Capítulo IX: Pasta a la putanesca.

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Ya llegaba diciembre y Mü no se sentía para nada bien. Tenía miedo ya que los vómitos eran más y más contundentes, era literal que todo lo que comía lo vomitaba.

Ese sábado se refugió en casa de Milo, para horror y desagrado de su novio Camus. Tenía algo de nerviosismo con solo de pensar en Saga y con los estudios no iba muy bien, solo tenía el consuelo de que los talleres y exposiciones en grupo salía muy bien gracias a sus compañeros.

-¿Mü? ¿Qué haces tan temprano en la casa de mi novio?- Le respondía el acuariano tras de que abriera la puerta.

Mü le atormentaba sus preguntas así que volteo los ojos mientras respiraba porque realmente no se sentía muy bien ni para decirle al cubo de hielo que parara, que él era solo un amigo de Milo y ya.

-¿Dónde está Milo? Además, Aioria viene para acá también-

-¿Quién es?- Era la voz de Milo que se acercaba.

-¿Mü? ¿Pero qué demonios es lo que te pasa?- Dijo Milo al verlo todo pálido con un ademan de que se caería en cualquier momento.

-No sé- Le contesto en un hilo de voz el tibetano abrazando a Milo para apoyarse.

-Vamos a un hospital ya esto es absurdo, Camus pásame las llaves del auto-

El mencionando respiro y fue a buscar las llaves ya que el estado en el que estaba aquel muchacho no era para nada sana o normal.

Una vez en el auto, Camus sentado atrás con el tibetano le enviaba un mensaje a Aioria para que supiera que se dirigían al hospital más cercano. Fue cuando miro como Mü y noto una mirada perdida llena de tristeza y eso sin duda lo conmovió y no era porque Camus fuera una persona sin sentimientos porque en realidad eso solo era una fachada.

-¿Cómo te sientes?- Susurro el francés.

-Mal... Saga quería verme hoy como fuese, yo no quisiera que me viera así- Soltó muy desconsolado.

-Tranquilo ¿Has comido?-

-Sí pero lo vomite todo, quizás no esté bien- Dijo aterrorizado mientras que guardaba a juro la calma en su persona.

-¡Ese imbécil me va a escuchar! ¡Tú no debes preocuparte por él en estos momentos, lo importante es tu salud!- Milo le molestaba profundamente que alguien fastidiara de tal manera a su querido amigo.

Al llegar al hospital le explicaron la situación a una enfermera asiática algo mayor quien asintió y observo a Mü en la silla de rueda para llevarlo a sala de emergencia donde a Milo no dejaron pasar.

-¿Familiares de Mü?- Decía un doctor de escaso cabello canoso y de profundos ojos aguamarina dirigiéndose al grupo de Milo, Camus, Aioria y Shaka.

Los muchachos habían esperado ya tres horas.

-Somos sus amigos- Dijo Camus.

-Soy el doctor Nakhal. Gracias a Dios que lo trajeron a tiempo, tiene un serio cuadro de deshidratación y desnutrición debido a la hiperémesis gravídica por un caso más de embarazo masculino-

-Doctor ¿Qué es hiperémesis gravídica? Y además cómo es posible un embarazo masculino, pensé que eran casos no tan comunes- Explico Camus quien asombrosamente estaba preocupado.

-Estos embarazos no son casos comunes pero pueden suceder y por eso son las campañas para que más hombres visiten el médico y se dejen analizar en ese campo. Lo que tiene Mü es debido al aumento de los niveles sanguíneos en su cuerpo al recibir a un huésped inesperado o sea el feto que está gestándose- Sonrió el doctor.

Caballeros Pesados •BL & Mpreg•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora