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JM POV

"¡Maldita sea, Lisa, dije que no lo haré!" —grito mientras ella ponía los ojos en blanco hacia mí.

Hemos estado en este tira y afloja desde que Jungkook se fue y todavía estábamos en un callejón sin salida. Sé que estoy siendo terco, pero no puedo darme el lujo de que Jungkook cambie el trato entre nosotros, no quiero que las cosas cambien, me gustan tal cual están. Pero Lisa piensa que eso es estúpido. En su opinión, ¿por qué las cosas deberían cambiar? Es obvio para ella que está pasando algo entre nosotros y estoy siendo un idiota por tratar de rechazarlo. Quiere que acepte su oferta de ayudarnos de todo corazón, pero no puedo hacerlo. No puedo dejarlo entrar más de lo que ya está.

Puede que me esté engañando a mí mismo, pero mi corazón ya se está rompiendo a medida que se acerca el final de nuestro acuerdo y ni siquiera sé si lo va a renovar. Quiero que lo haga, pero no puedo decir eso.

"¡Deja de ser un idiota, Park!" dice mientras me doy la vuelta tratando de ignorarla. Sin embargo, el uso de mi apellido me hace girar la cabeza, mirándola fijamente y haciéndola estremecerse, algo que nunca hace con nadie. Mis ojos brillan cuando empiezo a caminar hacia ella, haciendo que retroceda hasta que su espalda golpea la columna que separa la sala de estar de la cocina. Sé la furia que debe haber en mis ojos, pero no hay nada en mí que pueda detenerla. Ella cruzó la línea. Cuando dejamos de movernos, me elevo sobre ella, pero no hace ninguna diferencia ya que lo primero que sale de su boca es su defensa.

"Aléjate de mí, Park. No te tengo miedo", dice mientras me mira.

"No me llames así", gruñí.

"Es un maldito nombre. Tu nombre. Supéralo", grita mientras me empuja hacia atrás y se dirige a la cocina.

"No lo uses. ¡Ni siquiera me lo digas! Esas personas no significan una mierda para mí", grito mientras la sigo, golpeando mi puño contra la puerta del refrigerador.

"Sí, sé que no, nene, pero Jungkook sí", dice mientras se acerca a mí. Se inclina hacia delante, toma mi cara entre sus manos y besa suavemente mis labios antes de darme un abrazo. Cuando nos separamos, toma mi mano entre las suyas y me lleva a la mesa de la cocina. Tomamos asiento y ella no suelta mi mano, sino que comienza a jugar con mis dedos.

Me mira a los ojos y suspira antes de decir: "Escucha, cariño, deja de ser un idiota y acepta su oferta. No dejes que tu orgullo se interponga en el camino. Creo que tiene buenas intenciones". Quiero seguir negándome a su reclamo, pero la sinceridad en su voz comienza a filtrarse a través de mi terquedad.

"Jimin, nadie hace esto. Nadie detiene sus vidas para sacar a la gente de la mierda. Sí, sé que hay organizaciones benéficas y pueden funcionar, pero no son para personas como nosotros. Estamos aquí por placer, y eso es todo. Pero, tú, encontraste a un chico, o él te encontró a ti, y él quiere ayudar. Entonces, ¿por qué negarse? Quiero una vida mejor para ti, cariño, eres mucho más que esto. Y Jungkook puede ayudarme a conseguir eso para ti", suplica.

Cuando deja de hablar, se recuesta en la silla y solo me mira. Sé lo que está haciendo. Me está dando tiempo para procesar los hechos. Para mirar el panorama general. Me calmo, lo veo, pero con lo que aprendí recientemente, no sé si puedo hacer eso. No fue algo que fui a buscar, pero desafortunadamente, lo encontré de todos modos.

Sucedió ayer cuando Lisa estaba fuera. Tenía una cita con Jungkook en la noche y decidí tomar una siesta. Sin embargo, dormir no sería fácil y terminé dejando que mi mente divagara.

Empecé a pensar en mi pasado. Pensé en Hoseok. Me acordé cuando lo conocí. Recordé su sonrisa, la forma en que había agachado tímidamente la cabeza después de besarme por primera vez, simplemente todo sobre nosotros. Lo que más me impactó fue la diferencia entre lo que sentía con Hoseok y lo que sentía con Jungkook, especialmente cuando ni siquiera éramos pareja.

MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora