Capítulo 15 Pt. 2

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El día siguiente lo vi en el gimnasio a una hora no común, mientras yo iba a dirección a dejar unos papeles. Fui y me acerqué a él para desearle un buen día y para decirle que lo amaba. Él me miró de una manera que no puedo describir... si tuviera que hacerlo diría que me vio con desprecio, con asco... Yo me sentí herido ante su reacción, pero aun así le pregunté qué le pasaba y solo dijo que lo dejara en paz de una vez, que lo tenía harto, que no me amaba y que nunca lo había hecho, que detestaba que lo buscara y que desapareciera de su vista de una buena vez. Agarró sus cosas y sin decir nada más se largó del lugar.

Las semanas siguientes no lo vi, luego me di cuenta que se había mudado. Siempre me he preguntado si hice algo que lo molestara, si alguien le dijo alguna mentira sobre mí y él le creyó. Siempre pienso que quizá fue mi culpa y siento un enorme vacío en el pecho. Sospecho que no habrá nadie que llene ese vacío, nadie será como él. Pero al mismo tiempo me siento engañado ¿cómo iba a decir te amo un día antes y al día siguiente decir que no me amaba más? ¿Cómo haces eso con el corazón de otra persona? Lloré amargamente durante meses, un año y un poco más, luego endurecí mi corazón para ya no sufrir.

Han pasado dos años desde que él desapareció de mi vida, nunca me ha contactado y aunque al principio yo si intenté tener razones de él, desde hace un año ya no lo intento. He dejado de confiar en la gente, he dejado de creer en sus palabras, siento que cualquiera puede decir te amo y no ser cierto. Sus amigos se alejaron de mí también, por lo que ahora soy más esquivo y escéptico ante las amistades. No creo en el amor de nadie, no creo en el amor en sí, todos están jugando un juego al que yo no estoy preparado, porque no quiero ser lastimado. -

Taehyung había terminado de comer, había escuchado atentamente cada palabra de Jungkook, miraba cada gesto y podía sentir su tristeza. Comprendía perfectamente su sentir, el no confiar, el volverse esquivo, sabía de lo que estaba hablando porque también lo había sentido. Las situaciones habían sido diferentes, pero igual de dolorosas.

- Sus amigos nunca te dijeron nada? ¿No les preguntaste algo más?

- Claro que sí, a diario los buscaba y les preguntaba por él, ellos solo esquivaban mis preguntas, me decían que ya lo dejara en paz, que si él había decidido dejarme que no fuera insistente y que me alejara. Cada vez que me veían se iban rápidamente. Después me comencé a sentir humillado y ya no volví a preguntar más nada.

- Lamento mucho por lo que has pasado Kookie, imagino que fueron años muy duros para ti... ¿Y tú? ¿Ya no lo amas? ¿Ya lo superaste?

- No lo sé – dijo pensativo. – Lo que sucede es que él cumplía todas mis expectativas, a veces dudo encontrar a alguien como él, creo que lo idealicé demasiado. No sabría qué hacer si lo vuelvo a ver, probablemente ya no sienta nada o quizás vuelva a mí todo ese sentimiento, no lo sé y espero que no suceda. A veces pienso que si lo vuelvo a ver le romperé la cara y a veces pienso que me sentiré intimidado. -

De alguna manera las palabras de Jungkook habían dolido demasiado... "Él siempre ha sido todo lo que yo he querido en alguien", "Él era mi ideal de hombre, todo lo que yo anhelaba lo tenía en él", "Sospecho que no habrá nadie que llene ese vacío, nadie será como él" ... esas frases habían sido un puñal en el pecho de Taehyung. Él no quería sentir eso, no quería sufrir, pero de alguna manera no podía evitar sentirse así.

- Kook, yo no soy quien pueda darte una palabra de aliento cuando yo mismo he caído en el abismo de la depresión. Pero quiero decirte que te considero una persona fuerte, tú tienes mucha fortaleza interior y eso es admirable, yo por el contrario he sido débil y me he llenado de tanta amargura que preferí huir de mi realidad, en lugar de darme tiempo de sanar. Tú vales muchísimo, no creo que hayas tenido la culpa de nada, lo único que hiciste fue amar y confiar en alguien que no tuvo el valor de darte la cara y decir lo que pasaba. Un cobarde que decidió dejarte con mil dudas en la cabeza y con el corazón angustiado. Así que no te recrimines nada, si algún día llegas a encontrar una persona a la cual amar, espero que sea digno de tenerte.

- Gracias hyung – dijo con los ojos aguados.

- Me tengo que ir ya – dijo Taehyung con el rostro ensombrecido y la mirada baja. – Subiré a cambiarme y luego bajaré a ayudarte con los platos.

- No hyung yo me encargo de eso – comentó, pero Taehyung ya se había dado la vuelta dirigiéndose a la habitación. - Taehyung sabía que no debía ilusionarse, que ellos solo eran amigos, que ese acercamiento de la mañana talvez solo había sido consecuencia de la añoranza de sentirse querido, Jungkook había sido claro, para él solo existía Yugyeom y él debía respetar eso. Decidió luchar contra los sentimientos que estaban creciendo en su interior. Solo somos amigos y tenerlo como amigo es genial, pensó para sí.

A los pocos minutos bajó, listo para lavar los platos. Al volver a ver a Jungkook se dio cuenta que este ya los había lavado y que había ordenado la cocina y el comedor.

- Gracias por todo Kook, quedamos pendientes para pagarte la deuda, te daré todo lo que quieras ese día. Llámame o escríbeme para decirme la fecha y a qué lugar quisieras ir, de acuerdo. – Le sonrió con dulzura mientras guiñaba el ojo.

- Si, si, si hyung, pensaré qué día puede ser bueno y yo te aviso. ¿Nos seguimos hablando cierto?

- Si!

Taehyung se dirigía a la puerta de la casa, cuando Jungkook lo tomó de la mano y lo abrazo por la espalda. El mayor sintió como la electricidad embargaba su cuerpo, tenía ganas de darse la vuelta, tomarlo en sus brazos y besarlo, quería sentir la suavidad de su piel en contacto con la suya, quería desesperadamente acariciar cada parte de su ser, pero solo bajó la mirada y sonrió con un dejo de tristeza en él. Levantó su mano hasta la cabeza de Jungkook y le acarició el cabello sin decir nada.

- Hyung... no te alejes, no te vayas a alejar de mí.

- No Kookie, yo no me alejaré de ti. – Jungkook lo soltó, lo tomó del hombro y le dio la vuelta para verlo a los ojos.

- Que te vaya bien Tae, me divertí mucho, fue genial ganarte.

- Sería raro si te dijera que me dejé ganar niño?

- Sí, sería ilógico y no te lo creo, ya vete mentiroso. Ambos rieron audiblemente. Taehyung le envió una mirada de agradecimiento y salió de la casa. Jungkook sintió algo extraño en su interior, como si le hubieran quitado algo preciado. No debes sentir nada Jungkook, pensó, enamorarte no es una opción.

Subió a su habitación y encontró la camiseta que le había prestado a su amigo, la había dejado perfectamente doblada sobre la cama. La tomó y la llevó a su rostro para sentir ese aroma que lo hipnotizaba, que lo hacía levitar, el delicioso y tentador olor a Taehyung... Jungkook... enamorarte no es una opción, se repitió, mientras se acostaba en la cama abrazando la camisa de su hyung.

El miedo de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora