Capítulo 66: Último capítulo

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Todo estaba preparado en la casa, el banquete bien dispuesto en el patio trasero de la casa de los Kim, las decoraciones, las sillas, mesas... todo perfecto. Siempre le había encantado ese lugar, era bastante amplio, con muchas plantas y flores, al fondo tenían una góndola de madera, con bancas también de madera y cojines. Había luces colgantes en todo el espacio, se veía realmente elegante, pero acogedor al mismo tiempo.

No eran muchos los invitados, toda la familia Kim, Hobi y sus padres, la señora Lee, los esposos Min Yoongi y Jimin junto con su pequeño hijito Min Da Reum, algunos amigos cercanos y para su mala suerte Minho y Park Bogum, sabía que eran amigos de su novio y por lo tanto importantes para él, por lo que no pudo poner objeción, aunque no podía negar que si se había molestado un poco.

Faltaba solo una hora para el acto, así que subió al cuarto de su amado Tae a terminar de prepararse y verificar que su novio luciera perfecto... como siempre.

- A ver hermoso, cabello: perfecto, traje: perfecto – se acercó para olerlo – fragancia: perfecta, calzado; perfecto... una vuelta para mi por favor...

- Jungkook me estás poniendo más nervioso con eso...

- Una vuelta nada más... sabes que creo que no me gusta cómo te ves...

- ¿Por qué? Acabas decir que todo está perfecto

- Exacto! Demasiada perfección... por ahí van a andar dos buitres demasiado cerca de ti

- Kook!!!!!! – dijo claramente divertido ante los celos de su pequeño novio, porque aunque tenía veintiuno, seguía siendo su bebé.

- Está bien, está bien... ven te daré un beso – dijo acercándose a sus labios

- ¿Y solo uno???? Yo quiero muchos besos, caricias y...

- Y no comiences porque seguro llegamos tarde por estar haciendo cosas que no debemos ahorita... espera a después de la fiesta y te daré todo lo que quieras y más...

- Eso sí es motivación mi amor!!!! De acuerdo, creo que estoy listo...

- ¿Ya tienes listo el discurso?

- Si amor ¡ya! ¿Y tú ya estás listo también?

- Solo me pongo el saco y nos vamos... no puedo creer lo rápido que llegó este día, me siento tan orgulloso que seas el graduado con mejor promedio de todo el curso... ¡mi corazón desborda de felicidad Tae!

- Gracias Kookie, gracias mi vida, realmente te agradezco todo el apoyo que me has dado este último año, eres el mejor amor, te amo guapo – lo cargó entre sus brazos depositando muchos besos en su cuello

- ¡Te vas a desarreglar amor!

- No me importa... me importas tú, me importa que estás a mi lado, me importa sostener tu mano y saberte mío y yo tuyo, te amo conejito.

Dejaron la casa para encaminarse al auditórium de la Universidad. Taehyung había sido el joven más sobresaliente del curso, por lo que diría el discurso de graduación. Los créditos de la pasantía hecha en Japón y la experiencia obtenida le habían valido la oferta de dos de las agencias productoras y editoras de música más importantes de corea, logrando ser contratado por una de ellas, obteniendo un cargo bastante bueno. Hacía lo que le gustaba, ganaba bien, se estaba graduando y estaba en Corea, junto a su familia y el hombre que tanto amaba. No podía pedir más, se estaba esforzando en vivir la vida con amor y entrega a lo que amaba: su familia, su amado novio y la música.

Después del acto de graduación y sintiéndose aliviado por haber dicho bien su discurso, se fue con Jungkook a su casa, para la cena de celebración que le habían preparado. Se sentía eufórico, tomaba de la mano a Jungkook, mientras platicaban, reían y cantaban las canciones que salían en la radio. Después de tanta tristeza, había aprendido que de alguna manera, todo lo que pasa en la vida tiene un propósito y depende de cada uno tomar las decisiones correctas para alcanzar la paz y la felicidad, agradeciendo en todo momento lo que se nos da, aprendió que las personas que nos rodean son importantes para seguir adelante también, agradecía tanto haber tenido a su lado personas que lo amaban y que dijeron las palabras correctas en el momento preciso, que tuvo personas a su lado que no lo dejaron caer y que literalmente lo habían salvado.

El miedo de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora