Emma, una joven de veintidos años de edad, que viaja a nueva York en busca encontrar empleo, sin saber que el destino le dara más que lo que fue a buscar.
Será secretaria de uno de los hombres más codiciados de nueva York.
Aaron Monroe, un hombre ar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No podía negar que si quería hacerla mía, que espere este momento por mucho tiempo, y que luchaba con mi yo interior, en lo que era correcto y lo que no.
Por fin me había pedido lo que yo quería, sin embargo, no podía acceder. Ella no estaba en sus cincos sentidos, no era ella quién hablaba, si no su despecho, su dolor, su borrachera.
No podía, no mientras ella no era conciente de lo que me estaba pidiendo, Por más que moría por quitarle la ropa y hacerla mía, en mil poses diferentes.
Sus ojos azules como el mar me miran esperando una respuesta, sus labios están colorados, su rimel corrido y aún lágrimas secas adornan su hermoso rostro.
Fui un idiota, y lo admito. Pero no puedo ser de otra forma cuando de ella se trata, no puedo imaginar la con otro hombre, no puedo y no quiero.
O quizás no puedo, por qué de verdad me enamore. De su locura, de su amargura, de la forma en la que habla cuando está enojada, y de lo hermosa mujer que es.
O quizás, solo es el deseo de querer tenerla.
Espero que sea lo segundo, realmente no sirvo para el amor, no soy ese tipo de hombre y no quiero serlo tampoco.
Yo soy una persona liberal, me gusta tener sexo con desconocidas, sabiendo que luego cada quien, sigue su camino.
¡O eso creía!
_¡Ven!, Te llevaré a darte una ducha de agua fría, y luego duermes_ alego pasando mi brazo por sus caderas
Ella hace una especie de puchero cuál niña caprichosa y sonrió de lado al ver sus hermosos labios.
_¿Entonces no me cojeras?_ suelta indignada
_No_
_Luego yo soy la mala_
Llegamos a la habitación y la llevo conmigo al baño, abro el agua fría y estoy por girarme para que se quite la ropa, pero ella me toma del brazo y me da vuelta para que la mire.
_¿Me ayudas?_ Pregunta
Trago grueso, se que lo hace Aproposito y se que mi autocontrol no es mucho.
_Emma_
_Ya entendí que no me quieres coger, solo quiero que te quedes aquí conmigo_ alega mirándome a los ojos
Asiento con la cabeza y le desabrocho el el vestido, este cae dejando a la vista sus sensuales pechos frente a mi. Me agachó para quitarle los zapatos y mi cabeza queda justo en su entrepierna, recuerdo que no trae bragas y estoy luchando con todas mis fuerzas para no hacer ningúna estupidez.
Esto es demasiado para mí, quiero embestirla aquí y ahora, quiero que grite mi nombre mientras que me pide más.
Me vuelvo a parar y ella entra a la bañera. La miro pensando en si fue una decisión correcta haberla conocido, desde que llegó se que no soy el mismo, y eso es aterrador.
_Me avisas si necesitas algo_ digo saliendo de allí
Un golpe en la puerta me vuelve a la realidad y cuando abro me encuentro al niñato de el ex parado allí.
_¿Que quieres?_ Pregunto frunciendo el seño
_Solo quería saber si Emma estaba bien, la vi subir...
_Esta perfecta_ lo corto sin dejar que termine
_Esta bien, ¿Puedo pedirte algo? De hombre a hombre_
_¿Que?_
_Cuidala, ella es una mujer especial para mí, y se que ya no es mía, solo no la lastimes, su corazón es demasiado amable, ella lo es y... No merece sufrir_ contesta sin dejar de mirarme a los ojos
_No Necesito que me digas como hacer el papel de esposo_
_Lo se, pero necesitas saber que si la lastimas te arrepentiras por el resto de tu vida, No vas a encontrar a una mujer como Emma, merece que ames cada parte de ella_
_Mira, no se que hubo entre ustedes, y no me importa. Y no necesito que me vengas a decir como es, y como debo tratarla por ya lo sé. Así que vete y déjanos en paz_
_Solo dile que espero que sea feliz, al lado del hombre que escogió_
Asiento y le cierro la puerta en la cara, claro que no le diré una mierda.
Me estoy comportando como un crío, pero me vale Mierda, no dejaré que ningún hombre se vuelva acercar a ella, de eso estoy seguro.
La puerta del baño se abre y por ella sale, Emma. Cubierta con solo una toalla.
_¿Quien era?_ pregunta mientras se pone una sudadera
_Nadie_ contesto fingiendo ver algo en teléfono
_Ok_
Pasa por mi lado y se acuesta en la cama, se gira y yo me quedo ahí parado observando la.
_Ya estoy mejor, ya puedes irte_ alega sin mirarme
_Me quedare hasta que te duermas_ contesto sentando me en la silla frente a la cama
_¿Aaron?_
_¿Si?_
_¿Porque eres así?_
Frunzo el entrecejo y la miro sin saber si está dormida o no. _¿Así como?_
_Mujeriego, ¿Porque no te enamoras de verdad, por qué contratas a una esposa de mentira?_ esa pregunta me toma desprevenido
_Por que una vez lo hice, y no resuelto bien. Por que una vez me enamore perdidamente de alguien que solo me quería por mi dinero_
_Pero no todas las mujeres somos asi_
_La única mujer que debía demostrarme eso, no lo hizo. En cambio lo que hizo fue abandonarme y dejarme solo cuando más la necesitaba_
_¿Y quién es esa mujer?_ su voz cada vez se va apagando más
Suspiro y a la mente me vienen todos los recuerdos dolorosos que trato de enterrar. _Mi madre_ respondo con dolor en mi voz
Emma no responde, por lo cual me doy cuenta que se quedó dormida, y es mejor así.
Nunca le dije eso a nadie, pero con ella es diferente, siento que puedo confiar y me siento seguro siendo yo mismo, siendo el Aaron que era antes de que todo se fuera al carajo. No el Aaron que suelo aparentar.
¿!que me estás asiendo Emma Blossom!? ¿Porque estás rompiendo los muros que con tanto dolor construí?
