Maite.
Intento mirar con una curiosidad que no siento a la pared que estoy pintando, el olor fuerte me gusta y es algo en que concentrarme mientras sentía la mirada penetrante que de vez en cuando sentía en mi nuca. El silencio en mi habitacion dia a dia desde que había comenzado esta remodelación como distracción de mi corazón roto, había avanzado a niveles que pronto empezarían a ahogarme.
Probablemente no estaba lista para tener esta conversación, capaz nunca lo estaría, nadie lo sabe. Pero posponer tampoco me estaba dando resultados. Y sabía que en mi indecisión muchos estaban sufriendo, no podía ser la egoísta de mirar solo para mi misma.
Debía aceptarlo y avanzar.
Desde la ausencia de Gabriel esta última parte se estaba haciendo más y más difícil. Daniel intentaba estar y lo amaba por eso, pero tenía sus responsabilidades, sus tiempos y a diferencia de nuestro hermano, él era demasiado parecido a cierta persona. Frío, cerrado y hasta inseguro de demostrar alguna debilidad.
Suspiro al sentir nuevamente esa sensación, a este ritmo tendría que dormir en el cuarto de Gabriel todo el año y aunque no me desagrada, en este momento estar rodeada de su olor me hacía mal. Me hace extrañarlo demasiado. Dejó el pincel sobre los papeles del suelo antes de voltear a ver ciertos ojos que se sorprenden de ser descubiertos sobre mi. En cualquier situación habría intentado dar mi mejor sonrisa, hoy con mi corazón llorando, no podía dar esas sonrisas.
—¿Quieres hablar de eso?
Veo la sorpresa tatuar su rostro mientras repite mi acción dejando las cosas para pintar de lado, lo veo maquinar mil escenarios mientras espero pacientemente a que diga algo. Nunca sabría porque siempre podía ver este lado de él, porque me dejaba ver a ese hombre que según muchos, incluida mi propia madre, había dejado de existir hace años.
Pero para mi este era el hombre que sostenia gran parte de mi corazón, ese que hacía hasta lo impensable por hacerme feliz, quien me mostró amor, comprencion y todos sentimientos buenos cuando podía. En ocasiones el contraste era tan extremo que me sorprendia, me sorprendia ver como un hombre tan duro e insensible, podía transformarse en alguien completamente diferente cuando estaba conmigo.
ESTÁS LEYENDO
My Wolf Babies
WerewolfHay momentos en que una mujer, calla, otorga, da, entrega y se conforma. Irremediablemente una mujer siempre lo hace. Pero una madre no es así, ellas luchan, protegen, aman y lo dan todo por aquello que quieren. Ella en un momento amo, lo dio todo...