Ready or Not? | Scream 4

Capítulo 2

Por segunda vez esa noche, cruzaste los brazos como para amortiguar el latido del corazón que se aceleraba en tu pecho, mientras Billy esperaba una respuesta.

Solo había una respuesta que él quería escuchar, pero no eras una debilucha y, a diferencia de todas las demás veces, la darías a conocer.

"No."

Ante eso, las cejas del moreno se dispararon de una manera que se sintió como si acabaras de abofetearlo. La risita desconcertante de Stu no mejoró las cosas, pero se apagó instantáneamente cuando Billy lo miró con desdén.

"Pretenderé que no acabas de decir eso".

Después de una pausa que se alargó lo suficiente como para ser incómodo, lo repitió. "Dije que no."

¿Por qué no podía entender lo sofocante que era la situación? Sabías como nadie lo cerca que estaban, pero siempre te sentiste mal, incluso cuando no lo estabas. Había prometido muchas cosas antes y nunca las cumplía.

Soltando una carcajada sin alegría, Billy cerró los ojos y exhaló por la nariz, pellizcando el puente mientras sonreía con amargura. Por suerte para él, no viste su mano libre un centímetro más cerca del estante de cuchillos que estaba detrás de ti.

"Voy a salir." Te liberaste, evitando deliberadamente su mirada encapuchada. Pasaste por donde Stu estaba sentado y le diste un rápido beso en la mejilla que pareció alegrarle el humor de inmediato. "Solo necesito un poco de aire fresco".

Observaste para medir la reacción de Stu: primero, había una mirada de confusión en su rostro, seguida de una de profunda reflexión y luego de una comprensión creciente. "¡Espera!" Llamó. "¿Vas sola o con alguien más?"

Te pusiste un abrigo grueso y una bufanda, luego recogiste tu teléfono y tu billetera. "Voy sola. Nadie más".

"¡Pero está oscuro! ¿Qué pasa si te ataca Michael Myers o...?"

"Hoy no es Halloween, ¿verdad?"

"¿Jason?"

"No estamos en el campamento Crystal Lake".

"¡Eres un nerd tan sexy!" Había una oleada de orgullo en el tono de Stu mientras cojeaba y ponía sus manos sobre tus hombros, dándote un fuerte abrazo y un beso en la coronilla de tu cabello. "¿Alguna vez te he dicho cuánto te amo?"

"Cada día." Se notaba que estaba haciendo todo lo posible para luchar contra su instinto natural de mantenerte cerca, pero no lo estaba haciendo muy bien hasta que Billy le ordenó que te soltara.

"Solo deja que Nara se vaya. Necesita relajarse".

"¿En serio?" Resoplaste indignada, una pequeña tormenta de preguntas arremolinándose en tu mente. Si esto continuaba, solo terminaría en una pelea a gritos.

Entonces, en cambio, te dirigiste a la puerta principal, notando nubes oscuras que se arrastraban en el horizonte. ¿Por qué tenían que ser así y por qué sentías que te estaban ocultando algo?

Algunos días Billy simplemente se negaba a dejarte salir de la casa o ir a cualquier parte sin él o Stu, ​​y ​​otros días parecía más que emocionado de tenerte lejos, siendo un imbécil a tu costa.

Algunos podrían llamarlo personalidad bipolar, pero la verdadera explicación era que el hombre era... Un poco inestable. Hasta qué punto aún tenías que averiguarlo.

Pero cuando amas a alguien, tomas en cuenta sus defectos. No todo era negativo, pero algunas cosas simplemente se destacaron.

Con la cabeza inclinada hacia abajo para protegerte del frío del viento, saliste de la casa, aunque no sin escuchar un claro "¿Qué te dije?" de Billy, un comentario que elegiste ignorar.