Capítulo .6.

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01/09/20XX _ _ POV: Narradora


Un diminuto vislumbre de luz tocó su rostro y ese diminuto toque fue suficiente para molestar su sueño.

Un brazo de tono canela con dos líneas negras en el se posó sobre su vista, tapando a la causante de su malestar. Para su mala suerte, esa molestia había hecho funcionar los engranajes de su mente, por mucho que quisiera seguir durmiendo, su propio hábito lo tendría despierto le guste o no.

Suspiro con recelo, aquel acto bien pudo haber sido catalogado como "bufar", pero no había nadie para corregir ese pensamiento.

Quito su brazo y se sentó en su espaciosa cama, viendo hacía la ventana, más bien a las cortinas que no estaban cumpliendo su función como debían al dejar pasar rastros solares a su departamento.

No solía usar mucha ropa para dormir, lo máximo era una camisa sin mangas y el típico pans, por lo que no le tomó importancia a su descubierto torso.

Por alguna razón no se sentía tan cansado como la mayoría de sus mañanas, de hecho, su cuerpo se sentía un poco menos tenso, algo perfecto para comenzar su día.

Suele llevar una rutina de ejercicios estricta y no tan estricta a la vez, pero nunca la ha roto y esa mañana no sería la excepción.

No tardó en salir de la cama y comenzar sus estiramientos... al menos la parte de estirar los brazos. Al darse cuenta de que no llevaba literalmente nada de ropa, ciertamente le extrañó, dormir desnudo no es algo muy cómodo para él.

Fue ahí que noto la ropa tradicional en el suelo de su habitación y dónde recordó qué había hecho ayer.

— Oh —

Sinceramente no estaba muy sorprendido, las memorias llegaron rápido y aunque le causo un leve dolor en la cien, no entró en pánico... no hasta que cierto detalle entró en su mente.

Primero que nada, recogió un bóxer y se lo puso, luego fue directo al baño, parándose frente al largo espejo, notando las moradas y no tan notorias gracias a su piel; marcas.

— Este chico... —

Aunque su cara tenía una sonrisa, no era precisamente de alegría, era más bien de molestia mal disimulada.

Reviso bien su cuerpo, aparte de su cuello en donde encontró una mordida, el otro lugar con "daños" era su espalda, si bien sus tatuajes ayudaban a ocultar, los rojizos arañazos los superaban en cantidad. Suspiro con verdadera resignación y el ceño semi fruncido, comenzó a caminar de vuelta al cuarto mientras pensaba entre serio y auto culposo por sus actos.

'Okey, tal vez me lo merezco'

Razonando mejor su broma anterior, sí se lo merecía y tampoco podía quejarse tanto, cumplió con el "No marcas en el cuello" y a cambio, no perdió ni una sola oportunidad de marcar lo demás.

Si bien, se centró en los lugares poco visibles normalmente, la cantidad no fue menor a la de la vez anterior, lo que daría por ver la reacción de ese chico cuando lo descubra.

Miró el suelo con la ropa esparcida, no era mucha, claramente solo era la suya, dirigió su vista al desordenado mueble, no había rastro de su compañero ahí, reviso todo el lugar, tampoco estaba el pequeño bolso que llevaba, en teoría, alguien se fue primero y no dejo ni una nota.

No era algo importante en realidad, solo que parece que se fue horas antes, pareciera que solo él vive aquí, y aunque cierto es, esta es la primera vez que es él quién despierta abandonado, lo cual le da una pequeña insatisfacción a su orgullo como casanova.

No es tan complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora