Capítulo 60

333 17 1
                                    

Taehyung lo abrazaba fuerte de la cintura mientras estaban acostados en la cama del menor. Besaba con dulzura su cuello y acariciaba sus cabellos. Jungkook por su lado, estaba totalmente dócil ante el toque del mayor, gozaba de cada roce, cada respiración, cada palpitar, sentía que podía morir justo ahí y ser feliz.

Jungkook fue el primero en romper el silencio – Tae... mírame – tomó el rostro del contrario con delicadeza – Te amo! Te amo! – luego besó los labios del mayor y se escondió en su cuello. Tenía miedo que Taehyung se fuera, tenía miedo que decidiera dejarlo, en su pecho había tantos sentimientos encontrados, pero no quería dar un paso en falso, iba a esperar, rogando a la vida que le diera una oportunidad.

Comenzaron a salir lágrimas de los ojos de Taehyung, hace tanto quería escuchar esas palabras, hace tanto que quería creerlas, saber que eran ciertas. De alguna manera tenía temor que el día siguiente Jungkook lo dejara abandonado como antes, pero no entendía cómo su corazón seguía tan fielmente unido a él. Sí, lo amaba, pero temía decirlo en voz alta, temía que el destino le golpeara nuevamente.

- ¿Por qué decidiste regresar y besarme? – preguntó Jungkook con su cara todavía escondida en el cuello de su hyung.

Taehyung guardó silencio, suspiró fuerte y contestó - Porque a pesar que ha pasado mucho tiempo, sigo padeciendo cuando te veo llorar.

- ¿Solo por eso? – Jungkook sintió que el corazón se le oprimía de la pena y que las fuerzas se le iban del cuerpo.

- ¿Realmente crees que es solo por eso?

- No lo sé, por eso te pregunto...

- Regresé porque mi corazón no ha dejado de amarte ni un solo segundo Jungkook – Taehyung tenía miedo, sí y mucho, pero tenía mucho más miedo de estar sin él, de no darse una oportunidad para ser feliz con el hombre que amaba, miedo de perder a ese pequeño chico inseguro y testarudo... lo amaba, esa era su verdad y a pesar del miedo se lo haría saber. – Regresé porque cada día que he estado lejos de ti ha sido como el infierno mismo, no he tenido que morir para padecer la tortura de vivir sin tenerte a mi lado. – Lo separó un poco para poderlo ver directamente a los ojos – Porque no hay nadie ni nada para mí, si no es contigo.

- Tae perdóname, perdóname por mi estupidez, por aferrarme a ideas tontas, por hacerle caso más a mi temor de salir lastimado, por favor te pido que...

- Ya cállate conejito! Ya te perdoné hace mucho, jamás te he odiado Jungkook, no podría, mi corazón te ama con demasiada devoción como para odiarte.

- Entonces ¿Por qué te negabas a estar a mi lado aun cuando te dije que te amaba?

- Sí lo hice, porque a pesar de perdonarte, tenía miedo de ti y tu inestabilidad. Tenía miedo de entregarte de nuevo mi corazón y confiar en ti, para que luego tu te arrepintieras... no hubiera podido soportar una vez más algo como eso.

- ¿Me amas entonces? ¿No amas a Minho? ¿No amas a ese otro estúpido chico con el que te vi en Busan?

- ¿Me viste en Busan?!!! ¿Cómo?

- Responde primero y luego te respondo yo – dijo mientras le pellizcaba la quijada

- Si te amo a ti, no amo a Minho y no amo a Bogummy

- ¿Bogummy? ¿Cómo que Bogummy?

Taehyung se echó a reír a carcajadas – No me habían dicho que eras tan celoso pequeño niño

- ¿No? Pues desde ya te lo digo, no quiero que nadie se te acerque, que nadie te mire, que nadie te hable, que nadie te toque, que nadie respire cerca de ti – dijo con el rostro serio pero divertido

- Me salió un conejo enojón – Taehyung lo tomó de las mejillas y comenzó a besarlo mientras se reía – Ahora tu responde ¿Cómo es que me viste en Busan?

- Tae... todo este tiempo he estado demasiado mal, mis energías bajaron a menos uno, aún así me forzaba a hacer mil cosas para no llorar todo el día por ti. Dejé de comer, dejé de hacer cosas divertidas, no quería nada, solo a ti a mi lado... me estaba autodestruyendo y no me importaba. Así que para estar ocupado utilizaba cada parte de mi día para hacer mil cosas y entre ellas, para ayudar en el negocio de mis padres. Ese día fui a entregar una mercadería y bueno, fuera de una de las tiendas te vi pasar con él, corrí hacia ti pero tu te subiste en un autobús y ya no te pude alcanzar. ¿Qué hacías ahí con él?

- Cuando yo regresé a Corea vine sin Minho. A él le tocó quedarse a una reunión con la empresa editora y a un evento de lanzamiento, yo necesitaba venir porque el tiempo para presentar los créditos en la universidad se agotaba. Vine y lo único que quería era correr hacia ti, al igual que tú, yo he vivido como he podido, un poco sin alma, un poco sin corazón y un poco sin cerebro también... todo para mí eras tú, sufría a diario al pensarte en los brazos de otro, sufría pensando que me dejarías de amar, así que no creas que ha sido fácil estar lejos de mi familia y lejos de ti, pero me obligué a hacerlo.

El día que vine, como te digo, solo quise salir corriendo a verte, pero no lo hice, por lo que fui a casa y ahí estaba mi familia, Jimin y Bogum, me pareció raro verlo pero me alegró mucho. Platicamos y me comentó que en Busan habría una exposición de arte a la que yo quería ir, me dijo que tenía un apartamento y me invitó, yo accedí y a eso fui.

- Ósea que no estás con él verdad? ¿No te gusta?

- Que no! Conejito... no! Yo solo tengo ojos para ti... - le dio un beso – mi corazón solo es para ti – le dio otro beso – mi alma está pegada a ti – un beso más – te pertenezco Jungkook... soy todo tuyo.

Jungkook cerraba los ojos mientras una amplia sonrisa aparecía en sus labios, sentir los besos de Taehyung sobre él era como estar en el paraíso – Pues yo también solo tengo ojos, mente, corazón y cuerpo para ti – lo tomó del mentón para verlo – Tu nombre está tatuado en mi piel, en cada espacio, en cada poro... soy tuyo, total y únicamente tuyo... te amo Kim Taehyung, te amo más que a nada en el mundo y fuera de él.

Ambos se abrazaron, mientras se besaban con dulzura, Taehyung acariciaba con delicadeza la espalda desnuda de Jungkook, mientras él colaba sus dedos por sus cabellos y lo aferraba a si mismo. Sus labios, sus cuerpos y sus corazones estaban unidos en un profundo beso lleno de añoranza, lleno de perdón y lleno de paz.

El miedo de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora