40.

5.4K 756 105
                                    



Capitulo cuarenta.



Ellen



Giró sobre mi derecha nuevamente volviendo a estar en la misma posición que hace unos minutos, la incomodidad nuevamente me hacer querer gritar de frustración antes de volver a voltearme. Nada de eso arregla algo, la noche parece burlarse de mi mientras giro y giró sobre la cama intentando buscar alguna posición cómoda que me permita solo cerrar mis ojos y dormir.



No estaba siendo mi mejor noche, podía asegurar eso. No podía quejarme de nada, había sido recibida con los abrazos muy abiertos de todos, aun cuando sé que más de uno me había mirada confundido, no dudaron en sonreírme y darme la bienvenida. Una mini cena picando cosas que habían quedado de hoy fue acompañada por múltiples presentaciones y conversaciones que me sacaron más de una sonrisa. Aun cuando Haniel intentaba callarlos y alejarlos, considerando que según sus palabras no estaba pasando un buen momento, todos se impusieron distraerme.



Estaban dándome la bienvenida con sus brazos abierto y solo podía agradecerles por eso, por darme una mínima sonrisa y un apretón cuando me sentía verdaderamente muy perdida.



La manada de Haniel, su gente, posiblemente mi gente, ya habían dejado en claro su posición y decisión con respeto a nosotros dos como pareja. Y era algo reconfortarle, saber que teníamos todo su apoyo, saber que no juzgaban o me miraban diferente. Era una nueva experiencia que no habría soñado con tener.



Y, aun así, aun con todo, aun estando tan cerca, nunca me había sentido tan lejana a Haniel. Su silencio y cercanía se sentían raros desde que habíamos llegado a este lugar. Algo que admitía me tenia inquieta, acaso ¿Todo había sido muy rápido? ¿No quería esto? ¿Se estaba arrepintiendo?



No podría culparlo por nada, toda esta situación era demasiado incluso para mí, pero el, el solo había esperado, se había puesto a mi lado a esperarme, ¿Capaz estaba siendo demasiado lenta? ¿Nuestros objetivos se estaban confundiendo? Posiblemente, y, aun así, aun queriendo intentar dar todo de mí, no podía.



Miro el lado izquierdo la cama completamente vacía y mi corazón duele, estaba sola, no tenía tres bultos apretándose entre sí, peleando por el espacio. No tenia a mis tres bestias desparramadas por toda la cama soñando. No estaban conmigo...



No había podido dormir nada y aún faltaban más de tres horas para que mínimamente amaneciera, una parte de mi solo estaba mas que ansiosa por que pasaran las horas y pudiera llegar a verlos. Solo necesitaba verlos.



Parpadeo incorporándome al momento en que las luces del pasillo se prenden, habían hecho eso desde el momento en que todos se habían desparramados a sus respectivos cuartos para descansar, por lo que había entendido se prendían ante un sensor que detectaba el movimiento, ingenioso, pero considerando que vivían muchísimas personas en esta casa, algo poco práctico.

My Wolf BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora