Mío

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JK POV

"¡Sí! ¡Sí! Kookie... ugh... mmm... ¡sí!" grita mientras rebota arriba y abajo sobre mi polla como si estuviera montando un caballo en una carrera. Puedo sentirla palpitar a mi alrededor y sé lo que espera. También sé las quejas que seguirán si no tengo éxito.

Tengo que venirme.

Recurriendo a lo que más me excita, evoco pensamientos de hombres. Pienso en los cuerpos duros que veo en el gimnasio, sus músculos ondulados y formas fuertes, pero aún nada. Incluso trato de pensar en mi mejor amigo, Yoon Gi, pero a pesar de lo bueno que está, no puedo pensar en él de esa manera. Nos conocemos desde hace mucho tiempo.

Es entonces cuando dejo que mi mente me lleve al chico irreal que me visita en sueños por las noches. Todo comenzó hace una semana después de otra desastrosa ronda de sexo con Rose. Estaba acurrucada contra mí mientras dormíamos (idea suya, no mía) y me había quedado dormido.

Estaba delante de mí en un prado. No sé por qué, pero estar aquí me tranquilizó. Era como si hubiera estado aquí muchas veces antes. Acostado allí desnudo, dejé que el sol calentara mi piel mientras sentía que mi pene se endurecía mientras miraba su físico delgado pero musculoso acercándose a mí. Su forma desnuda era tan seductora como la picardía que brillaba en sus ojos verdes mientras caminaba hacia mí. Siempre me sorprendió lo rápido que llegó a donde yo estaba al otro lado del prado, pero sin embargo, estaba feliz mientras se arrastraba a lo largo de mi cuerpo.

Extendiendo la mano, acerqué bruscamente su cara a la mía, aplastando nuestros labios. Inmediatamente, metí mi lengua en su boca y la masajeé con la mía mientras él apretaba sus caderas contra las mías. Le correspondí empujando hacia él, dejando que nuestras pollas hinchadas se frotaran entre sí. Cuando nos separamos, solo nuestros ojos permanecieron el uno en el otro mientras él se arrodillaba y comenzaba a prepararse para mí. Observé con firmeza cómo su longitud rebotaba hacia arriba y hacia abajo contra su estómago, cada vez que empujaba hacia atrás contra sus dedos. Permitiéndole que me empujara al suelo, me quedé allí cautivado por la vista de él mientras levantaba las caderas y me guiaba dentro de él.

Una cosa que siempre me molestó del sueño fue que nunca pude ver su rostro con claridad, sus ojos siempre eran pronunciados, pero su rostro era un misterio borroso. Cada vez que intentaba mirarlo, se movía y el sol me daba en los ojos y me obligaba a cerrarlos. Me montaba duro mientras yo estaba recostado, deslizando mis manos arriba y abajo de su cuerpo fuerte. Puse mis manos en sus caderas, empujándolo hacia mí y gimiendo cuando su apretado agujero atrapo mi pene dentro de él. Nos entregamos a nuestra pasión y cuando llegamos a nuestro clímax, nos elevamos sobre el borde junto con él gritando su amor por mí. Se acostó contra mí, susurrando: "Te amo, Jungkook".

En este momento, él está encima de mí, no Rose. Es su voz profunda la que gime mi nombre. Son sus fuertes muslos los que agarran los míos mientras me cabalga. Lo agarro y empujo hacia arriba, con fuerza. Le doy la vuelta y bombeo salvajemente mi polla dentro de él mientras grita y ruega por más. Entre su voz y el movimiento de su cuerpo, mi orgasmo se dispara a través de mí. Sin embargo, lo que más me duele es que cuando finalmente abro los ojos, no soy recibido por su cara, sino que son la cara y los labios de Rose los que están sobre los míos.

Con un suspiro, salgo de ella, cayendo sobre mi almohada y cerrando los ojos.

"Oh, Kookie, eso fue fantástico", dice ella. "Mira, un poco de mí, día a día y te olvidarás de todo este tonto asunto gay". Mi piel se eriza cuando distraídamente hace círculos en mi pezón con su dedo, pero no digo nada.

"Perdón", respondo, levantándome abruptamente y caminando desnudo hacia el baño, cerrando la puerta detrás de mí.

El hombre del espejo parece mucho mayor de sus veintinueve años. Estoy cansado de estas mentiras y realmente no sé cuánto más puedo soportar. Pensar en volver allí, además de la fiesta para la que tenemos que prepararnos, hace que me dé vueltas la cabeza y mi respiración es superficial. Conociendo muy bien este sentimiento, uso mi mantra de respiración para calmar mis nervios.