|OCHO|

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¿Que carajo acaba de pasar?
¿Porque mi cuerpo reaccionó así?
¿Porque mierda quería que me besara?

Estoy demasiado ebria, no debo dejarme llevar por el alcohol.

Caigo rendía en mi cama, y antes de que mi cuerpo impacte con el suave colchón mis ojos ya se encuentran cerrados.

Despierto con un dolor de cabeza infernal, huelo a vómito. Parpadeó varias veces hasta acostumbrarme a la claridad que se adentra por mi ventana.

Camino como zombie al baño y abro el agua fría, al verme al espejo me espanto con mi propio reflejo.

Mis ojos están todos negros, culpa de el delineado que se corrió, mis labios aún permanecen pintados, mis ojeras están súper notables.

No vuelvo a beber nunca más

Termino mi baño y salgo en busca de ropa, hoy hace calor así que opte por un vestido rojo de tiras y flores blancas.

Se siente tan bien oler a jabón y no a vómito.

No sé qué hora es, pero mi estómago gruñe reclamando comida y dos litros de agua.

Al llegar a la cocina, noto que la Marta, la Nana de Aaron no está, quien si está es Aaron.
Con su porte serio como siempre, viste unos vaqueros simples junto a una musculosa negra que deja a la vista sus tonificados brazos.

¡Santo Dios! De pronto tengo calor.

—Buenos dias_ saludo pasando por su lado.

—¿Buenos días?, Son las dos de la tarde— contesta, y freno mi caminata perpleja.

¿Cómo? ¿Tanto dormí?

—En ese caso, Buenas tardes.

Tomo una banana de la cesta de frutas y comienzo a pelar la.

Aaron mira detenidamente cada uno de  mis movimientos y lame su labio inferior en el proceso, me siento incómoda y a la vez no.

¿Que mierda?

—¿Nunca haz visto a una persona comer o que?—  Pregunto, frunciendo el entrecejo.

—Si, pero esa banana no se ve tan deliciosa, tengo una que sabe mejor— contesta divertido y con cara de pervertido.

—Ni en tus sueños.

—Anoche no lo parecía, dos minutos más y te tenía encima de mio— responde con grandeza.

—¿Que dices?

—Olvidalo, es mejor que no recuerdes— dice, parándose del sofá. —A la noche iremos a una fiesta, es importante. te quiero lista a las ocho en punto, ni un minuto más y un minuto menos.

—Ti quirii listi i lis Ichi in pinti—  imitó irritada

De pronto mi teléfono empieza a sonar. al ver el nombre en la pantalla entro en pánico.

Es mi padre, ¿Y ahora que le digo¿

Deslizó el dedo para aceptar la llamada y tras unos breves momentos de silencio hablo.

—Hola Papá.

Emma Blossom. ¿Cómo es eso de que te casaste? Fuiste en busca de trabajo no de matrimonio. Y peor aún ¿Por qué no nos dijiste?—  Me bombardea con preguntas, hasta que que me doy cuenta que ya sabe sobre mi matrimonio.

—¿Como supiste?

—Eso no importa, ahora respondele a tu padre.

Que me lleve El diablo

Esᴘᴏsᴏs ᴅᴇ ᴅɪᴀ Y Eɴᴇᴍɪɢᴏs Dᴇ Nᴏᴄʜᴇ +18   (Terminada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora