22.- El bosque de las almas

86 8 6
                                    

Narra Caroline.

Seguía sin entender porque me preocupaba tanto por aquel extraño, pero algo me empujaba a protegerle, como si le estuviera devolviendo algún favor.

Caminamos por aquel bosque de arboles marchitos el cual las ramas tenían extrañas formas, pero de alguna forma tenían algún sentido. Parecían personas, o seres deformes que aclamaban piedad o pedían ayuda a los arboles. Ahí descansaban las almas de los demonios muertos, atrapadas entre las gruesas e impenetrables raíces. Había pasado por ahí unas cuantas veces con la ya extinguida tropa.

-Nos esconderemos aquí, ¿si?- Le susurré a Harry, deteniendome y apoyandome de un árbol el cual las formas se distinguían bien.

-Esto da miedo..- Murmuro, mirando hacia todos los lados, abrazándose a el mismo y volviendo su heterocromancia hacia mi- ¿No estaremos mucho aquí?

Se notaba el miedo que tenia, pero solo por el entorno en el que estábamos. Sentía deseos decididos venir de el, tal vez estaba como yo, queriendo resolver todo esto.

-Solo lo suficiente- respondi, cuando justo un revoloteo de alas empezó a sonar en lo que se podría denominar cielo.

Mire hacia arriba, los guardias estaban en busca de los fugitivos, nosotros. Apreté los labios a la vez que pensaba que exactamente hacer, pues creía que sinceramente nuestra cabeza rodaría en cuanto nos encontrarán. Tome la mano de Harry y caminamos con cautela, para no hacer ruido de mas. De repente la loca idea de escabullirse y trepar se me cruzo por la mente.

En ese recuerdo aparecía Jake, pero el otro era un espacio vacio, en blanco.

Llegamos a una zona llena de neblina, donde el miedo me invadio y comencé a caminar mas cerca de Harry. Pareciamos niños en un sitio extraño. Pero el aleteo se dejo de escuchar, y con eso un fuerte ruido de metal y quejidos se escucho por todo el bosque.

Narra Harry.

Con tanto ruido, ambos nos juntamos mas de lo que estábamos y esperaba a que no fuera algún tipo de monstruo. Pero eso no quitaba el hecho de que tanto cercanía me sonrojaba. Agradecía que la situación no permitía que me viera así.

Y como no teniamos otra alternativa, caminamos guiados por los instintos. Pero el ruido pareciese como si viniera de todos lados, y cada vez se escuchaba mas fuerte. Como si nos acercaramos sin darnos cuenta, hasta que llegamos al pie de un árbol desmesuradamente enorme, y en la cima, un brillo me llamaba la atención.

-¿Que es eso?- Preguntó Caroline por encima del ruido, algo que creía que ella sabia.

-Ni la menor idea- Respondí también en voz alta.

Se escucho un "¡Ayudame!". El ruido había tomado forma y quien sea que haya gritado parecía alguien realmente asustado. Mire fija y completamente alarmado aquella luz, que ya me causaba miedo.

-¿Y s-si vamos..?- Preguntó Caroline, igual de temblorosa que yo.

-¿Y si es algo malo?

-Pide ayuda Harry, por favor.. Juro que si es algo malo te sacare volando de aqui- Sabia que, como ángel, su intensión por ayudar jamas estaba ausente.

Tome aire mientras trataba de no poner tanto peso para que Caroline me tomara. En cuanto mis pies dejaron de tocar tierra, me quede inmóvil, con los ojos desmesuradamente abiertos. Al elevarnos, Caroline iba dirigiendo sus manos cada vez mas hacia mi estomago, hasta el punto en que me abrazaba por la espalda. No le quise decir nada, pues desperdiciaría un agradable abrazo. Pero llegamos a una rama cercana, mas no a la copa, donde estaba la extraña luz. Suponía que sus brazos se habían cansado.

Me afirme bien a la rama para no caerme por el intento de descubrir quien era aquel ser que necesitaba ayuda. Antes de todo, me asegure que Caroline, quien estaba a mi lado, estaba todavía en la rama y no había caído árbol abajo. Lo último que quería era verla postrada en el pie del árbol.

Levante la cabeza, viendo hacia la jaula rodara que irradiaba una luz no cegadora, mas bien... Aguantable. Dentro, un ser que apoyaba, asomando la cabeza. Con una aureola en ella y entre sus barbas blancas se asomaban unos labios inexpresivos.

-¿Ese es quien creo que es...?- Le pregunte a Caroline, quien miraba tan impresionada como yo.

-¡Dios!- Grito, haciendo que el ser nos viera y mostrara sus blancos dientes en una sonrisa.

Narra Jake.

Caía, claro que lo hacia. Al principio sentí un terror desbordante, pero fue disminuyendo al ver que no había un suelo en el cual partirme la cabeza. Mire a todos lados, negro. Supuse que seguía en el agujero del exilio.

Pero de repente, me dolió la cabeza durante unos segundos y aparecí en un cuarto blanco, y yo estaba acostado en una cama del mismo color, con una camisa de fuerza. Me vi obligado a ver hacia todos lados para cersiorarme de que conocía el lugar en el que estaba, parecía como un cuadro vacío en mi cabeza.

Entre el reconocimiento, una mujer sosteniendo un pañuelo contra sus húmedos ojos se acerco a mi, parecía conocerme de toda la vida por la forma en la que me abrazo.

-Hijo, el doctor me dijo que no has mejorado..- Me dijo entre lágrimas.

¿Hijo?

Volví al fondo negro, que paso a ser el sillón de mi departamento rápidamente. Me toque la cabeza y mantuve mis ojos cerrados, entre tanto cambio de escenario me había mareado de una forma bestial.

Ya no podía volver a infierno ni al cielo, por lo que sabia lo que era el agujero por el que caí. No podía salvar a Caroline, a no ser que se me ocurra algo. Tal vez si había alguna forma, y la iba a encontrar si así significaba no tener que volver a ver una braga en mi vida. Bueno.. No para tanto.

-★-

Lo siento por el capítulo tan corto y retrasado :c
Estoy sufriendo de un pre-bloqueo, entiendanme.

Eeeen fin, ¿quieren que cuente la historia de Jake en un capitulo o sigo con la historia normal? Opinen.

Los veo en cuanto suba D: (no prometo nada ;_;)

Un Demonio diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora