El miedo de perderte

Capítulo 2

Irían en ambas camionetas, la de la familia Kim y la de Hobi. -Por lo menos podré descansar en el camino, pensó Jungkook. Pero justo en ese momento su hermano le anunció que tanto Jin como RM irían con él y que él se iría junto a Taehyung y los señores Kim.

-Por favor Hyung, déjame ir con ustedes, en serio, hago lo que quieras, lo que pidas... Lavo todos los trastes de todo un mes, te arreglo la habitación todos los fines de semana, te invito a comer donde tú quieras, lo que sea, lo que sea, pero déjame ir contigo, ¡No quiero ir con ese engreído, pesado, malhumorado y desagradecido de Taehyung! - sus ojos negros se mostraban suplicantes, desesperados, realmente no quería ir con él.

- ¡No seas prejuicioso Kook, todos tenemos un mal día! Tú bastante seguido tienes malos días. Tae es una buena persona, no lo conoces, no puedes juzgarlo a la primera, ha pasado por momentos complicados, pero no significa que no merezca la pena que le conozcas e intentes ser su amigo. Sé que no es una obligación, pero puedes dejar de ser tan cerrado. Es tu decisión si te cae bien o mal, si quieres darle una oportunidad o darte una oportunidad tú de ser más abierto con las personas. Pero si quiero decirte que tú este día te irás con Taehyung en el carro de los señores Kim y punto Kookie.

Jungkook estaba peor que antes, estaba molesto porque le había tocado levantarse temprano, porque se habían arruinado sus planes con su mejor amigo, porque no tenía ánimos de socializar, porque no soportaba tener que aguantar a ese chico malhumorado. ¿Buena persona? ¿Momentos complicados? ¿Y a él eso qué le importaba? Nada justificaba su acritud. ¿Cómo se atrevía Hobi a decirle que él también tenía malos días? ¿Cómo podía compararlo con Taehyung? Si se notaba que eran demasiado diferentes.

Quería irse, quería pedir una disculpa y decir que le dolía el estómago y que mejor se quedaría en casa, pero la amabilidad de los señores Kim, el aprecio que le tenía a RM y lo bien que le había caído Jin hyung, hacía que desistiera de ello, a parte no quería avergonzar a su hermano. No podía ser tan desatento, no podía ser como Taehyung.

De lejos vió cómo su hermano y amigos se subían a la camioneta y se iban primero. Dando un largo suspiro, tomó su equipaje y se subió al otro vehículo. La camioneta estaba completamente llena con maletas, así como con bolsas y cajas llenas de alimentos para los cuatro días que estarían fuera. Pudo observar que llevaban de todo tipo de comida y golosinas, bebidas de todo tipo y muchas otras cosas más que no pudo observar en ese momento. Estaba tan llena de cosas, que para su mala suerte -pensó- solo estaba un asiento disponible justo al lado de Taehyung.

Jungkook, se sentó a su lado, sin siquiera dirigirle la palabra, sin volverlo a ver. Se acomodó y colocó la maleta a su lado.

- ¿Estás ya acomodado cariño? - le preguntó la señora Kim.

- Si, muchas gracias, respondió amablemente.

- Y tú Tae? – le dijo, volviendo a verlo. Notando Jungkook un dejo de preocupación en su expresión y en su voz.

-Si, listo. - dijo sin más, colocándose los audífonos.

Este será un largo y silencioso viaje, pensó.

Habían llegado al lugar, era hermoso. Tenía un sendero de tierra rodeado de árboles de todo tipo cubiertos de nieve. A Jungkook siempre le había gustado esa época del año, pero pocas veces había tenido la oportunidad de ir a un lugar así, con tanta nieve, en medio de toda esa naturaleza. Era liberador, justo en ese momento se le olvidó su mal humor, no le importaba ya todo lo que lo había hecho sentir ganas de quedarse mejor en casa, al contrario, agradecía a su hermano que hubiera insistido en llevarlo.

No iba a permitir que nada del exterior, le cambiara lo a gusto que se sentía en ese momento. Dio un largo suspiro, como echando fuera todo el cansancio, toda la molestia, todo el ajetreo de su vida diaria en Seul, las clases, las exigencias, quería simplemente ser él ahí, sentía como su interior se purificaba, se sentía libre.