Capítulo 58

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Dos días habían pasado desde que se había ido a Busan, ese día necesitaba hacer unos trámites de la Universidad para que le tomaran en cuenta unos créditos por la pasantía realizada. Se había levantado temprano, se había bañado, escogió un pantalón flojo casual color beige, zapatos tenis blancos, una camisa tipo suéter negra y un abrigo. Tomó sus cosas y salió justo a las 5:00 de la mañana. Caminó a casa de Jungkook a pesar del frio, necesitaba tomar valor para verlo y hablarle, así que la brisa de la mañana le permitía tomar un nuevo respiro y llenarse de ese valor.

Llegó aproximadamente a las 6:00 de la mañana, caminó hasta la acera de enfrente de la casa y se sentó. Miraba de lejos la ventana de la habitación de Jungkook, recordó su primer beso con él, lo dulce de su saliva, la suavidad de su piel, pero también regresaron recuerdos dolorosos, recordó verlo con Yugyeom, recordó ser echado de su casa, se recordó a si mismo diciéndole te amo y la respuesta que recibió a cambio. Talvez había sido un error ir a buscarlo, aceptaba que solo era un impulso tonto al que no debió darle importancia.

Dentro de su corazón había mucha nostalgia, un profundo dolor en el medio del pecho, un vacío que probablemente nunca iba a poder llenar. Sí, era un impulso y debía aceptar que no había sido correcto dejarse llevar. Dio una última mirada hacia la ventana y bajó la mirada. "Mientras más rápido te alejes, más fácil será" se repetía para sí mismo. Sin volver a ver de nuevo se levantó y se dio la vuelta para irse del lugar sin siquiera tocar la puerta. Había caminado unos cuantos pasos cuando una voz sonó llenando nuevamente cada uno de sus sentidos, la inconfundible voz de Jungkook que lo llamaba desde la puerta de su casa. Cerró los ojos y dio un profundo suspiro antes de girar.

Volvió a ver y tenía de frente a un Jungkook recién despierto, sabía exactamente cómo se veía dormido, lo había contemplado varias veces y se notaba porque tenía puesto el pijama, el cabello estaba alborotado y los ojos más adormecidos de lo normal. No pudo evitar hiperventilar, pero sabía en lo más profundo de su ser que no debía dejarse llevar.

- Tae... estoy feliz de verte!

- Hola Jungkook buenos días

- ¿Por qué no tocaste? ¿Por qué te ibas sin siquiera llamar a la puerta?

- Es temprano todavía, pensé que todos estaban dormidos así que decidí mejor irme.

- No, no te vayas por favor – Jungkook se había despertado temprano porque quería alistarse e ir a esperar a Taehyung a su casa, así que al sonar la alarma se levantó lo más rápido que pudo y vio por su ventana como era costumbre y ahí estaba él al otro lado de la calle, sentado con la cabeza agachada. No le importó cómo se veía en ese momento, no podía permitir que se fuera, así que corrió hacia él para detenerlo.

- Lo siento, no era mi intención...

- Ven por favor – lo tomó de la mano y lo guio hasta la puerta de su casa – entra Tae, está haciendo frio afuera.

- No Jungkook, la verdad es que tengo que hacer unos trámites en la Universidad y me tengo que ir ya – dijo soltándose del agarre.

- El área administrativa de la Universidad abre a las 9:00 de la mañana y ahorita son las 7:00, si te vas ahorita te tocará esperar una hora y media aproximadamente. Entra por favor, no será mucho tiempo - Taehyung afirmó con un movimiento de su cabeza y entró a la casa – Siéntate por favor.

- Gracias – un silencio invadió el lugar, Taehyung levantó la mirada hasta encontrarse con los ojos de Jungkook que lo miraban insistentemente.

- Gracias por el peluche de dinosaurio, está hermoso. Ese día me fui temprano porque tenía que ayudar a mis padres con el negocio, pero al volver lo encontré y me encanta, gracias de nuevo.

El miedo de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora