AMNESIA ||Crepúsculo| Edward Cullen x TN ||CANCELADA

9.Et occursus

Presente,2006.

El sol ya había salido cuando me adentré en los árboles y me acurruqué en el hueco de un árbol lleno de musgo. En mi mente podía ver a Filib deshaciéndose de la casa, algo me decía que se estaban moviendo, seguramente debido a mi traición... Dudo mucho que sospechen de mi paradero, hasta donde ellos saben, no sé nada de mi vida y eso me da cierta ventaja.

Miraba de vez en cuando las hormigas trabajar a unos metros de mí, resultaba entretenido ver cómo una se salía de su camino y corría en círculos hasta que retomaba la fila. Cuando ya estaba demasiado aburrida, explore lo poco que podía ver del hueco en el que me refugiaba, encontrándome con una araña que bajaba de un hilo hasta llegar a mi rodilla flexionada.

—Hola pequeña —sonreí a medias — ¿Te encuentras sola? Yo también, quizás podamos hacernos compañía mientras tanto.

Al cabo de unas horas, el sol comenzaba a bajar, pero aun así no salí de mi escondite hasta que estuviera completamente a salvo. Sería absurdo terminar en cenizas al cabo de unas horas de mi rebeldía, ya podía imaginarme la risa de satisfacción de mi líder, al ver que después de todo, fracasé.

Me sacudí los restos de hojas y tierra de mi cuerpo, tomé a la pequeña araña y la deje en el tronco del árbol.

—Si fuera una simple humana, seguramente te habría aplastado, lo siento.

Me detuve a pensar por un momento, ¿Qué pasaría si descubro que ya no siento lo mismo a como lo recuerdo? Oh al menos, a como me sentí al revivir eso ... ¿El sentiría lo mismo? ¿Sus sentimientos seguirán intactos? No sé cuánto tiempo tendrá que lo conocí, pero supongo ya tendrá sus añitos. Todo sería más sencillo si Filib me hubiera dicho algo, supongo que no volveré a verlo, él se irá cuando la batalla empiece y yo no tengo modo de encontrarlo, me imagino que si sigue vivo será porque logró escapar de Riley, seguramente lo intentaría matar al darse cuenta de que después de todo, yo no era de confianza como mi tutor le había prometido. Siento lástima por él. ¡Todo lo que se hubiera evitado de haberme dicho la verdad!

Salí del bosque cuando el sol ya se había ocultado por completo, es sorprendente como el tiempo pasa tan rápido cuando tu mente divaga. Mire al frente, una multitud de personas con ropas amarillas salían del edificio, unos chillaban mientras se abrazaban, los padres les festejaban a sus hijos adolescentes por haberse graduado. Era un mal momento, así que una vez que había regresado al bosque seguro, escale unos árboles y me recargue sobre el tronco, mire a unos cuantos metros abajo, concentrándome en cualquier otra cosa que no fuera en los humanos, mis esfuerzos eran en vano, la garganta me empezó a quemar, el ardor se esparcía más y más provocando que me retorciera de dolor, enterré mis uñas en el árbol para evitar cometer un error. Estaba sorprendida de mí sed, pero más del fuerte aroma de la sangre, jamás había olido algo así, pronto hui de ahí, tuve que casar algo lejos, el siervo no estaba nada mal pero desafortunadamente, la sangre humana da más energía, no pude evitar acordarme de Kevin, había escuchado antes de irme, que Riley le pedía ocultar los cuerpos.

Pasadas las horas, mientras caminaba perdida en mis pensamientos, me llegó un aroma dulce, no como el de hace un rato en la escuela, si no como el de uno de nosotros, oh varios... Mi amigo estaba por aquí, era el momento perfecto para seguir su rastro. Corría con demasiada velocidad, con tanta alegría, sentía que pronto todas las dudas tendrían respuestas. Esquive velozmente unos árboles, estaban cerca, excitada di un brinco al entrar al claro y con esperanzas de ver a Edward al aterrizar. Pero no fue así. Todo paso tan deprisa, un perro me tacleó de un lado mientras soltaba un gruñido, gemí a la misma vez que arrugaba el rostro del asco, el olor dulce se mezclaba con olor a perro, incluso peor. Caí bruscamente al césped, levanté la vista para encontrarme a un lobo, corrí rápidamente mientras pensaba en todas las Historias de Filib, no los mencionó, pero jamás me imaginé que ellos también fueran parte de nuestro mundo. Sentí como alguien se me encimo por los hombros, una segunda persona se aferraba entre mis piernas impidiendo mi movilidad, fue ahí cuando todo se volvió casi silencioso.