𝐄𝐕𝐀𝐍𝐄𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 Ada Swan siempre ha estado enamorada de Jacob Black. Desde que era una niña, cuando la ayudó a curarse una rodilla raspada y le sonrió, diciéndole que siempre estaría ahí para ayudarla cuando se cayera. Pero el problema fue cua...
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Lucha con determinación, abraza la vida con pasión, pierde con clase y gana con audacia, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es demasiado insignificante.
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— Tuviste una lesión en la médula espinal— Carlisle explicó, señalando a la placa donde mostraba mi columna vertebral con una rotura en la L3. Lo miré sin ánimo, absorbiendo lo que él hablaba pero no dando la debida importancia. —Tus otros moretones ya se han curado, y tus huesos han sido puestos en su lugar, pero este moretón tardará más en curarse. Es una lesión grave no solo en el hueso, sino en los nervios, por lo que no sientes nada más que un hormigueo en la pierna.
Sí. El hormigueo estaba allí, así como una comezón extraña en un músculo que ya no podía mover. Mi sensibilidad había volado por los aires y alguien podía romperme las piernas que no sentiría.
— Llevara tiempo, pero sanará, ¿no? —Preguntó Jacob, justo detrás de mí. Sus manos sujetaban con fuerza la silla de ruedas y, a su lado, Charlie escuchaba atentamente todo lo que Carlisle hablaba.
— Por supuesto. Una persona normal no podría curarse de una fractura como esa, pero como Ada tiene la cura de los metamorfos, es algo de meses hasta estar caminando nuevamente. O corriendo como un lobo.
Traté de sonreír con esa información, pero no pude. Meses. Meses sin poder estar de pie, sin poder hacer las cosas sola. No podía ducharme sola, o ir al baño sola. Meses. Me sentía fuera de mí. Como si ese cuerpo no fuera mío, o que en cualquier momento iba a despertar de esa pesadilla. suspiré, convenciéndome de que era una locura pensar en ello. No fue una maldita pesadilla, porque el dolor fue traumatizante.
Tan traumatizante que hacía tres días que no podía dormir bien desde que pasó todo. Las escenas rodando y rodando en mi cabeza, Jacob herido y luego yo. Los neófitos se me pegan como garrapatas y yo no puedo hacer nada.
—Eso es bueno, ¿no, Ada?
— Parece que sí— Susurro, me recuesto en la silla de ruedas, ya cansada de hablar sobre aquel asunto. Yo sólo quería acostarme y dormir... Dormir hasta que mis piernas funcionen bien.
— Tendrás que hacer fisioterapia, por supuesto —dijo Edward, entrando en la habitación. —Te ayudaré con eso. No soy de presumir, pero tengo un título en medicina y sé un par de cosas sobre fisioterapia.
Bufo, rodando los ojos.
—No es de presumir, ¿eh?
Él ríe un poco y pronto Bella entra, sosteniendo en las manos una bandeja con mi almuerzo. Me estaba irritando ya. Bella me cuidaba como si fuera una inválida. Sabía que solo quería ayudar, pero cada vez que lo hacía, parecía peor.
