Capitulo Dieciocho

113 15 27
                                    

Dongmin se agachó, se puso a la altura de Minhyuk y lo abrazó para consolarlo, posicionando la cabeza de su novio en su pecho. Sabía que estaba devastado. El cuerpo de la mucama que estaba inerte era de la persona que estuvo a cargo de Suhyeon, encargada de su alimentación, la de todos y ella quiso asesinarlos agregándole veneno a su comida.

El chico se encontraba llorando en el pecho de su novio.

Minhyuk no quería ver el cuerpo de la persona y por eso Dongmin se había encargado de que Minhyuk estuviera de espaldas a la hora de dar el disparo.

El mayor que estaba alerta, vio como la mucama estaba moviendo sus manos de manera lenta; se notaba el dolor que estaba sintiendo y Dongmin no sintió nada al verla. Minhyuk se iba a separar del abrazo, pero Dongmin no lo dejó, más bien, abrazo su cabeza de tal manera que le cubriera un poco los oídos y los ojos y disparó el arma una vez más antes de que la mucama lo hiciera; esa acción ocasionó que el llanto de Minhyuk se alterara una vez más.

En esos momentos, Dongmin debía ser la cabeza de la situación y ya no podían perder más tiempo.

—Cariño —tomó la cabeza de Minhyuk de manera delicada con sus manos— Sé que estás triste, lo entiendo, pero debemos irnos.

Dongmin lo ayudó a levantarse y ambos salieron corriendo al lugar donde se verían con los demás: el estacionamiento subterráneo. Era la mejor manera de escapar sin que nadie los viera y donde tenían las motocicletas con las que lo harían.

Los dos chicos que faltaban llegaron. Minhyuk ya se había recuperado un poco por lo acontecido minutos atrás, así que, montó la motocicleta y apenas Dongmin se acomodó y lo abrazó, todas las motocicletas salieron a toda velocidad de su antiguo hogar. Los guardias de los chicos se encargarían de distraer a los enemigos con algunas trampas que habían instalado tiempo atrás con la intención de ganar tiempo.

La policía estaba del lado de la mafia por lo que los semáforos por los que pasaban iban a estar en verde. La policía estaba al tanto de esta misión que tenían los seis chicos así que se encontraban monitoreándolos para darles rutas de escape, ayudarles con el tráfico y otras acciones que ayudase a los mafiosos.

La ayuda de la policía no era la suficiente dado a que, a las pocas cuadras, sus enemigos comenzaron a perseguirlos en motocicletas y parecía que deseaban disparar y que estuvieran en la autopista no iba a detenerlos.

Los chicos aceleraron para perderlos unos segundos y que sus novios se pudiesen preparar para disparar. Habían practicado, pero nada muy parecido. Cuando los chicos estuvieron listos para comenzar a disparar fue el momento en el que los enemigos lograron alcanzarlos.

Disparar en movimiento y evitando dispararle  a los inocentes no era tarea fácil para Dongmin, en cambio para MyungJun y Sanha era un poco más fácil. Los videojuegos le habían ayudado a Sanha y MyungJun desde siempre tuvo una increíble puntería y el drama que se había visto con anterioridad, le había ayudado en ese momento.

Disparos iban y venían por lo que decidieron salir de la carretera para no poner en riesgo a los civiles, no obstante, ese pudo ser su peor error dado a que salieron más motocicletas con enemigos. Dongmin debía hacerse bueno en ese momento para que nadie se viera perjudicado. Trataba de hacer lo mejor que podía, pero aún no lo lograba.

El chico pensó en algo que lo motivara y la pequeña hija de su novio y el padre llegaron a su mente. Dongmin abrió sus ojos y como si fuese película, comenzó a mejorar en su tarea disparando en lugares que hicieran el daño suficiente para que los enemigos perdieran el equilibrio.

Faltaban pocas cuadras para llegar a su nuevo hogar y aun tenían enemigos encima así que decidieron recurrir al plan b y dieron vuelta en U para confundir a sus enemigos. Ese momento fue aprovechado por los chicos de la mafia y comenzaron a disparar sin miedo alguno para deshacerse de los malos.

El Profesor de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora