𝐏𝐑Ó𝐋𝐎𝐆𝐎

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Seraphine había nacido en la nación del fuego en la cuna de familia Rhys cómo hija única de una de las más leales dinastías que servía a la realeza

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Seraphine había nacido en la nación del fuego en la cuna de familia Rhys cómo hija única de una de las más leales dinastías que servía a la realeza. Las expectativas sobre sus habilidades eran altas, pero logro cumplirlas todas.

Un prodigio como maestra fuego.

Aunque no era en lo único que destacaba, una guerrera natural, manejaba una espada larga y afilada, tenía una destreza increíble, además poseía un belleza sobria, una joven sería e implacable. De cabellos negros con la obsidiana, de ojos grises y piel pálida.

Keegan Rhys debía sentirse orgulloso como su padre, pero no era así, un padre abusivo, narcisista y egoísta. Ciertamente su relación apestaba. Y Seraphine prefería ir al frente de cualquier misión lejos de el.

Sus pasos eran lentos acompañada de postura recta con sus manos por detrás y una expresión impecable. El campo de entrenamiento pronto entro en su campo de visión, detuvo su caminata justo debajo de un árbol. Azula noto su presencia con rapidez, siguió un par de movimientos antes de detenerse.

Las ancianas iban a protestar por ello pero las corto con un simple movimiento de mano. Así que desaparecieron dejando a las jóvenes solas.

—¿Vienes a disculparte?— pregunta elevando las cejas satisfecha—. ¿No es así, Seraphine?

La princesa cerro los ojos esperando las disculpas con ansias. Seraphine no dijo nada, esperando que le mira de una buena vez. Azula espero pero termino cediendo a la impaciencia para fijarse en la joven con el ceño fruncido.

—Mi padre me notificó está mañana que seré enviada con el comandante Zhao a su base naval— enunció firme.

—¿De qué hablas?

—Me iré por el atardecer— Azula frunció el ceño.

—Bien, pídeme perdón de rodillas y arreglaré todo el asunto.

—¿Por qué pediría perdón?— pregunta confusa.

—¿No conoces tu error?

Seraphine inclino su cabeza, enarcando una ceja.

—Solo termine contigo— alzó los hombros.

—¡Exacto!— Azula chasqueo los dedos como si su contraria hubiera dicho la cosa más inteligente posible—. Tu no puedes terminar conmigo.

—Pero lo hice— Seraphine trato de encontrar que era lo que estaba mal en su decisión.

—Si, ese es tu error, Phine— declaró—. Pero como dije, si me pides de rodillas, te perdonaré y evitaré tu traslado a la base naval.

Rhys mostró un rostro imparcial, enfureciendo a la princesa.

—No voy a hacerlo— Seraphine pudo apreciar detalladamente cómo la confianza de Azula se derrumbaba.

𝐏𝐋𝐀𝐘 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐅𝐈𝐑𝐄 - 𝐙𝐔𝐊𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora