Pervertidos Cuentos

Mi sobrino

Para todos los demás...

Para el mundo entero...

Él es mi sobrino.

Y me encanta que la gente de fuera no se de cuenta que es mi joven amante.

Empezó todo como un juego por un chat privado en una de las redes sociales mas grandes del mundo y de pronto no pude parar de pensar en este niño quien ahora ocupa mi cocina.

Mientras hago home office desde mi computadora mi mirada se distrae de la pantalla para verlo, el exquisito olor de lo que cocina tambien distrae mi sentido del olfato.

-En un momento estará listo el desayuno-

Me indica sin verme o dejar de remover algo con la gran cuchara de cocina que toma con su bella mano.

Adoro verlo asi, concentrado, con su largo cabello brillante atado en un moño desordenado y la expresion seria en su joven rostro.

Yo de verdad no comprendo como es que terminamos asi, pero si volviera a tener la oportunidad de hacerlo de nuevo...

Lo haria una y mil veces.

Un esporadico mensaje sin chiste en nuestro incipiente chat, hace casi un año atrás, se convirtió en amorosos, sugestivos y candentes mensajes diarios.

A toda hora y lugar nos mandabamos mensajes pues no queriamos permanecer mucho tiempo sin saber el uno del otro.

Lo cual fue bueno para mi debido a que trabajo se volvio muy estresante y demandante en esa fecha especifica de mi vida.

Mi empresa pasaba por una crisis debido a la reciente pandemia y el trabajo comenzo a escasear al punto que casi me despiden...

Chatear con este niño, como lo llamo de cariño, me sirvió de distracción y consuelo.

Despues se volvió una necesidad imperiosa en mi vida.

Cuando la normalidad poco a poco regresó a la ciudad, el trabajo aumentó y por fortuna pude conservar mi home office.

-Lava tus manos por favor-

Me pide mi bella distracción sin saber que estaba embobada mirandolo, me levanto de mi asiento para cumplir lo que me pide en el acto.

"Dejame ayudarte."

Indico despues de estar aseada, mi niño niega con la cabeza.

-Quiero atenderte, sabes que adoro cuidarte-

Sus palabras siempre consiguen derretirme, mi pecho se llena de una calidez que antes no conocia y me encanta esta nueva sensacion.

Tomo asiento de nuevo en mi silla, mi pequeño chef coloca rapidamente sobre la mesa los platos los cuales se ven tan apetitosos y perfectamente bien servidos.

-No mas trabajo por ahora, es nuestro tiempo juntos-

Deberia sentirme un tanto ofendida por su orden.

O por haber alejado la laptop de mi, pero la verdad es que adoro cuando se pone mandón conmigo.

"Esta bien mi niño."

Acuerdo con él, ambos nos sentamos muy juntitos en la sillas para disfrutar de nuestro desayuno.

Mientras una mano mia maniobra con el tenedor o la cuchara, mi otra mano se encarga de acariciar su pierna de forma inocente y descuidada  al principio pero...

Despues mi otra mano deja la cuchara sobre la mesa para acariciar su carita joven y varonil mientras mastica.

"Esto esta delicioso mi niño."
Declaro de forma sugestiva, aunque no me refiero al desayuno apetitoso.