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004: Practicando para huir.
CUANDO EL LUNES LLEGÓ, Isabella se encontró irremediablemente cansada. La fatiga abundaba su ser, y la energía que tanto la caracterizaba estaba apagada.
Luego de la fiesta del viernes, se había despertado cerca del mediodía, y eso que no había bebido ni una sola gota de alcohol, el sueño pesado de Isa la mantuvo en coma hasta tarde. Luego, pasó la tarde con su padre en el medio del bosque, bastante alejados de la civilización en una extraña clase de tiro que descolocó a la chica, las palabras de su papá aún rebotaban en todas las esquinas de su cabeza.
«Tengo la mala sensación de que pronto tendrás que usar esto, por más que lo deteste»
Y se pasó la tarde entera enseñándole a usar un rifle a su hija.
Aunque la mañana de domingo fue más animada, iniciando con su participación en el coro de la iglesia, y un almuerzo familiar; Isabella no podía entender como una niña de doce años, con un cuerpo flacucho y una baja estatura podía albergar tanta negatividad. Se había pasado la tarde entera ayudando a estudiar a Riley para su exámen de matemáticas.
—¡Estás estúpidas ecuaciones no me servirán de nada! ¡Estoy harta!.— exclamaba mientras golpeaba su cabeza contra su cuaderno. Isa hizo una mueca y la retuvo suavemente de los hombros, la niña se removió con brusquedad de su gesto.
—Vamos Rye, no es muy complicado. Solo debes separar entre términos. . .
—¡He dicho que estoy harta!
Si, definitivamente la negatividad que irradiaba su familia habían acabado con ella. Necesitaba prender un incienso o algo parecido.
Con su cabeza metida en su casillero, observando los libros que debía llevar encima ese día, oía la voz incrédula de Lindsay a su izquierda.
—Entonces me estás diciendo que desapareciste de la fiesta con Ben Parish, te fuiste en su auto, fueron por hamburguesas, te dejó sana y salva en tu casa ¿¡Y no te dio ni un solo beso!?
—Tal y como lo escuchas.—aseguró, sin ganas de discutir con su amiga quien hizo un escándalo cuando le relató su noche junto a Ben.
—He tenido citas más cortas y aburridas, y te aseguro cariño, que he llegado a más de un beso.
Isabella ignoró lo que dijo su amiga cerrando su casillero y girando su rostro para ver sus ojos oscuros. —Ahí está la cosa. No fue una cita, solo pasamos el rato.
Quinn a su derecha soltó una risa de burlona sin levantar la mirada de su trabajo en limarse las uñas. —A mi me parece un plan de cita, además, ¿no dijo que lo quería repetir en la semana?
—Mm, si. Creo que saldremos hoy o mañana, aún no terminamos de confirmar.—murmuró un poco avergonzada. Tal vez sus amigas tenían razón.
—¡Ahi lo tienes! —exclamó con superioridad Lindsay.—¡Tuviste una cita con Ben Parish y están planeando repetirlo! Dios, pondré de fondo de pantalla su foto con el maldito corazón lo juro.
