Introducción

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Todos los apasionados de la poesía han leído a la víctima expresando su dolor en versos; ahora toca escuchar los latidos del victimario. No quiero que sientas lástima, pues esto no es Maléfica volviéndose buena ni la historia de otros personajes similares.

Aquí hay una condena perpetua de lo que siempre seré. No me quiten la etiqueta, porque aquí hay peligro, pero he querido perdonarme a mí misma. A continuación, te mostraré mi camino hacia ese perdón. No ha sido fácil, pero no es imposible.Aquí retumban los pensamientos de quien alguna vez llamaron "rompe corazones". Pero del otro lado, yo decía: "Sí, soy quien te rompió el corazón, pero también soy el que siente el mismo dolor".

Ven, pasa, te lo voy a enseñar para que lo conozcas. Te reitero: no sientas compasión alguna, solo quiero ser comprendida, porque también soy humana y poseo un cerebro atormentado por lo que he hecho. Un corazón que se resquebraja, y dirás que me lo merezco; yo también me lo digo. Sin embargo, ha sido una lección, y he crecido gracias a ello. No fue una sentencia. Aquí es donde levanto el martillo, porque he sido mi propio juez, castigándome, pero ahora recibo mi indulgencia.

MUJER PÁJARODonde viven las historias. Descúbrelo ahora