Mío

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JM POV

Lisa estaba agotada. Nunca la había visto agotada y mucho menos nerviosa por algo. Pero mientras la veía correr por la habitación, tuve que reírme. Uno pensaría que era su boda por la cantidad de energía nerviosa que estaba expulsando.

"Será mejor que lleguemos allí a tiempo", dijo mientras arreglaba mi corbata por centésima vez.

"Lo haremos."

Ella me miró mal. "Bueno, vete a la mierda por ser la viva imagen de la calma". Yang Min la miró, sorprendida por lo insensible que me habló Lisa. Parecía que quería decir algo, pero negué con la cabeza con una sonrisa plasmada en mi rostro.

¿Y por qué no sería feliz? Me iba a casar con el hombre de mis sueños. Algo que nunca pensé que haría.

Jungkook era algo solo para mí. ¿Qué más podría desear, cuando él lo era todo? ¿Qué más había además de felices para siempre para nosotros? Tomaría cualquier cosa que se nos presentara. Lo bueno. Lo malo. Lo capearíamos juntos. Nunca iba a dejarlo ir.

"Me caso con Jungkook", le dije a Lisa mientras pasaba su mano por mi cabello. Los mechones rebeldes habían vuelto a crecer, pero no podía importarme menos porque a Jungkook le encantaba pasar la mano por ellos mientras leía. Tener sus dedos atravesando mis mechones era lo más relajante que jamás había sentido. Pero sin llegar al placer de dormir en sus brazos. Y tengo que tener eso hasta el día de mi muerte. Yo estaba realmente aquí, feliz y sin preocupaciones, a punto de comenzar un para siempre.

"¿No eras tú el que estaba enloqueciendo esta mañana?" Lisa me recordó.

Ella tenía razón. Me desperté gritando de una pesadilla temprano esta mañana. En ella, nada de esto era real. Jungkook y todo lo que habíamos pasado era producto de mi imaginación. Lo había imaginado después de una mala noche con un cliente. Casi pasé el punto de la histeria. Lisa, Yang Min y Dong Woo intentaron calmarme, pero fue en vano. De hecho, creía que nada de esto era real.

Al final, fue Jungkook o su voz por teléfono lo que hizo el truco. Lisa lo había llamado presa del pánico.

Jungkook escuchó mientras le contaba sobre el sueño. Él permaneció tranquilo mientras yo me asustaba. Luego, me hizo darme cuenta de que nada de eso era cierto. Él era real. Estábamos a punto de casarnos. Y debería aceptar nuestro futuro. La pesadilla era mi versión de pies fríos. Traté de reprender la idea de los pies fríos, pero Jungkook se rio y dijo que estaba bien. No creía que lo dejaría en el altar. Explicó que a él también le parecía increíble que tuviéramos esta increíble oportunidad. Que nos conociéramos, nos enamoráramos y estuviéramos a punto de comenzar una eternidad juntos. Amaba cómo ya no tenía que esconderse. No más mentiras. No más armarios a los que forzarse. Él era libre de estar conmigo.

Hablamos hasta que mis ojos se cerraron y lo último que escuché fue la voz profunda de Jungkook diciéndome que me amaba antes de quedarme dormido otra vez.

Descansé en paz hasta que Lisa me despertó mientras se movía por mi habitación con una energía angustiosa. Yang Min no estaba mejor y mi mañana se convirtió en un hermoso caos.

"Borra esa sonrisa de la cara", advirtió Lisa. "Si llegamos tarde a tu boda, te voy a matar".

Me reí. Me estaba riendo tanto que ella y Yang Min no tuvieron más remedio que unirse. Dong Woo, Taehyung y Somin se nos habían adelantado. Era difícil de creer que Jungkook y yo estuviéramos en la misma casa, mucho menos, en los mismos terrenos. La propiedad de Jeon en Incheon era enorme. Todo el lugar se había transformado radicalmente con una hermosa decoración en rojo y blanco para el tema de nuestra boda. Nuestra organizadora de bodas se había superado a sí misma. Por supuesto que fue con la ayuda de Ji Hyo. La mamá de Jungkook estaba haciendo la aventura más grande pero más íntima de su carrera. La boda de su hijo con el líder del Imperio Park. Ser el jefe del imperio de mi abuelo seguía siendo una revelación molesta para mí, pero Yang Min creía que había nacido para eso. El papá de Jungkook y su abuelo me ayudaban cuando se trataba de lidiar con la junta. Jungkook también me ayudó. Día a día, Estaba aprendiendo a manejarlo. No era el trabajo de mis sueños. Sabía dónde quería pasar la mayor parte de mi tiempo después de la escuela. Ya vi el lugar y cuando le di pistas a Jungkook, no estaba seguro de que lo hubiera descubierto, pero dijo que apoyaría cualquier cosa que quisiera hacer con mi vida. Bromeé acerca de volver a ser una prostituta una noche, y Jungkook dijo que me compraría todas las noches hasta que me rindiera.