahhh, que suerte tienen ustedes de poder jugar.
