Capítulo VI: Atrapado.

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Mü abrió los ojos y miro la claridad molesta. Al voltear el rostro vio a un Milo durmiente con un antifaz negro. El tibetano se levantó y sintió dolor, estaba adolorido por todo el asunto de la noche pasada, miro el reloj y ya eran las once de la mañana, todo tenía un toque de surrealismo sorprendente.

Él sintió esa sensación de temor y de no saber qué hacer como un deja vú. Era una escena tan surrealista. En el baño duro casi una hora en asearse mientras que Milo se levantaba con el sonido de la ducha.

-¿Milo? ¿Quién está en la ducha?- Esa voz fría que dejaba desorientado al escorpión venia de la entrada.

-Creo que es Mü- Dijo estrujándose los ojos.

-O sea que también te acostaste con él, vaya joyita que salió el tibetano ¡me largo!- Decía un francés recio.

-¡No! Yo solo estaba usando el baño, te lo dije antes que Milo y yo somos amigos- Decía un hermoso joven que salía de la ducha con una toalla y con su pelo húmedo.

Camus lo observo y pudo notar tristeza además de que sabía que Saga podría ser bastante engañoso a veces así que lo dejo pasar.

-Quiero desayunar contigo, Milo. Estaré en la cocina- Salió galante del cuarto.

El de pelo malva al entrar al baño se quedo quieto ya que su mano fue sujetada.

-Estoy contigo, sube para que desayunes también- Milo le guiño un ojo y le sonrió.

-¿Y Camus?- Pregunto Mü sentándose con cuidado a lo que Milo torció la cara por odio a Saga.

-Él discutió, si a eso se le llamar discutir, solo se fue pero estará bien-

-Qué paso- Dijo sirviéndose jugo de kiwi fresco mientras June dejaba tostadas en la mesa y salía de allí.

-¡Buenas! Mayor desastre el de ayer- Era Aioria.

Mü abrió sus ojos. Tenía miedo, después de todo había estado con el novio del hermano de su amigo ¡uf!

El leonino se sentó y se sirvió jugo. Miraba atentamente al tibetano que solo esquivaba la mirada a la primera pero a la segunda lo miro.

-Oye Mü, no sabía que andabas con Saga. Mi hermano estaba bastante triste y furioso ayer-

-Lo siento, no estaba enterado- El pelo malva bajo el rostro y sus cabellos se escurrieron tapándole el rostro.

-Creo conocerte, sé que no eres un mal chico-

-Me voy- Soltó yendo al cuarto.

Cuando llego al cuarto tomo su cartera y se amarro el cabello en su habitual cola baja para mirar su celular con la esperanza de hallar un "lo siento", tristemente no fue así, aunque estaba bien porque no quería verle de nuevo a ese creído de Saga aunque en lo más recóndito de su alma el imploraba verlo de nuevo y pronto.

Mü subió las escaleras y llego a la cocina para atravesar el salón.

-Oye, te llevo. Perdón por comportarme odioso hace un rato es que nunca vi a mi hermano en el estado de ayer así que solo...- Se rasco la nuca el leonino.

-Está bien, gracias- Le sonrió Mü como era costumbre.

Lo que nadie sabía es que esa misma noche Minos se llevaba a Albafica algo ebrio en su Mercedes-Benz G-Class plateado.

-Ay ¿Qué es lo que me rociaste?- Decía un muy confundido pisciano en el asiento del auto.

-¿Por qué aun no estás inconsciente?- Minos se sorprendió pero de igual arranco.

Caballeros Pesados •BL & Mpreg•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora