16 2 0
                                    


Empecé a hacer todo lo que tú hacías para llevarme un poco a ti. Funcionaba a ratos.
Leía tus libros, pero los dejaba por la mitad para que no te vayas, si lo terminaba, las hojas al llegar al final me iban a decir que se acabó. No vendrías a pasar por aquí otra vez. Ahora que lo pienso mejor, lamento no haberte pedido una lista de todos los libros que leíste. Esos dos no me son suficientes, los hubiera leído y atrevido a terminarlos todos.
Centrándome en cada página y aunque sea encontrar un granito de ti, lo hacía y se desvanecía tan rápido. Se iba volando tan rápido que no te llegaba alcanzar.

En la biblia, los salmos especiales que me enviaste los conservo, aún no la termino, pero también me dicen que ya no hay manera, que no estás.
Ya no sé qué más hacer... y al mismo tiempo sé lo que debo hacer, pero me lleno de excusas para no volver.
Visito los supermercados, el lugar de tu trabajo, no te encuentro allí. Ya sé que no quieres volver a saber de mí.
Vi que tenías una nueva cuenta en redes sociales, pero no me animé a entrar al chat, solo de pensar en las palabras empiezo a temblar.
Lo pospongo y cuando finalmente lo llevo a cabo, desisto de enviarte un mensaje. Quizás miles, pero ni uno suena perfecto que justifique el por qué de mi ausencia al irme sin explicar demasiado y dejando una despedida inconclusa que ya no puedo remediar.

Volver atrás es lo que más quisiera, pero sé que al caminar, seguir adelante, es lo único que me llevará a ti. Dejar de caminar no me está llevando a ti, pero ¿qué te puedo decir? fui una chica del pasado. Tú me traías al presente, el ahora me resulta tan pesado (sin ti) y el ayer tan conocido. Solo espero que en el mañana pueda encontrarte una vez más, que no te hayas ido de mi cabeza y que eso me diga que te has ido para siempre. Esto último solo me lo digo a mí, si no termino con este miedo de no irte a buscar, será lo único que me esperará al final.

MUJER PÁJARODonde viven las historias. Descúbrelo ahora