-¿Angel?- Mire algo confundida a Harry.
Me tomo de los hombros y me agito de forma suave, hasta que cuando abrio la boca para hablar ya empezo a casi querer sacarme el desayuno.
- ¡ANGEL DE LA FELICIDAD!- Me grito completamente exaltado y mirandome fijamente.
-Calmate- Dijo Jake en un tono que al parecer Harry temia, ya que paro en seguida de hacerlo.
-Esta bien... ahora me acabo de confundir aun mas- Dije.
-La forma en la que calmaste a esos niños es especial, aun que sea un simple frances, de alguna forma sirvio de manera instantanea, lo que todo indica que eres el angel de la felicidad- Respondio el pelirrojo.
-Eso es estupido, no puedo ser angel, no estoy muerta.
-Te lo explicare de manera mas... ¿entendible?- Se cruzo de brazos y penso unos segundos, hasta que volvio a mirarme- Antes de morir... mucho antes, se le escoge a una persona si es un angel, o un demonio, cuando muere se va al lugar al que pertenece- Apreto los dientes, como si hubiera pensado algo que lo molestara- Pero de alguna forma terminan en otro lugar.
-¡Ah! Y cuando escogen que seras, te dan solo una habilidad, la que a ti te dieron es para dar felicidad- Dijo Harry, con una gran sonrisa mientras daba pequeños brincos. Rayos, es en verdad muy tierno.
-Ahora si comprendo mejor...- Mire al piso, reflexionando.
Yo no sabia nada de eso, nunca me habian dicho que escogian que serias... ni menos que yo podria ser un angel. Negue con la cabeza para tratar de olvidarlo, todo eso pasara cuando yo muera y ya. Meti mi mano a mi mochila y busque el celular, vi la hora y se la dije a Harry, nos despedimos de Jake y nos fuimos caminando a casa.
(...)
Llegue a casa y Harry se fue a la cocina a buscar algo de comer, mientras yo iba a sacarme el unifome. Busque y de entre toda mi ropa saque unos shorts negros y una camisa azul y roja. Deje la camisa abierta y deje que se viera la camiseta blanca que llevaba debajo. Como estaba en casa no me preocupo llevar zapatos, asi que sali del cuarto sin ellos.
Me sente en el sillon y vi a Harry salir de la cocina, comiendo cereal y aun con el uniforme. Me di cuenta de que sus cuernos habian vuelto a aparecer en su cabeza. Se sento a mi lado y empezo a hacerme preguntas sobre que se hacia en el mundo normal. Cuando ya no tenia nada mas que preguntarme, yo le pregunte sobre el infierno.
-Ah, es un lugar demasiado horrible- Hablaba serio, pero seguia comiendo cereal- Sufri bastante ahi por ser diferente, y...
-No te puedo tomar en serio si comes cereal mientras hablas- Le interrumpi y rei un poco.
Rio tambien y dejo el cereal a un lado- Todos me molestaban porque era demasiado... sensible y varias cosas bastante opuestas a un demonio- Su sonrisa se borro completamente. Senti como la empatia recorria mi cuerpo.
Tome su cabeza y la coloque suavemente en mi regazo, pude notar el leve rubor que aparecia de a poco en las mejillas de Harry.
-Ya, no tienes porque preocuparte- Le dije, acariciandole la cabeza y sonriendo- Olvida a todos esos idiotas que no saben la buena persona que eres.
Esa triste expresion cambio a una alegre.
- Gracias...- Y fue cerrando sus ojos lentamente, se habia quedado dormido.
-Hey...- Susurre, riendo- Dejarme hablando sola es malvado.
Aun que no podria sentirlo por estar dormido, segui acariciandole el pelo, ahora mas lento, admirando su palida piel y su expresion tan neutral. Un silencio para nada incomodo inundo el cuarto. Unos segundos despues, ese silencio fue completamente roto al escuchar la puerta abriendose, y con ella, viendose a mis padres y a mi hermano entrar.
Como estabamos en la sala, pudieron vernos a mi y a Harry en esa posicion.
Mierda.
Mi papá nos quedo mirando entre furioso y confundido, mi hermano estaba concentrado en su consola de videojuegos y mi madre estaba simplemente callada. Recorde algo y mire hacia abajo, viendo los cuernos que tenia. Los cubri con las manos y sonrei inocentemente, en un mal intento de decir "Aqui no pasa nada".
-¿Quien es ese chico?- Dijo mi padre, apuntandolo.
Como no sabia como explicarme, pero de todas formas queria hacerlo, empece a hablar completas incoherencias- Es que.. este.. el.. ayer..- Mierda, estaba peor que en una exposicion en la escuela.
-El es Harry, un chico amigo de Caroline. Lo conocio ayer por la calle y como no tenia hogar decidimos que se quedara con nosotros por un tiempo, hasta que al menos consiga a donde dormir- Le respondio mi madre, lo mas natural y creible posible.
Mire a mi madre, esa simple mirada ya decia "Gracias, ya creia que me desmayaria".
-¿Decidimos? Ningun chico extraño llegara y..- Fue interrumpido al notar que Harry despertaba y se levantaba lentamente.
Abrio los ojos como platos e hizo desaparecer instantaneamente los cuernos. Se paro del sillon rapidamente y rojo de verguenza.
-... La verdad es que no parece mala persona- Dijo finalmente mi hermano, que habia guardado su consola.
Mi padre suspiro resignado- Esta bien, pero si le hace algo a mi querida hija lo descuartizo- Sabia que lo decia modo hiperbole, pero asustaba.
Yo, aun media nerviosa, me levante del sillon y fui a darle las gracias a mi madre y a mi hermano parecia ni importarle.
(...)
Horas despues de eso, ya era de noche y luego de otro debate en el que gano mi madre, Harry dormira en mi cuarto, pero con la condicion de que durmiera en el otro extremo. Asi fue, ayude a mi madre a armarle una cama momentaria a Harry mientras el hablaba con mi hermano sobre como era vivir ahi, James no se quejaba de nada, ya que no era de ese tipo de chicos que se quejan por todo.
Cuando ya nos preparamos para dormir, recorde algo. Abri los ojos y me sente en la cama.
-¡La tarea!- Exclame, haciendo que Harry despertara de un susto.
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Un Demonio diferente
FantasyDespués de que Caroline cumpliera los 15 años, recibió una visita desde el infierno, una bastante diferente a como se imaginaba. Ella con el paso de los días descubre el porque el estaba ahí, y de alguna forma siente que debe ayudarlo a ir al "lugar...