Emma, una joven de veintidos años de edad, que viaja a nueva York en busca encontrar empleo, sin saber que el destino le dara más que lo que fue a buscar.
Será secretaria de uno de los hombres más codiciados de nueva York.
Aaron Monroe, un hombre ar...
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Personas que no conozco me sonríen, y saludan como si fuéramos amigo de toda la vida. Aún no ah llegado el tal Cristian, y eso me tiene inquieto. Para colmo ella no podía vestirse normal, no, la señorita se puso un vestido negro bien escotado dejando a la vista sus pechos.
Estoy que reviento de los celos con solo imaginar al idiota ese posar su vista en lo que es mío.
Unas mujeres con vestidos llamativos y sumamente despreciable me hacen miraditas como si realmente yo les fuera a coquetear.
Estoy parado en una esquina, con un vaso de whisky mientras miro y analizo a los familiares de Blossom.
Una familia normal, humilde, que se nota mucho que se aman, que son unidos. Todo lo contrario a la mía.
De pronto veo a Emma detenerse de golpe, dejando caer la bandeja que traía en la mano y mirar hacia la entrada, fijo mi vista allí y veo aún hombre flaco, vestido de una manera sencilla, su pelo rubio cae por su frente mientras su ojos celestes quedaron observando a Blossom.
No necesito ser inteligente para saber que es su ex, me bebo el vaso de whisky de un sorbo y me dirijo al lado de mi esposa, justo cuando el tipo también lo hace, poso mi mano en su cintura y beso la coronilla de sus labios.
El, nos mira sin entender nada, sus ojos reflejan confusión y un brillo de dolor atraviesa por estos. Internamente me siento victorioso, hasta que Emma saca mi brazo del lugar en donde se encontraba y salta para abrazar al desconocido frente a mi. Me quedo idiota mirando la acción hasta que que una especie de enojo y molestia arrasan en mi.
Los celos apareceb y Frunzo en el entrecejo cuando veo que el tipo la abraza rodeando su cintura.
_¿Emma?_ dice el imbécil mientras esconde su rostro en el cuello de mi esposa
_Hola Cristian_ contesta está de igual manera
Ya no aguanto tal escena por lo que me hago notar con un carraspeo, los ojos del idiota caen en mi.
_Aaron Monroe, esposo de la mujer a la cual estás abrazando_ alego serio y molesto
Abre sus ojos como platos y se separa de ella.
_¿Esposo?_ repite confundido
Veo como Emma cierra sus ojos intentando así ignorar mi presencia
_Si, el... Es mi esposo_ responde con dolor en su voz
Sonrió victorioso nuevamente al ver cómo eso le dolió más a él que a ella.
_¿Te casaste?_ pregunta
_Normalmente cuando una persona dice, Esposo_ contesto _ es por qué está casado_
Blossom me clava su mirada queriendo así hacer que me calle, pero claro que no lo haré.
Ella es mía por ocho meses, y eso lo voy a dejar claro delante de quién sea.
_Felicidades_ responde el tal Cristian
Puedo notar como su corazón se rompió con cada letra de esa palabra. No sé que tenía antes y no me interesa. Tampoco le veo nada interesante para ser tan querido como la señora Blossom dijo, es un tipo normal, ni siquiera es guapo.
_Ven amor, Ayudemos a tu madre_ le digo a Emma tomándola del brazo
Nos alejamos hasta llegar a un lugar apartado lejos de la gente, ella no me mira parece perdida en sus pensamientos.
_No era necesario ser tan imbécil_ dice ahora levantando la vista
El azul de sus ojos chocan con los míos y me pierdo en ellos, cada vez que me mira mi corazón empieza a latir rápido sin sentido.
_No hice nada, solo me presenté_ respondo
_Eres un idiota, no entiendo el motivo de tus celos, esto _ señala nuestros cuerpos con su dedo _ es falso, una vez que esto termine nos olvidaremos de la existencia del otro, yo volveré a mi vida y tu a la tuya. Así que deja de ser tan imbécil por un segundo_
No sé por qué, pero de solo imaginar la fuera de mi vida me molesta.
_Eso es lo que piensas tú, ocho meses es mucho tiempo. No escupas para arriba Blossom_ contesto molesto
_No lo pienso, eso es lo que va a pasar_
Molesto la agarro del brazo y la llevo arrastras conmigo a su habitación, cierro la puerta, la vuelvo agarrar y la empujó para que caiga en la cama.
_¿Que haces?_ pregunta alterada
_Te voy a enseñar que de mi no puedes olvidarte tan fácilmente _
Subo su vestido y arranco sus bravas de un solo tirón, empiezo a besar su cuello pasando la lengua por este.
_Para, no quiero_
_No sabes lo que quieres_
Bajo hasta su vientre y lo lamo, hasta llegar a su vagina. Una vez en esta juego con mi lengua en su clítoris.
Escucho como su respiración empieza a entrecortarce, meto mi dedo en su cavidad mientras mi lengua sigue lamiendo sus pliegues.
Es dulce, tan rica como seguramente es ella, succión sus labios y emite un jadeo, muevo mi dedo en círculos, se retuerce y aprieta las sábanas para no gritar.
_Voy a... No aguanto_ Susurra
_No lo hagas, déjame probar tus jugos, vente para mi_
Un solo movimiento de mi lengua provoca que se venga dejando así salir todo el líquido que con gusto trago.
Estoy tan excitado que puedo venirme sin necesidad de embestirla. La verga me duele dentro del pantalón y súplica que la deje salir.
Me acuesto a su lado, mientras la miro de reojo. Está agitada, su pecho sube y baja mientras mira al techo.
_No podrás escapar de mi, Blossom. Me encargaré de que seas mía para siempre_ alego seguro de mis palabras
Ella no dice nada, se levanta y acomoda su ropa a la vez que camina hacia la puerta.
_¿Saldrás sin bragas?_ alego al ver que no tiene
_Las rompiste_ contesta
_Pero tienes otras_
_Es más cómodo asi_
_No saldrás así, ve a ponerte unas nuevas_ ordenó molesto
_Tu no me das órdenes, No cuando estamos fuera de la empresa_ y sin más sale ignorando mi presencia
Esta mujer me está volviendo loco, no se que tiene, no se que provoca en mi, sin embargo la quiero solo para mí, y no puedo esperar el día en que sea por completo mía, quiero hacer que grite mi nombre mientras la penetró salvajemente.
La polla me palpita, y de alguna manera tengo que bajar está calentura, no puedo bajar así.
La libero de mi pantalón y la rodeo con mi mano, subo y bajo lentamente mientras me la imagino a ella encima de mi. No tardó mucho en venirme, sin embargo eso no quita mis ganas de cogerla y mostrarle que hombre como yo, no va a encontrar por ahí.
