NADA

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NADA

Siempre vuelvo a ti, porque sé que vas a estar.


Me acompañas en mis duros momentos.


No sabías nada y no te lo contaba todo.


Y hablábamos de casi nada, pero estuviste siempre ahí.


Después que no sabías de mí en meses y volvía a ti.


Siempre te encontraba igual y nada cambiaba.



Días en que te decía que estaba tomando sol, sólo eran mentiras en que todo el día me la pasaba aislada, en cama y lloraba.


Me sentía (del espíritu) podrida y contaminada.


Acompañada solo de mis gatos porque no tenía a nadie de forma humana que quisiera mi presencia porque no les parecía nada divertida.


Y sé que te rechacé a demasiadas citas por si te dabas cuenta de eso y también te ibas.


A ti no te molestó que sólo fuéramos de textos y audios sin importancia.


Ya tu compañía (de esa forma) bastaba y no me sentía olvidada.



Ahí estabas, sin importar nada.


MUJER PÁJARODonde viven las historias. Descúbrelo ahora