Mientras pasaba en la camioneta, veía a algunas personas de mi nuevo vecindario. Gente muy bien portada. Madres con sus hijos, niños jugando, los típicos marido y mujer conversando afuera de sus casas. Sin duda será difícil poder adaptarme a este nuevo estilo de vida.
Me llamo Antonella Di Medici, mi familia y yo venimos de Italia, el motivo que nos trajo a este prestigioso vecindario, fue el ascenso del puesto de trabajo de papá en una petrolífera de Boston. Esta era una nueva gran oportunidad según papá, que decía que era por el futuro de nuestra familia.
Mamá es una ama de casa, supongo que la idea de mudarnos no le afecto tanto como al mí o a mi hermano. Marco, mi hermano mellizo cuando se entero de la noticia, se molesto con mis papás, ya que habían tomado una decisión sin preguntarnos. Al igual que yo, la idea de dejar mi tierra, lugar donde estuve 16 años no me agradaba mucho, pero supongo que no tenía otra opción que seguir a donde papá iba.
—Anto ¿che cosa stai ascoltando?— pregunta Marco mientras me tocaba el hombro.
—Dani California, di li Red hot chilli pepers— dije mientras le pasaba un audífono para que pudiera deleitar el hermoso sonido del solo de guitarra.
Marco puso el auricular en su oído y se recostó en el asiento de la camioneta.
—Falta mucho para llegar?, estoy muy cansado, necesito dormir— decía Marco quejándose a causa de esas 3 horas de viajes desde que bajamos del avión.
—Estamos muy cerca hijo, ya estamos por llegar— decía papá sin sacar la vista de la calle del vecindario.
—Esa es nuestra nueva casa chicos— decía mamá muy emocionada.
La nueva casa era hermosa, no se comparaba con mi antiguo hogar, tenía unos ventanales enormes, una cochera grande y un hermoso jardín delantero, definitivamente si el exterior es así de hermoso, no quiero imaginar el interior, estaba bastante emocionada por conocerlo.
Papá estacionó la camioneta en el garaje, y acción seguida, todos bajamos de esta. Mi hermano y yo nos quedamos boquiabiertos al ver el gran tamaño de la casa,
—Ven Marco, vamos a recorrer esta mansión— le decía a mi hermano mientras jalaba uno de sus brazos para que me acompañará en el tour de nuestro nuevo hogar.
—Sabes que eres una molestia verdad?— bromeaba el castaño- Vamos piccolina-
Entramos a la casa, casi corriendo, mientras papá y mamá seguían afuera sacando las cajas del camión de la mudanza.
—Con cuidado chicos— decía mamá a lo lejos.
Estábamos en el nuevo vecindario, Sandra acomodaba y sacaba las cajas de la mudanza, los chicos, al parecer se acostumbraron a la idea del nuevo hogar.
—Será un nuevo comienzo amor— dije tratando de ayudar a Sandra.
—Claro que si querido— respondió llevando lo que era una caja con adornos hacia adentro.
Mientras miraba con apreciación nuestra nueva casa, una voz de un hombre me sacó de mis pensamientos.
—Buenas tardes, no me digas, nuevos vecinos?- dijo un hombre alto, detrás de mi.
—Si, mucho gusto. Soy Tomas Di Medici—respondí
—Mucho gusto, soy Andy Barber. Al parecer somos vecinos. Necesitas ayuda con esas cajas?—
—Perfecto, me sería de mucha ayuda Andy— respondí mientras alzaba algunas de ellas.
—Y dime que te trae a este vecindario?, dejame adivinar, trabajo?-
—Claro, es por ese mismo motivo. Un puesto de trabajo en una petrolífera, vine con mi esposa y mis dos hijos— le respondia al simpático hombre
—Hombre de familia ah?. Bueno no hay mejor vecindario que este— decía cargando algunas maletas.
-Papi, dile a Marco que la habitación de la derecha es mía- salió Antonella frustrada con sus brazos en la cintura como señal de enojo.
—Cielo te presento,el es Andy Barber nuestro nuevo vecino— le dije a mi pequeña niña.
—Hola, me llamo Antonella, un gusto—
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Obscuras intenciones (+21)
Mystery / ThrillerEn un tranquilo y prestigiado vecindario de Boston, la llegada de los "Di Medici", familia italiana, traerá caos para Antonella y Andy. Andy uno de los mejores abogados del estado, exitoso, apuesto y de 30 años, queda impresionado por la belleza de...