Mío

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JM POV

"Entonces, ¿qué vamos a comer?" Le pregunto a Lisa. Mi voz suena casi irreconocible para mí. Estoy ronco y duele como una perra por la histeria que tuve el lunes después de regresar de almorzar con Jungkook.

Claro, no debería haberme ido así, pero conozco el final. No necesitaba sentarme allí y pedirle que llenara los espacios en blanco solo para rechazarme más tarde. Estoy seguro de que probablemente hubiera querido continuar con las cosas, pero no habría sido el mismo. El Jungkook que había llegado a conocer se habría ido y reemplazado por un extraño. Lo deseaba, sí, pero no deseaba la frialdad que seguramente vendría. Así que caminé primero.

Sentí que mi corazón se disolvía camino a casa y prácticamente caí en los brazos de Lisa mientras lloraba y le explicaba todo. Ella pensó que Jungkook solo estaba sorprendido y necesitaba tiempo para procesar todo lo que había dicho, pero en secreto, no quería que lo hiciera. Quería que me dejara ir, yo era un puto. Estoy acostumbrado a que la gente me use y me tire como a la basura. Yo estaba desorientado; mi padre lo había dejado claro, ¿por qué Jungkook debería ver las cosas de manera diferente? Tal vez debería quedarse en su armario. Quizás estaba mejor allí, fingiendo. Al menos, era aceptado y amado por su familia.

Lisa salió del baño en pantalones cortos y una camiseta sin mangas. Toma la americana de punto azul que le compré para su cumpleaños y se la pone. Luego toma sus botas y se las pone también antes de venir a sentarse a mi lado en la cama. Cuando coloca sus pies sobre la cama con esas botas, me parte el corazón y hace que mi respiración se sienta como si quisiera detenerse. Jungkook tiene unas botas como esas. Tiene muchas botas. Son su estilo favorito para usar.

Demonios, casi muero de un ataque al corazón un día cuando me abrió la puerta con solo un sombrero sobre su mitad inferior, las botas en sus pies y una sonrisa sexy en su rostro. No podía moverme. Me quedé allí por lo que pareció una eternidad boquiabierto como un pez fuera del agua antes de que él me llevara adentro y cerrara la puerta de golpe. Creo que no respiré con normalidad hasta casi una hora después que estaba gritando su nombre antes de desplomarme contra los cojines que había colocado en el suelo de la sala de estar.

Extrañaré nuestros juegos. Echaré de menos el sexo. Nunca me he sentido tan cerca de nadie como lo he hecho con él. Extrañaré... sentir algo por alguien otra vez. Es un gran tipo. ¿Por qué no pude haberlo conocido antes? ¿Por qué no podía haber sido él a quien conocí en lugar de Hoseok?

Porque hubiera sido un desastre.

"¿Dónde estás?" pregunta Lisa. Puedo escuchar la preocupación en su voz, así que le sonrío con la esperanza de que se tranquilice un poco. "No hagas eso. Estás sufriendo, Jimin. Deja de intentar hacerme sentir mejor. Ese es mi trabajo ahora, cariño".

"Está bien", susurro antes de toser.

Se levanta de un salto y va a la cocina, regresando un minuto después con una botella de agua en la mano. La abre y me la da para beber.

"Gracias", le digo mientras ella sonríe y vuelve a mi lado en la cama. Me atrae hacia ella y apoyo mi cabeza en su regazo. Me quedo allí, agarrando sus muslos mientras sus sonrisas recorren mi mente y las lágrimas brotan. Lisa me consuela pero nunca dice una palabra. Ella solo me abraza. Cuando me calmo, hago una broma acerca de que probablemente piense que estoy actuando como una niña. Ella me lanza una expresión seria y me pregunta si la escucho quejarse. Cuando digo que no, ella responde que es porque soy una persona con sentimientos que ha pasado por tanto que piensa que tengo un minuto o cinco para llorar. Le agradezco y ella vuelve a colocar mi cabeza en su regazo y suavemente pasa sus dedos por mi cabello.

Después de un tiempo, finalmente hablo. "Entonces, ¿qué vas a conseguir, porque me muero de hambre".

"Te lo mereces por rechazar mi increíble cocina durante los últimos dos días. He mejorado, sabes, y quería que probaras mi pollo con ajo", dice ella.