Emma, una joven de veintidos años de edad, que viaja a nueva York en busca encontrar empleo, sin saber que el destino le dara más que lo que fue a buscar.
Será secretaria de uno de los hombres más codiciados de nueva York.
Aaron Monroe, un hombre ar...
Todo mi cuerpo reaccionó a aquella palabra. Aún me seguía amando, después de todo lo que pasamos, todavía guardaba ese amor por mi.
Muy en el fondo, sabía que no lo merecía. No merecía que me amara, no merecía que me perdonará, mucho menos que volviera conmigo.
No lo merecía, pero lo anhelaba, tanto como anhelaba poder besarla ahora mismo.
Estar con ella se volvió mi necesidad, mi motivo de vivir. ¿Y como no?, Si con tan solo una sonrisa, era capaz de destruir aquellos recuerdos que me atormentaban.
La ví acercar su rostro unos centímetros más al mío, a la vez que cerraba sus ojos.
Me mantuve unos instantes así, observando su hermoso rostro, hasta que no pude más.
Tome su rostro entre mis manos, y uni nuestros labios.
¡Joder! No recordaba que se sintiera tan bien. La bese lento y sin prisas, deleitando me, con sus labios.
Sentí como paso sus brazos alrededor de mi cuello, mientras yo la tomaba de la cintura y la aferraba más a mi.
Lo hacía con temor, con el temor de que luego de este beso, me diga que no me perdonará, que solo me beso para despedirse.
Al separarnos aún mantenía mis ojos cerrados, no quería que llegara el momento, quería estar un tiempo más así, quería que si aquello era una despedida, al menos durará otro poco.
_Aaron_ escuché su dulce voz susurrar.
Lo primero que captaron mis ojos al abrirse, fue su hermosa sonrisa, Tenía las cejas fruncidas a la vez que una sonrisa divertida, junto a unos hoyuelos, adornaban su carita.
_¿Te encuentras bien?_ continuo
¿Si me encontraba bien?, Estaba aterrado y emocionado a la vez. Tenía muchas emociones al mismo tiempo.
_Te amo, Blossom_
Emma, borro su sonrisa y me miro directo a los ojos.
_¿Crees que puedas perdonarme?,¿Crees que podamos volver a comenzar?_
Aunque espero una respuesta, no la hay. Se quedó en silencio, mirando a cualquier lado, menos a mí.
Te lo mereces y lo sabes. Me regaña mi conciencia y razón no le falta.
_¿Puedo pensarlo?_ dice luego de unos minutos.
_Claro que si, aquí voy a estar esperandote_
Sonríe, aunque ya no es la sonrisa de minutos antes, está es cerrada, sin hoyuelos, ni nada de eso.
_Nos veremos pronto_ acerca su rostro y poza sus labios en mi mejilla.
_Sabes dónde encontrarme_ le recuerdo, devolviendo el saludo con la diferencia que mi beso fue en la comisura de sus labios.
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Cinco días, y aún no recibía nada por parte de Emma. Me estaba empezando a desesperar a la vez que preocupar.
Había tomado la decisión de darle su tiempo para que pensara, para que no se sintiera presionada.
Sin embargo, no quería parecer un desesperado, aún que lo estuviese, debía ser paciente.
Por otro lado, todo aquello que había pasado hizo que tomara la decisión de volver a tomar mi puesto en la empresa.
Angelo no hacía mal el trabajo, pero lo necesitaba lejos de aquí, por si a emma, se le ocurrirá venir.
Por desgracia y para su suerte, tan lejos no iba a estar.
Mi mente me traiciona a cada nada, haciéndome una película, alimentando mis celos.
Cada que imaginaba a Angelo junto a Emma, mi sangre hervía, mi autocontrol se veía en una cuerda. Trataba de guardar la cordura y dejar mi mente en blanco, y a decir verdad pocas veces me funcionaba.
Un golpe en la puerta me saca de mis pensamientos, y lo agradezco.
_Adelante_
Como si fuera broma, Angelo aparece tras la puerta con esa cara de idiota que trae cada día.
_Te estamos esperando, la junta ya comenzó y solo faltas tu_
¡Maldita sea!
Eso es trabajo de la inadaptada de mi secretaria, debía hablar seriamente con esa mujer.
_Ya voy_
Acomodo mi traje y me dirijo a la oficina de juntas.
Hoy es un día importante, si no cierro este trato, la empresa se ver afectada.
_Dusculpen la demora_ digo al entrar y tomar asiento.
La junta comienza, pero no estoy concentrado.
¿Se abra arrepentido?
_Señor Monroe, ¿Nos está Escuchando?_ pregunta el hombre que está a mi izquierda.
A la mierda la paciencia, a la mierda la empresa, Ella es más importante.
_Disculpen, me surgió una emergencia, mi primo Angelo quedará a cargo_
Mi primo me mira sin entender, pero lo ignoro y salgo de allí en busca de la mujer que amo.
Debo recuperarla, no quiero volver a perderla, no otra vez.
Solo espero que no sea tarde.
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Buenas, capitulo corto, pero me encantó 🥺
Espero que a ustedes también.
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