Esta es una historia de años atrás. No hay ningún Harry conocido por el dueño de esta historia, Jake.
Abrí mis ojos, encontrandome con el blanco, un color que veía cada mañana desde que me habían detectado esquizofrenia y había tratado de atacar a mis amigos. Creía que después de eso no podría seguir con mi vida social como lo había hecho antes. "De seguro me temen", pensaba.
Me levante como pude de mi cama, y cuando lo hice caí al blando suelo acolchonado. La camisa de fuerza me impedía la movilidad que yo quería.
Levante la vista y de alguna forma pude ver como las paredes se habían cubrido de mi color favorito, el rojo. La sangre me rodeaba, y era algo simplemente maravilloso.
No pude evitar reír al sentirme completamente bien así, pero fue desvaneciéndose encontrandome de nuevo con el insípido blanco. Gruñi y me resigne ante la situación, y escuche el ruido que suena cada vez que alguien venia a verme como si de un animal de zoológico se tratase. Mire hacia la puerta gris y si, aquellos ojos verdes cubiertos por una capa de lágrimas me miraban con pena.
-¿Que?- Pregunte con brusquedad, lo que provoco que se cerrara de nuevo aquella pequeña rendija y con ello el ingreso de mi madre al cuarto.
Pero después ya no fue mi madre, se volvió un monstruo aterrador que me hizo retroceder hasta chocar con la pared.
-ALEJATE- Le grite a aquel ser, pareció escucharme.
Y volvió a ser la tipa que conocía y a la vez no.
-Hijo, soy yo...- Susurro, temblorosa.
Parecía temerle a algo... ¿a mi?
Decidí no responderle. Preferí hacer movimientos estúpidos para intentar levantarme, pero al momento en el que caí de nuevo, el monstruo había vuelto y seguía acercándose a mi.
-Mirate, mi pequeño Jake...- Dijo de forma burlona, procedió a reír y a pasarse la extraña mano por la cara.
Le di una patada y mi madre apareció de nuevo, llorando aun mas y haciendo gemidos de dolor.
-¡L-Lo siento!- Me disculpe, y senti una lágrima recorrer mi mejilla.
-¡ERES UN MONSTRO!- Grito, y salio del cuarto, volviendo a dejarme solo.
La habitación se volvió negra y con ello empecé a caer por un oscuro agujero donde gritos me rodeaban.
"¡Matala, ella solo vino para verte sufrir!"
Distingui entre todos los gritos.
"¿Sabes lo hermoso que seria verla gritar?"
"Mata, matalos a todos"
"Solo quieren verte sufrir aquí"
Las voces por las que sufría volvieron para atormentarme. Me habían repetido tantas veces que lo hiciera que cada vez me lograban convencen mas. Esta no fue una excepción.
Espere a que la enfermera llegara para quitarme el chaleco de fuerza que siempre me ponían durante la noche, pues solía tener graves ataques.
Al tener ya las manos libres, agarre a la enfermera del cuello y comencé a ahorcarla, matarla era un paso mas para llegar a mi madre. Era extraño, reía, parecía gustarle. Su ataque de risa solo me provocaba seguir haciéndolo, tampoco seria tan malo de no hacerle el gusto a la mujer.
ESTÁS LEYENDO
Un Demonio diferente
FantasyDespués de que Caroline cumpliera los 15 años, recibió una visita desde el infierno, una bastante diferente a como se imaginaba. Ella con el paso de los días descubre el porque el estaba ahí, y de alguna forma siente que debe ayudarlo a ir al "lugar...