Columpio

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He vuelto a balancearme en un columpio. Recuerdo la última vez que lo hice fue cuando decidí compartirlo contigo, pero nunca viniste a mi lugar favorito y siempre me dejabas esperando. Me levanté de allí y me fui. Me olvidé de que antes de ti ya era mi lugar pero lo llené de muchos recuerdos que pasaría a tu lado y se me hizo difícil volver allí. Hoy he vuelto un poquito a mí y ya no dueles. No me duele cada vez que piso aquel que siempre fue mi lugar después de ti.

Aunque me sienta sola y la gente diga qué hace esa chica tan solitaria en aquel columpio que un día te esperé. No saben que estoy más que feliz sin compañía, no porque lo quiera (o lo haya pedido) sólo me ha tocado convivir con tanta soledad que he camuflado y me digo que debo aprender algo de esto para no desfallecer.





Mis manos no tocan nada, hace mucho que no tienen contacto con otro humano.
Han tocado objetos inanimados, el aire ha bailado por sus dedos, pero no se estrechan ni agarran a nadie, solo que así mismas.

― Manos sostenidas

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